Capítulo 1: Un año.

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Dytto.

—Bueno ha pasado un año, ¿cuéntame que hay de nuevo?—me pregunta Wesley mirándome con una sonrisa, acaba de llegar de Florida.

—Sigo sin creer que ya ha pasado un año desde la última vez que nos vimos.—le digo mientras me siento en uno de los sillones frente a él.

—Sí, aunque se pasó súper rápido además nos vemos seguido en las video llamadas con los chicos, es como si nos viéramos en persona.—me dice sonriendo, cuando los chicos y yo nos juntamos hacemos video llamadas con Wesley y duran hasta tres horas, y eso es muy seguido.

—Sí, pero eso no significa que no te hemos extrañado, los chicos se van a emocionar mucho, más tarde vendrán y no, no les he dicho nada.—le digo al notar como estaba a punto de preguntarme.

—Yo también los he extrañado, aunque nos hablamos por video llamadas no es lo mismo que hablar en persona.—me dice sonriéndome.

—Exacto, por cierto, ¿cómo ha estado tu familia?—le pregunto interesada.

—Muy bien, de hecho, te mandaron saludos, dicen que te esperan pronto para hacer pizza casera o algo así digo mi mama y mi hermana dice que si tu no vas pronto ella vendrá y te llevara a fuerzas.—me dice soltando una risa, yo lo sigo soltando una risa al imaginarme todo lo que le dijeron.

—Si he estado pensando en ir, quiero ver a Paul, Jacob y Eric. Hace cuatro meses que no los veo, además ellos son lo que vienen siempre, creo que ya me toca a mí ir.

—Sí, ¿tu papa aún tiene la casa allá?—me pregunta interesado.

—Sí, no quiso venderla, tiene esperanzas de que mama quiera irse a vivir allá.—le digo sonriendo con diversión.

—¿No crees que algún día quiera irse?

—No por ahora, ya le he preguntado y no quiere.

Él asiente y nos quedamos callados por unos segundos, sé que muchos piensan que tener una amistad con tu ex es imposible, pero para nosotros no lo es. Siento que para mí sería peor, me sentiría mal si nos hubiéramos alejado, si después de todo sintiéramos resentimiento o un mal sentimiento por el otro, le tengo demasiado cariño como para alejarlo completamente de mí. Teníamos una amistad antes de una relación y arruinarla porque la relación no funciono no era una opción.

Nos llevamos muy bien, somos muy amigos y no es incómodo estar con él, ni hablar de temas personales, como relaciones, sentimientos, a veces creo que ahora nos tenemos más confianza, cuando hablamos de otras personas, otras relaciones no nos sentimos incomodos, no sentimos celos, no somos egoístas. Quiero que sea feliz, así como él quiere eso para mí.

Pero a pesar de todo no olvidamos todo lo que vivimos juntos, son recuerdos bonitos que siempre vamos a compartir, a veces hablamos de lo que hicimos y nos reímos de las locuras que hicimos en Florida, ahora es tiempo de crear nuevos recuerdos como amigos.

—¿Y cómo has estado? ¿Cómo te ha ido?—me pregunta con malicia y con una sonrisa de diversión en su rostro.

Yo suelto una risa y él me mira confundido.

—No sabes disimular Wesley, quieres que te cuente de mi relación con...

—¡Si se disimular!—me dice fingiendo estar dolido, pero apunto de soltar una risa.

—Si claro.—le digo con diversión para después pararme y empezar a caminar hacía la cocina con él detrás de mí.

—Vamos, ¿qué me delató?—me pregunta con diversión en su voz.

—Tu sonrisa, querías reírte y cuando me preguntas como estoy siempre estas más serio esperando mi respuesta, pero esta vez querías reírte porque estabas hablando de otra cosa.—le contesto mientras lavo unas fresas.

—Bueno, sí no se disimular. Pero ahora sí cuéntame, en parte siempre supe que le gustabas, pero no me lo esperaba, ¿me entiendes?—me pregunta sentándose en uno de los bancos de la barra.

—Sí, no esperabas que me gustara.—le digo sonriendo mientras pico las fresas.

—No es eso, bueno si, pero era difícil saberlo, es que siempre se llevaron muy bien pero siempre mire que había como una conexión entre ustedes a pesar de que tu estuvieras con Nate, como él te miraba, tú lo sentías, pero no querías aceptarlo. Además, era fácil pensar que él sentía lo mismo que todos los demás chicos, solo cariño y que te miraba como una hermana como los demás porque todos siempre se han preocupado de ti.

—Yo también pensaba lo mismo, que él solo me miraba como una amiga, como una hermana, como la mayoría de los demás.

—Él sí sabía disimular mucho mejor que yo.—me dice con diversión.

Yo suelto una risa y asiento.

—En realidad quiero saber cómo te sentías tú, digo nos dijeron que están saliendo y todo eso, pero no nos dijeron cuándo paso, cómo empezó, ¿cómo supiste que sentías algo por él?—me pregunta interesado.

—Bueno, son tantas preguntas que responder.—le digo soltando un suspiro mientras pongo un poco de las fresas que pique en un plato con crema.

—Sabes que tengo tiempo, además me quedare aquí y no tengo nada que hacer así que empieza a responder basura.—me dice con una sonrisa en su rostro, yo me rió y asiento.

—No sé por dónde empezar. Fue en la casa de... no, no fue en...

—Yo haré las preguntas y sólo las respondes, ¿está claro?—me pregunta con voz gruesa y haciendo una cara rara fingiendo ser un detective, suelto una risa y él me sigue.

—Está bien, pregunta.—le digo pasándole el plato lleno de fresas con crema.

—¿Cuando paso?—me pregunta para después comer una cucharada de fresas con crema.

—Creo que nos dimos cuenta hace... ¿un año? Sí, mañana se hace un año, en la fiesta que hicimos aquí, ¿recuerdas?—le pregunto sentándome a su lado.

—Sí, ¿se lo dijeron? ¿Lo que sentían?—me pregunta mirándome con atención.

—No, sentimos algo, nos dimos cuenta pero, ninguno dijo nada hasta después, él me lo dijo primero y pensaba que yo no sentía nada por él, creía que yo solo lo miraba como un amigo.

—¿Y cómo fue? Digo, pienso que fue un poco difícil para ambos ocultarlo y aún más aceptar lo que sentían.—me dice mirándome comprensivo.

—Lo fue, nunca me imaginé salir con un amigo de Nate, me sentía un poco incomoda, asustada al pensar que tal vez los demás chicos no lo aceptarían. Además, no queríamos causar problemas con Nate. Y espero que no se lo tome mal, ya paso mucho tiempo desde que terminamos y sé que está saliendo con alguien, pero con él nunca se sabe.—le digo soltando una pequeña risa.

Él sonríe y asiente.

—¿Y como se lo tomaron los chicos?—me pregunta mientras come de sus fresas.

—Bien, supongo que ya se lo imaginaban, creo que no disimulábamos mucho.

—¿Como se lo tomo Nash?—me pregunta con una sonrisa.

—Se emocionó, él ya sabía lo que sentíamos desde antes.—le contestó sonriendo divertida al recordar cómo se emocionó.

—Me imagino, él siempre shippeo Dayes.—me dice soltando una risa.

—Yo también, en silencio pero, yo también.—le digo sonriendo ampliamente.




•Bro, ya no es una niña• ×2daTemporada×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora