Capítulo 5: Gilinsky.

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Dytto.

Hace diez meses.

Entramos a la cocina, Milly toma su bolso y sale sin despedirse de nadie. Los chicos entran a la cocina mirándonos confundidos.

—¿Todo bien?—nos pregunta Nash mirándonos con atención.

Yo asiento, volteo a ver a Hayes quién esta mirando el piso. Me acerco a él y tocó su brazo llamando su atención.

—Será mejor que me vaya, hablamos otro día.—le digo tratando de sonreír, él asiente y me da un fuerte abrazo.

—Lo siento, yo quería decírselo a solas, no quería que te sentieras mal.—me susurra duramente el abrazo.

—No te preocupes, sabes que fue lo mejor.—le digo alejandome de él, él asiente y yo me doy media vuelta encontrandome con los chicos, camino hacía ellos y me despido para después salir de la casa.

***

Cinco días después.

—¿Como haremos esto? Ya sabes, ¿quieres empezar una relación ahora?—me pregunta Hayes, estamos en mi casa, dos días después de la noche que se lo dijimos a Milly, cinco días en los que no nos hemos visto.

—Creo que lo mejor es que vayamos poco a poco. Primero una cita después otra y ver como se da. No apresuremos las cosas, tenemos mucho tiempo.—le digo con una sonrisa.

Él me sonríe y asiente varias veces.

—¿Ya te puedo besar?—me pregunta mirándome inocente con una sonrisa.

Yo lo miro divertida y niego.

—Todavía ni tenemos la primera cita y ya quieres besarme...primero te haré sufrir un poquito más.—le contesto de la misma forma.

—Creo que ya he esperado mucho.—me dice mirándome con malicia mientras se para del sillón de mi habitación y se acerca a la cama donde estoy sentada mirándolo con atención y con una ceja alzada.

Se para justo delante de mí mirándome con atención, yo lo miro esperando su siguiente movimiento pero, solo se queda ahí mirándome, suelto una risita y jalo su mano derecha con fuerza haciendo que apoye sus manos en el colchón para no caer arriba de mi, quedando a centímetros de mí y yo casi acostada apoyada en mis codos.

Con su mano izquierda de apoya en el colchón y con la derecha acaricia mi mejilla mirándome directamente a los ojos, le sonrió y tomo su rostro entre mis manos quedando completamente acostada. Cierro mis ojos mientras nos acercamos cada vez más, siento como nuestras narices se tocan suavemente, nuestros labios se rozan y cuando estoy por romper toda distancia mi celular empieza a sonar haciendo que Hayes se separé de mi haciendo una mueca, suelto una risita con algo de frustración, tomo mi celular que esta a unos centímetros de mi.

Llamada entrante.

JGilinsky😎

Aceptar📞          Rechazar❌

Contesto pegando el celular a mi oído.

—Hola G, ¿que pasa?—le pregunto mientras entrelazo mi mano con la de Hayes y él me mira con una sonrisa.

—Hola Dy, ¿estas ocupada? Necesito hablar con alguien que no me juzgue en este momento.—me dice con voz sería.

•Bro, ya no es una niña• ×2daTemporada×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora