Capitulo 13:

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Se metió a uno de los vestidores con el corazón latiéndole a mil, que Justin le dijera eso la descontrolaba ¿Cómo un tipo como él se atrevía a decirle eso?, sabía lo que quería Justin pero jamás se lo daría, sabía que él era un cerdo adicto al sexo y no le sorprendería que él hiciera una locura con tal de lograr lo que se propone.

Se quitó el hermoso traje de porrista que consistía en una falda azul con amarillo, la playera de iguales colores pero corta que quedaba justo arriba del ombligo y en el centro de ésta tenía el logotipo del colegio. Ella lo había escogido así, claro, con la subjefa, Kesha. Si no fuera por ___ estarían bailando en sostén y bragas.

Se volvió a colocar su ropa principal y guardo el traje en el bolso. Bien, era hora de ir a clases.

-¡Hey! ¡____!- Le susurró Justin quien estaba atrás de ella en la clase de química, el sujeto simplemente se encargaba de fastidiarla todos los días.

-¿Ahora que carajos quieres?- De igual manera le susurró volteándose discretamente.

-¿Hoy haremos el proyecto?

-¡No!- Respondió rápidamente, hoy iría a correr- estoy ocupada hoy.

-Pero nosotros tenemos un trato- Le recordó él haciéndola resoplar.

-Lo sé, pero hoy en serio estoy ocupada- Le hizo un puchero con los labios, sabía de ante mano que Justin no se resistía a aquello.

Recordó el momento, estaban en el parque y él le había susurrado que amaba cuando ella hacía eso, le había mordisqueado el labio y la había abrazado fuertemente; No decía que la amaba ni que ahora la necesitara pero sí que añoraba esos momentos junto a ella. Volver a ver como ella sacaba su labio lo hacía sentir un imbécil, un idiota por haberla dejado ir, ¿Cómo pudo dejar ir a ese ángel? Volver a ver como hacía un puchero era lo más placentero y tierno que ha visto en todo este patoso año y medio.

-Está bien- Suspiró él.

-___ Y Justin, si quieren pueden ir a fuera a platicar- Dijo la maestra tranquilamente fingiendo una sonrisa.

-¿Qué?- Preguntó ___ incrédula mirando al frente.

-Salgan de mi clase.- Ahora lo dijo sin una pisca de amabilidad ni tranquilidad señalando la puerta.

-Pero … él…. Yo no

-¡Salgan! Estoy cansada de que siempre sea lo mismo con ustedes dos, ¡fuera!- Ambos asintieron y recogieron sus cosas.

Maldito Bieber, maldita ella por hacerle caso – Se iba reprochando ella, total que ni quería estar en esa clase. A él no le importaba, sabía que como era un ‘buen alumno’ no le pasaría nada a su promedio, sonrío victorioso.

-Cabrón- Murmuró ___ pero lo suficientemente audible como para que él escuchara.

-¿Y ahora que hice?- Preguntó inocente encogiéndose de hombros mientras iban a la cafetería.

-Idiota- Le volvió a insultar mientras rodeaba los ojos.

**************

-¿No te cansas de estar insultándome todo el día?- Preguntó Justin relajado

-¿Qué?- 

-Siempre nos vivimos insultando, a veces la misma rutina cansa- Le respondió mientras compraba dos cafés y le pasaba uno a ella, ___ lo acepto viendo el traste por todos los ángulos fijándose en cada detalle, jamás –desde hace más de un año- que Justin no le invitaba algo, ni siquiera se dirigían la palabra –Si no eran insultos- 

-Quizás tengas razón- Encogiéndose de hombros le tomó un sorbo. Mmmh café con leche cappuccino sabor a chocolate, su favorito.

-Es mejor que tratemos de llevarnos bien ¿no crees? – Preguntó Justin sin saber que ___ ya no estaba en el mundo actual, ella estaba en la quinta nube ¿Cómo él se acordaba de su café favorito? Era un detalle muy dulce.

-¿____? ¿_____? ¿Estás ahí?- Unos chasquidos que se paseaban por su cara la hizo volver a la realidad.

-¿Ah? –

Lo primero en lo que se fijo era que todo el mundo ya estaba ahí y que estaban sentados, juntos y solos, él en frente de ella.

-Pongamos de nuestra parte para ser los de antes, si quieres puedes invitar a tu grupo de mesa- Los señaló- para que vengan y se junten con los míos.

