Capitulo 7:

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-Creo que alguien perdió- Se burló Justin, ella lo miro con los ojos echando chispas, desgraciado engendro del mal. ¿Cómo pudo salir con alguien así? Un imbécil y patán al mismo tiempo, un hombre que se creía el rey del mundo y se sentía superior a los demás. Un chavo que con su belleza cautiva a todo el que pasa por delante así sea hombre o mujer. Las mujeres se enamoraban perdidamente y los hombres le tenían envidia. Justin simplemente era un cabrón sin sentimientos, lo único que quería era sexo, sexo y más sexo. Quería pechos grandes y cul*s firmes. ¿Cómo pudo tener algo con él durante un año?

-Idiota- Dijo y trató de calmar su enojo, quería de ahorcarlo y matarlo para luego tirarlo a un río. Todo estaría perfecto excepto de que la cacharan y la llevaran a prisión, estúpido él y estúpida ley.

-Princesita cálmate, ni que te pidiera algo malo, malo sería pedirte que volviéramos o que estoy enamorado de ti. Relájate – Ahora sí que tenía ganas de estrangularlo. Se burlaba de sus sentimientos. Ella antes de cortar le había dicho que lo amaba y él como todo un ángel le dijo que él no y le había roto el corazón, se lo hacía de nuevo. Esta vez no lo dejaría, ya no, esta vez ella lo pondría en su lugar.

-Malo es tener que pasar una tarde o siquiera el día hablando con un estúpido egocéntrico – Dio media vuelta y se dirigió a la salida/entrada de la cancha.

-¡Alto ahí! Ni siquiera te eh dicho cuando y donde – La retuvo él, algo en su interior se oprimió al momento de escucharla, lo odiaba pero ¿Eso que le importaba a él? Tenía a millones de chica pidiendo su atención, pero ciertamente él solo quería a esa morocha, ella y solo ella, la quería en su cama, pegada a su cuerpo. No quería a una plástica y patética que quisiera cambiar su estilo de vida, todas querían eso, cambiarlo. ¿A poco creen que él dejaría una vida de sexo para tener una vida con amor? Estaban equivocadas, él ahora quería a esa morocha en su cama esta semana.

-El lugar es obvio- Dijo ella sin dejar de caminar y sin voltear, él frustrado la siguió. Ella se dirigía a su casillero, sacó varios libros y los metió ahí, luego metió a su bolso otros libros más, seguro que ahí estaba incluido el de química.

-Hoy en mi casa a las 5- Dijo Justin viendo su reloj, las dos de la tarde, suficiente tiempo para que ella hiciera lo que se le viniera en gana.

Ella le prestó atención, ¿Qué? ¿No la veía mal? Con trabajo y se sostenía de pie, estaba sudada, con ojeras, de seguro con el maquillaje regado. Se miró en el espejo de su casillero, se espantó con su propio reflejo, ¡claro que estaba despeinada! y parecía un payaso.

Sacó de su bolso toallitas húmedas y se limpió la cara dejándola sin maquillaje, agarró una gomita y se hizo una cola alta dejando que sus rulos cayeran. Por lo menos así no se veía tan mal.

Él la miro, sentía como su cuerpo se calentaba viéndola, estaba preciosa, sí o sí tenía que llevársela a la cama, antes había pasado noches sin dormir pensando en ella desnuda, una vez la vio con brasier y con pantalón y se había quedado atormentado por no hacer nada con ella, pero esta vez se prometía que lo lograría, ___ Parker era la próxima en su lista.

¿Destinados a estar juntos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora