¿Destinados a estar juntos?

Capitulo 48:

El olor a primavera entraba por sus fosas nasales, la siguiente estación del año estaba a la vuelta de la esquina, se podía sentir. Respiró hondo sintiendo cómo sus músculos se relajaban, adorando la sensación, ahora se le antojaba ir a la playa para disfrutar esos últimos días calurosos. Abrió los ojos y miró el techo de su cuarto, blanco, con un corazón azul en el medio lleno de fotografías, sonrió, una persona especial lo había ayudado a personificar su cuarto y estaba agradecido por ello, aunque fuera algo poco común de un macho pecho peludo como él.

Se levantó y se dirigió a su cuarto de baño, el espejo que lo reflejó mostró sus grandes ojeras y su cuerpo rígido sin color, trató de sonreír pero pareció una mueca, bufó, estúpido espejo, no lo necesitaba, no necesitaba que esa mierda mostrara algo que no sentía. Caminó hacia la regadera y ajustó los botones para que el agua saliera caliente, inmediatamente metiéndose en el agua artificial sintiendo como el cuerpo se relajaba más que respirar un aroma floral. Bendito sea dios, el creador del agua y bendito sea el fontanero que colocó la última tecnología en su ducha.

Cerró los ojos, masajeándose el cuero cabelludo para crear un espumoso jabón, sonrió, el corazón latiéndole a mil por hora recordando a la última persona que le hizo pasar un momento de angustia, desesperación, enojo, felicidad y… amor. _______, ________ Parker, esa chica que meses antes odiaba con todo su ser y que ahora invadía cada momento de su vida sacándole millones de sonrisas. ¿Cómo alguien desubicado, perdido, estúpido, idiota y mujeriego como él podría tener a la chica más delicada que existía? 

Y ayer confirmó que no siempre podría tenerla, que no siempre ella estaría trás él, eso hizo que se bajara de su nube de pasión y estupidez; y regresara a la tierra con una no muy grata caída.

Estiró la mano apagando el aparato y salió con una toalla alrededor de su cintura, no la culpaba; no culpaba a _______ por el hueco de su corazón, se culpaba a él mismo porque sabía muy bien que todo lo que le dijo ella tenía razón, jamás cambió, jamás lo hizo, siguió acostándose con cada chica que tuviera culo, grandes tetas y largas piernas sin importarle sus sentimientos, se merecía que su novia lo dejara pero agradeció que no fuera así.

El día anterior la convenció de quererla, regalándole el algodón de azúcar más dulce y llevándola al lugar donde creó su primera canción, la misma que dedicó a la misma y única dueña de su corazón. Comieron unas ricas hamburguesas que pasaron a comprar en el camino y se acostaron en el verde pasto, abrazados mirando el sol desaparecer dándole paso a la luna. Fue uno de los momentos más especiales que había tenido nunca.

El pecho se le oprimió mientras sacaba un conjunto de ropa y se la ponía, se sentía culpable, y lo era, engañó a ______ más de una vez y cada día vivía con esa angustia, debía decirle a _______ y aceptar las consecuencias pero no quería, no, no podía dejarla ir, no dos veces. Por dios, se pasó las manos en el cabello, esparciendo un poco de gel, no le diría nada aunque a partir de ahora cuidaría sus bolas porque el juego estaba por acabar y estaba seguro que alguien lo delataría, alguien envidioso le diría a su novia todas las mentiras de él. Su pecho volvió a sacudirse, se sentó en la cama mirando a un punto fijo, sacó el aire lentamente. Necesitaba un cigarrillo, era ahora o nunca. 

-¿Justy?- Lo llamaron desde la puerta, él ignoró la llamada.- ¿Justy?-

Esa pronunciación, esa voz, ese hormigueo que provocaba escucharla todas las mañanas.

-Jazzy- La pequeña se aventó en sus brazos una vez que abrió y envolvió sus piernas alrededor de su cintura, besando sus mejillas. Agradeció con todo el alma que interrumpieran sus atormentados pensamientos.

-Se te hace tarde Justy y aún no has comido-

-Vamos a hacerlo juntos ahora-

Se volteó y agarró su mochila que descansaba en el ropero, después junto con su hermanita en sus brazos bajó las largas escaleras encontrándose a sus padres en la mesa familiar.