Contrato entre Rivales 📝❤️

Dos cuerpos en uno

Llegamos al hotel y el magnate sin rodeos me pidió que me quitara la ropa.

__ Diana quiero ver tu desnudez y conocer tu cuerpo, tocarlo, comerlo.

Cuando escuché las palabras del magnate mi reacción fue responder:

__ Si deseas ver mi desnudez quitame la ropa.

__ ¿Me estás retando?

__ No, solo quiero contradecir lo que dices.

_ Te voy a castigar Diana por desobedecer. Quitate la ropa.

__ No, ¡quitamela tú!

Ante el reto de Diana, se me activó el animal que llevo por dentro. La empuje a la pared y le arranqué el vestido que cargaba.

__ Eres un animal, ¡sueltame! ¿me vas a tratar a la fuerza Gabriel?

__ Si es necesario si, debes obedecer.

El magnate me tiene contra la pared con su cuerpo y sus manos en la cara, después de haber roto mi vestido, me obliga verlo a los ojos, siento una furia y deseo a la vez, su mirada se penetra en mí, me besa el cuello deslizando lentamente sus manos hacia mi trasero para presionarme a él.

__ ¿Diana sientes mi erección?

Entre su olor varonil, sus besos, sus manos y su erección, me dominaron estaba drogada de deseo, me tenia prisionera, mi mente trataba de reaccionar para rechazarlo pero mi cuerpo no respondía.

Acto seguido me levantó para llevarme a la cama me colocó acostada. Se empezó a desvestir y obligaba retener mi mirada en la de él.

Me tomó de las piernas para acercarme y besar mis muslos mientras sus manos bajaba mi ropa interior. No salia del asombro ante tal monumento de hombre que estaba desnudo ante mí.

Mientras sentía su tacto y lengua subiendo hacia mi zona íntima, cerraba mis ojos ante el deseo que me consumía. Cuando quise moverme el magnate abrió mis piernas con sus manos y alzó mi cintura para introducir su cara y lengua en mí, logrando que un gemido escapara de mis labios.

De un movimiento lento y suave paso a desesperante en devorar mi zona intima, logrando que gritara por la sensación agradable de querer más.

Mis manos agarraban fuerte las sábanas por la tensión que me provocaba mi cuerpo al sentir la lengua del magnate apoderándose cada vez de mi intimidad. Entre mi mente en blanco y los gemidos incontrolables, siento el movimiento de mis piernas y de Gabriel para lograr una embestida en mi vagina causando un grito fuerte al sentir su pene dentro de mí.

Nuestros cuerpos tomaron el ritmo enseguida y su posición cómoda para sentir sus labios cerca de los mios y su mirada de deseo.

_ Tu castigo Diana por desobedecer. Te cogeré hasta que no pueda más!

Cada vez las embestidas eran fuerte que hacían que me estremeciera y gritara. No tenia control de mi, deseaba que no parara, quería más y más.

El magnate me giró colocandome boca a bajo para la penetración anal, sus movimientos eran poderosos y fuertes que los dos gritabamos de lujuria.

Se colocó encima de mi obligando levantar la cara y parte de mi cuerpo tomando mis manos como prisionera ante sus embestida rápidas y profundas.

Alzó mi cara para acercarla a la de él.

_ Te gusta Diana, te gusta que te coja.

Solo gemidos y gemidos salían de mis labios.

__Acaba conmigo Diana.