He tenido varias reuniones sobre el proyecto con Gabriel en estas últimas semanas y no me ha pedido que cancele la cuota del pago de la deuda, me extraña de su parte.
El proyecto va avanzando y solo queda pendiente realizar el viaje, vamos a visitar varios países como piloto para evaluar la reacción de los turistas.
Voy al bar con una amiga que está de visita en New York junto con un grupo de amigos. Me hace bien relajarme entre tanto trabajo.
Quedamos vernos a las 7:00 pm a pesar del clima con ganas del lluvia, pero no me importa.. Llegué al lugar y ubique la mesa donde estaban mis amigos.
__ ¡Buenas Noches!
__ Hola Diana, amiga ¿cómo éstas? Tenemos mucho de que hablar.
Pasamos las primeras horas conversando de todo un poco y de repente observó al otro lado del bar al magnate acompañado de una mujer rubia.
No debe afectarme él puede hacer con su vida lo que quiera y sólo tengo con él un contrato forzado. Aunque creí que había algo más que una firma por la forma que hemos tenido sexo, pero me doy cuenta que no es así.
Ignoré al magnate pero cuando me dirigí al tocador me tope con la rubia, ella me reconoció diciendo:
__ Tu estabas en la gala, mi hombre nos presentó.
__ ¿Nos conocemos? No te recuerdo y ¿quién es tu hombre?
__ El magnate Gabriel Santini.
__ Que suerte tienes, yo creía que era el soltero mujeriego más solicitado de New York.
__ Si es un Rey en la cama.
__ ¡Qué bien por ti! Si me disculpas, esperan por mi.
Sentía tanta rabia que deseaba irme, cuando regresé a la mesa esperé un rato y luego me despedí de mis amigos dando la excusa que tenia que madrugar al día siguiente.
No pude evitar salir desapercibida para que el magnate no me viera, pero él estaba sentado cerca de la barra camino a la salida, estaba muy a gusto con su acompañante y se dejó besar por la rubia.
Al voltear se cruzó con mi mirada penetrante que por un lapso sentí que fue una eternidad, lo que más me duele no es que la bese a ella, Gabriel no me ha besado a mi de tantos encuentros que hemos tenido. Solo hemos estado rozando nuestros labios como reto.
Siento rabia que me trate como un objeto, me restrega en mi cara que solo soy un negocio, un contrato y me usa cuando le da la gana.
Acelere el paso para salir del lugar lo más rápido posible. Estaba lloviendo y no había taxi así que no me importó mojarme y caminé.
Escuche una voz que mencionaba mi nombre.
__ Diana, Diana, ¡espera!
Cuando volteo era el magnate bajo la lluvia, se veía tan sexy con su cabello mojado.
_ Buenas Noches Sr Santini, ¿qué lo trae por aquí?
__ ¿Diana que pasa?
__ ¡Nada! Solo voy camino a casa.
__ ¿Caminando?
__ No es su problema.
Por mi respuesta el magnate me halo del brazo para acercarme a él.
__ ¿Estás molesta?
__ ¿Porqué tengo que estar molesta?
__ Lo sentí en tu mirada.
__ Sr Santini usted puede hacer lo que le plazca con su vida, usted y yo sólo tenemos negocios en común, no debe molestarme nada en lo absoluto.
__ ¿Estás segura Diana?
__ ¡Sabe que! Le agradezco que le diga a su acompañante que no hace falta que me restregue en mi cara sus relaciones sexuales. No me interesan.
__ ¿Estás celosa?
__ Celosa, ¿de usted? Le recuerdo que usted me otbligo que firmara un contrato para que tuviera sexo a cambio de cancelar una deuda.
__ Un contrato Diana para que te coja cuando se me de la gana y a mi antojo.
__ Te detesto Gabriel Santini.
__ ¿Me detestas? Pero cuando estamos en mi cama no lo demuestras.
Nos quedamos mirando a los ojos por un rato bajo la lluvia, sentía su respiración agitada y sentimientos encontrados, hasta que saque fuerzas y dije:
__ Vaya con su acompañante Sr Santini ¡Buenas Noches!
Gabriel:
Estaba en el bar tomando unos tragos cuando Cristina llegó a saludarme, tuvimos un rato conversando cuando de repente se me acercó y me dio un beso, mi mayor sorpresa cuando reaccioné fue la mirada de Diana.
Quedé paralizado ante su presencia, se le notaba que estaba enojada, cuando salió del bar la seguí sin importar la lluvia que caía.
Discutimos y ante su posición de que la obligué a firmar el contrato, le respondí que nuestra relación es de negocios y que me la cogía según mi disposición.
Entre mi enojo del beso de Cristina y la ira de Diana, le respondí como un patán a la mujer que deseo. Debo lidiar con Diana de la mejor manera y aún más si vamos a viajar juntos.
Por otra parte tengo que poner en su lugar a Cristina, fue una atrevida por besarme y no me gusta que me utilice a su antojo.
Regresé al bar ante la ida de Diana, la deje ir ya que debo mantener mi posición de que mi interes es solo un contrato, a pesar de que me gusta como mujer. Mi orgullo supero al sentimiento.
Llamé por teléfono a Cristina mientras me dirigía a mi vehículo para retirarme:
__ Cristina, que sea la primera y última vez que me beses y te aclaro que no tenemos una relación de pareja, solo te cojo cuando me venga en gana. ¡Estamos claro! Si no te gusta mis reglas, lo dejamos hasta aquí, lo que me sobran son las mujeres.
__ Corazón no es para tanto, fue un besito nada más.
__ No beso a cualquier mujer y menos recibir besos que no deseo, así que te comportas. ¡Buenas noches!
No me gusta tratar a las mujeres de esa forma pero Cristina paso la raya y me molesta que Diana estuviera allí.
A Diana no le gusto, lo sé por su reacción y pensándolo bien a ella no la he besado, hemos tenido sexo sin limitaciones pero sólo hemos rozado nuestros labios. No se cómo reaccionare si la beso, he perdido el control solo con nuestros cuerpos y he evitado besarla.
¿Será que estaba celosa? Es una mujer apasionada, excitante dominante, sensual y una fiera. Una combinación dulce y picante. Eso me excita.
Diana:
Después de escuchar a Gabriel seguí mi camino bajo la lluvia, tome un taxi hasta mi apto no pude aguantar mis lágrimas por la forma que me trató el magnate.
Se supone que iba a relajarme con mis amigos culmine el día con ira, decepción y como una prostituta ante los ojos de Gabriel.
Recuerdo sus palabras y no puedo evitar las lágrimas, está claro que me usa a su antojo. Soy una tonta me deje llevar por la pasión entregando mi cuerpo a él.
Si eso es lo que quiere el magnate será así hasta que termine este bendito negocio que me cobra con creces por la dichosa estafa.
Tengo que demostrar profesionalidad y poner a un lado ésta situación desagradable, vamos a viajar y me tocará tragarme el orgullo y la rabia.
No te voy a dar el gusto Gabriel Santini. Te voy demostrar la clase de mujer que soy.
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Contrato entre Rivales 📝❤️
RomanceEl Magnate Gabriel Santini un hombre con poder, rodeado de mujeres y exitoso toma las riendas de la empresa familiar en New York después de haber triunfado con sus negocios en Londres desde varios años. A su regreso se encuentra con la sorpresa que...