Todos quieren un pase gratis a la fama, Cassandra Laike lo consiguió, a sus 14 años su fama despegó, con una voz melodiosa y siendo una gran compositora y teniendo una belleza que encanta a cualquiera. Obviamente tenía ganado un lugar en la fama.
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“Nadie estará contigo cuando te rindas, en esta vida… nadie querrá acompañarte en tu miseria; ¿Tendrás compasión con ellos?” -Anónimo
Tomé mi celular y coloqué el patrón sólo para ver que me tenían de nuevo las redes sociales y les aseguro que nada era bueno, en el muro de mi Twitter habían ciertos mensajes de odio contra mí. También en Facebook y no podía faltar que mi canción fuese quitada de Stream, Wattson trataba de manipular a los supervisores para que mi canción regresara a las tiendas de música online, no podía faltar una rueda de prensa para las dudas que tenían 3 continentes del mundo con “My Demons”, salí del auto para ser atacada por un grupo de paparazzi. Taylor me tomó del brazo y con ayuda de los demás guardaespaldas me llevó hacia el auditorio, al entrar más flashes atacaron mi vista.
Layra tuvo que tomar el micrófono y para todo, se sentó a mi lado, al otro estaba Taylor; tomé el micrófono y Layra empezó con la introducción, todo esa basura de palabrería, me miró y me hacía señas, pero yo no sabía de que hablaba hasta después entendí que ya había germinando, tuve que comenzar con mi humillación pública. Aclaré mi garganta y llevé el micrófono a mi boca, la abría y cerré 3 veces sin saber que diría hasta que las palabras encajarón con mi boca.
—Pueden comenzar con las preguntas.
Crucé los brazos y Layra era la que daba la palabra a los periodistas, tomé el micrófono cuando una periodista soltó como toda perra y sin escrúpulos:
—Cassandra, ¿Cuáles drogas consume?—la miré mal y con las cejas elevadas.
—No sé, dime cuales has probado tú y yo te diré si las he probado yo—escupí con desdén y arrogancia.
—Siento que tomaste mal mi pregunta, ¿Quiero saber si en verdad te drogas?—reí y pase una mano por mi boca.
—No tomé mal tu pregunta, sé lo que quisiste decir y te aseguro que no me drogo. Sólo es la letra de una canción, es como los escritores y sus novelas, Stephen King jamás ha matado a niños, ni tampoco Agatha Christie le encanta anunciar asesinatos en los periódicos. Es igual con mis canciones.
Otro periodista se para y hace que la pendeja de la periodista se calle.
—Bien, a mi me gusta la letra de la canción pero ¿Consideraste que era una letra muy fuerte para tus fans que son como decirlo… adolescentes, niños?—asentí.
—Muy bien dicen que: “El que no arriesga, no gana”, sabía que la letra no era apta para mis fans aunque parte del proceso que llevé haciéndola tenía que ver mucho con ellos, la canción no es… perturbadora o no es tanto, pero quería que fuese real la canción. No saber que sólo se vino a mi mente, puede ser que hay partes que figuré de una forma especial, como el segundo párrafo—él asintió dándole el micrófono a otro periodista.
—La canción es algo magnífico pero yo quiero saber, ¿De dónde sacaste la parte que dice “ Now i sink into the hotel room thinking about how to stop fame”? ¿Estás cansada de la fama?
