“Voy a verlos morir a todos, yo quedaré sola. Pero el que tenga miedo a morira que no nazca.”
-AnónimoEra difícil estar en medio de una gira mundial y en el hospital con mi nana que está recibiendo quimioterapias. Al final de todo… resultó que tenía cáncer, no tan avanzado. Tenía miedo de perderla. Me dolía verla gritando del dolor que le causaba la enfermedad, quedaría internada. El propio doctor advirtió sobre el riesgo que conlleva ir de gira. Pero estaría mejor monitoreada, si se quedaba en el pent house cualquier cosa le podía pasar.
No estaba preparada para perderla, es una de las personas que me hacía estar bien. Es parte de mi equilibrio, dormía mientras podía, en las noches unos gritos se le escapaban; apenas llevaba 2 semanas de tratamiento y la pasaba mal. El insomnio que padezco ayudaba un poco, podía vigilar que nada malo le pasara; el problema era dejarla en las noches, para los conciertos. No ayudaba tampoco cambiar de ciudad cada 3 días. Pero el maldito contrato me retenía; Layra se quedaba para hacer trámites, dirán que es complicado viajar que una persona que está tratando de morir.
Lo era, pero me rendiría hasta verla bien y sonriendo como siempre lo hacía. Prometí millones a los doctores para ayudarla en la gira, estaba más pálida. Los labios agrietados y con ojeras, los años le jugaban una mala pasada. Dormía en forma fetal dejando el brazo donde tiene las intravenosas fuera de la cama; su cabello se estaba cayendo.
Yo sólo miraba alguna serie en Netflix o alguna película. No podía dormir, Sam no molestó de nuevo; mi madre y padre han estado llamando desde el accidente de la fiesta de Halloween. Por supuesto que yo no contesto, desvié mi mirada de la cama hacia la pantalla de mi laptop, eran las 5:49 am. Muchos estarían durmiendo y yo… estoy hundiéndome en el mar del miedo. Layra entró con un vaso de café y me lo dio.
—¿Dormiste bien, verdad?—preguntó sarcástica— Por supuesto ¿acaso tú no?
—Ella va a estar bien—elevé las cejas— Eso espero, Layra. Mataré a los doctores si a ella le pasa algo.
—Es mayor, Cassandra. Tal vez eso puede infringir a que la enfermedad se haga más fuerte. Pero ojalá eso no pase. Tienes que irte antes del mediodía, Taylor te vendrá a recoger.
—¿Por qué no me dejan estar con ella? Las canciones yo las escribo, yo hago la coreografía. Yo interfiero en casi todo, ¿Por qué demonios no me dejan en paz? Para poder estar con ella, ¿Qué pasa si el doctor se le ocurre un tratamiento más efectivo y no estoy con ella?
—Yo lo estaré ¿si? Ella mejorará y después lo que está pasando en estos momentos, sólo será un mal recuerdo.
—Necesito que así sea—dije malhumorada.
Taylor miró a mi nana que hace unas horas, había pasado consulta para ver si iba mejorando. El doctor con toda la alegría del mundo dijo que el tratamiento si era efectivo, pero durante más seguida fueran, mi nana tendría más dolor. Más mareos, vómitos y hasta podría sangrar de la nariz o encías.
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Ellos te juzgarán de cualquier Manera
ChickLitTodos quieren un pase gratis a la fama, Cassandra Laike lo consiguió, a sus 14 años su fama despegó, con una voz melodiosa y siendo una gran compositora y teniendo una belleza que encanta a cualquiera. Obviamente tenía ganado un lugar en la fama. Pe...