-Yo… eh – La primera persona que se le vino a la mente fue Michell, su mejor amiga se caería de bruces al decirle semejante idea. – Me tengo que ir- Se paró de pronto y Justin la miró extrañado ¿Algo hizo mal? Su plan parecía ir a la perfección – Se me olvidó mi libro de francés en la clase.

Se fue sin decirle adiós, ni una seña ni un gesto, sólo se fue dejándolo con las miradas encima.

-¿Ahora qué quieres saber?- Le preguntó Ryan exasperado, al ver que Justin no se iba de su lado.

-¿Cómo se supone que reuniremos 2000 puntos con sólo esas chicas? ¿Podemos tener relaciones con la misma? – Era la pregunta que rodeaba su cabeza y no lo dejaba pensar con claridad.

-Sí, pensé que estabas ahí cuando lo dije- Se sentó en una banca afuera del instituto mientras sacaba de su chaqueta un cigarrillo, luego de sacar uno para él le ofreció a Justin y él sólo negó con la cabeza. Encogiéndose de hombros, prendió el cigarro y añadió- Sólo dos veces, no más. 

-Oh bueno- Asintió, las ideas empezaron a fluir en su mente, como conquistar a la virgen ____ de nuevo.

-Veo que tienes a una en mente, eh Bieber- Le sonrío y tiró el humo cerrando los ojos.

-Uh sí, la hermosa ____ está en mi lista de la semana-

-Te costará trabajo, medio instituto ya lo ha intentado y la chica sigue con su idea del “chico perfecto”- Sonrío riéndose de la semejante payasada.

-Puede que lo encuentre.- El foco se prendió e hizo como las luces de un árbol de navidad.

-Eh ¡Bieber!- Se voltearon y vieron a Chaz venir, lo siguiente que hicieron fue el saludo de hombres. - ¿Preparado para perder? Todos los del equipo de futbol americano y algunos del baloncesto se unieron- añadió y se sentó alado de Ryan pidiéndole un cigarro.

-¿Tú estás listo?- Sonrío y después de pensarlo unos minutos agarró un cigarrillo de la caja, ace tiempo que no fumaba una de estas.- No dejaré de lado la oportunidad de hacerme millonario.

-El dinero se redujo ¿No te lo dijeron? –Comentó Chaz y miró a Ryan, éste negó con la cabeza.

-Lo siento Bro, se me pasó –Se disculpó Ryan y se acomodó para ver mejor su cara mientras hacía una perfecta “O” de humo.- Todos se quejaron que era mucho dinero, así que ahora son 100 dólares por persona.

-Eso es lo de menos, tendré placer y dinero- Sonrío e inhalo su propio humo. Mmmh, eso era increíble.

-Eres tan patético- Rió divertido Chaz y chocaron sus cigarrillos.

Una vez que tocaron el timbre de salida ___ tomó sus cosas y se dirigió hacia la puerta seguida de Michell, se despidieron con la mano y ella fue hacia el estacionamiento. Su cabeza estaba llena de pensamientos curiosos, los chicos de sus clases la miraban raro y sentía como murmuraban de ella. Era demasiado incómodo, sabía que algo planeaban, no sabía si era en su contra o si no. 

Pasó por un bote de basura y tiró el resto de su café, ella nunca tomaba la última parte de su traste, ni siquiera lo miraba. Ella decía que la última parte era la peor ya que se sentaba el café y se volvía espeso y amargo. ¡Iugh! Beber algo así le provocaría estar encerrada en el baño por semanas.

-¡Hola ____! – La saludó un chico que estaba en el equipo de futbol americano, ella sólo asintió y pasó por su lado sintiendo la mirada del chico en su trasero. De eso hablaba, de lo incómoda que empezaba a estar en esa escuela.

Subió al auto pero antes de marcharse vio sentado a Justin con sus dos amigos, los tres eran inseparables; Estaban unidos desde el jardín al igual que él y ella, la diferencia era que ellos nunca se separaron y si se peleaban a las horas volvían a juntarse.

Observo como se reían sin parar y se fijó en el pequeño palillo que tenían en sus manos, un cigarro. Negó con la cabeza, no podía decir nada, ella alguna vez lo hizo. 

Salió del aparcamiento y dirigió su coche hacia su casa, ¿Cuándo llegarían sus papás? Esa fue la siguiente pregunta que se planteó y se quedó guardada en su cabeza.

¿Destinados a estar juntos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora