Capítulo 7

12.6K 888 54
                                    

Es  sábado, y lo mejor de los sábados es que no hay escuela

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Es sábado, y lo mejor de los sábados es que no hay escuela. No escuela, no Esteban. Casi escucho un pacífico canto de aves armonizando el momento.

El único problema son mis piernas que me duelen a más no poder, supongo que es porque jamás me ha interesado el ejercicio, soy demasiado flojo y por eso tengo panza, por eso y por comer como si no me hubiera alimentado en años. Pero no importa, osea sí, justo hoy cuando me he mirado al espejo no me gustó mi aspecto, pero me da pereza hacer algo al respecto como intentar cambiar. ¿qué mas da? Sé que mi cuerpo me da bastante inseguridad a la hora de plantearme una relación sexual, si quiera puedo imagnarlo, siempre creo que la otra persona sentirá asco de mí cuando me vea desnudo, que incluso como pasivo — porque ese sería mi rol — destacarían mis defectos en cualquier posición sexual, mi mente tiende a enfatizar mi vello en exceso y aquello nada atractivo en mí. Pero no planeo tener sexo, muchas gracias, así que dejó pasar la imagen insatisfactoria del espejo. Tal vez me ponga en forma algún día: cuando el amor deje de existir o Madonna deje de ser inmortal, no lo sé.

De todas formas es sabado y no puedo deprimirme. Amo lo sábados y una de las razones es que mi padre trabaja hasta más tarde, llegará hasta eso de las 10pm, y que me alegre eso no significa que lo odie, es simplemente que tiene un humor de perros y cuando se enoja es peor, en especial porque mamá también se enoja y el mundo arde, o al menos mi casa arde. Yo sólo quiero paz. Paz como la que llegó cuando mi hermano mayor se fue de la casa a vivir a Tijuana con uno de sus amigos, él era bastante rudo conmigo y problemático con mis padres, supongo que la mejor decisión que pudo haber tomado fue buscar su libertad, porque ahora, no es que la casa sea el lugar más pacífico del mundo, pero los problemas han disminuido.

Miro el armario rápidamente para darme una idea de qué usar, hoy he quedado con una de mis mejores viejas amigas: Sara, la quiero un montón, pues me ayudó a aclarar mis ideas sobre mi sexualidad luego de todos aquellos fics que yo escribía sobre el chico que me gustaba y yo, para mi — así suene ilógico — no era obvio, aunque el personaje principal se llamara "Ab". El caso es que Sara sabe escucharme y nos estamos apoyando entre nosotros mismos, incluso cuando no hemos tenido tiempo de vernos. Además, mientras yo estaba en el proceso de aceptación, Sara se animó a descubriese a ella también, pues le atraía una chica y siempre existía la duda si allí había algo real o sólo curiosidad, al final, resultó ser bisexual y eso ha expandido su número de ligues. Aunque lo más gracioso siempre será que se enamoró de la chica que estaba tras de su novio, Andrea, por desgracia no terminó bien, y no fue porque la chica no correspondiera, sino porque al igual que yo con Carlos se vieron envueltas en esas relaciones imprecisas de terminar y volver tantas veces creando un círculo vicioso, al final todo acabó cuando Sara fue remplazada por un tipo. Sin embargo, ella sigue aferrada a Andrea, pensándola a pesar de estar en planes de citas y encuentros

Hoy vendrá a recogerme como buena chica caballerosa que es, se supone que debe llegar a eso de las 2:30. Mamá por supuesto está contenta, ella adora a Sara, pues aunque al principio mi amiga era tímida, ahora cuando viene de visita ayuda a cocinar a mi Mamá y platican sobre cosas de "chicas". Sin embargo ya se pasó la hora y no llega, ya van a ser las tres.

— Están tocando, Abraham — me dirijo a abrir la puerta, oficialmente son las tres en punto.

— Tan puntual como siempre — le digo serio.

—No me jodas— se acerca rápido a abrazarme. Un abrazo muy largo.

Volver a verla es una emoción grandísima, siento el corazón chiquito y creo voy a llorar.

—Te extrañé demasiado — la vuelvo a abrazar.

—Ya, no seas dramático, tiene un mes que nos vimos — Pone los ojos en blanco para luego mostrarme una gran sonrisa.

Sara es morena, un poco más alta que yo, tiene una figura hermosa, su cabello de la raíz a la altura de la nariz es color castaño, para luego degradarse en un café rojiza. Hoy está vestida con un Top gris, un suéter color crema , unos Jeans y unos tenis altos color rosa pastel con un estampado de rosas rojas. Ella es una de mis influencias al momento de vestir. Sus hermanos igual. Tiene una hermana Trans y un hermano Gay los cuales son súper divas y visten de una manera increíble, además tienen una personalidad genial. Yo esta vez voy un poco más relajado: Playera negra de mangas largas con unas letras color blanco, Jeans, Adidas y lentes de sol negros.

Salimos de la casa para irnos caminando hacia la plaza, disfrutando la compañía del otro. De paso hablamos un poco para adelantar nuestras vidas.

—¿Cómo te ha ido, Ab? Desde que entramos a la prepa parece que no tienes tiempo de mandarme aunque sea un "Hola".

— Discúlpame, he estado muy ocupado tratando no reprobar Álgebra. Tengo un maestro que está súper bueno, pero es un cabrón de primera.

—Me pasa lo mismo. Sólo que en Literatura. Nunca he sido buena para las letras y todo lo que tenga que ver con leer. Pero, hey, ¿Por qué dices que es un Cabrón?

— Siempre está de mal humor y yo siempre me estoy durmiendo en su clase — Tomo aire —. Es muy guapo y todo, pero ya le hace falta una novia, en serio.

—Tú ya deberías complacerlo —me pega con su codo.

—No digas estupideces, Sara — Ahora soy yo quien pone los ojos en blanco. Aunque por alguna razón, no puedo evitar imaginarlo y sonreír.

—Sólo decía, ya sabes que los maestros son reprimidos sexuales. Tal vez te obligue a contestar una ecuación encima de él para poder aprobar.

—Basta, venga ya, vamos por un Té.

Nos sentamos en una mesa para dos en CASSAVA ROOTS[1] y pedimos un lavander Tea

—¿Qué se siente estar en primero y que tus viejas amigas estén en segundo?

— Raro, pero Adivina quién va en la misma prepa que yo — respondo mientras doy un sorbo a mi té.

— ¿Alguno de tus ex?

— Súper si. El violador.

—¿Carlos? Pff, no regreses con él, es un infiel de primera.

— ¿Por qué lo dices? Supongo que es muy cachondo pero no infiel.

— Justo porque es muy cachondo lo vuelve súper infiel — contraataca.

—Jamás me engañó a mí — pongo una mano en mi mentón pensativo —, al menos no que yo sepa.

—Pues le fue súper infiel al tipo por el que te dejó.

Antes de que diga cualquier otra cosa mi mirada se fija a la entrada de la tienda, siento cómo su mirada y la mía se cruzan. Sus ojos grises sobre los míos

— Abraham, ¿qué pasa? — No puedo apartar mi mirada de esos ojos, ni siquiera para contestar — Te estoy hablando, Abraham — ella voltea hacia donde estoy mirando—. Vaya, quién es ese tipo tan guapo.

— Es Esteban.

— ¿Quién es Esteban?

— El profesor del que te hablé.

Él sigue atento a mí, sólo se distrae para tomar su pedido. Lo veo sentarse en un sillón cerca de donde yo estoy y sacar un libro, sin embargo, antes de ponerse a leer me vuelve a observar una vez más.

... .-.-.-.-.-.-.-.-. ...
-.-.-.-.-.-.-.-.-

Referencias:

[1] CASSAVA ROOTS= Franquicia mexicana conocida por traer a México un producto llamado "Bubble Tea" originario de Taiwán. Sin embargo, ha explorado otras bebidas que hacen parte de su menú.



Placer Entre Lineas:Guarda Silencio. #1 [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora