Septiembre.14
Apoyé mi bicicleta sobre el árbol de la entrada de la casa e ingresé con bastante frío fregando mis brazos contra mi campera intentando calentarme. Dejé las bolsas del supermercado en la cocina y me preparé un café dulce.
Mi abuela me esperaba sentada junto a la estufa que desprendía algunas llamas. La saludé con un abrazo el cual pareció reconfortante para ambos y acerqué el sillón junto a ella.
— El otoño está acabando con nuestro patio, ¿crees que puedes ir a quitar todas las hojas secas, hijo? — dijo.
Asentí sin decir una sola palabra y coloqué el café en la mesa de la sala mientras buscaba algo de abrigo, guantes y una bolsa.
Abrí la puerta sin ganas con los ojos caídos, pero aún así pude ver el tráiler que había en el terreno baldío vecino.
Una muchacha rubia y con carácter rudo, pero a la vez despreocupado, salió de él mientras que bailaba al ritmo de una canción muy conocida para mí. Notó que la estaba mirando y se volvió hacia mí con arrogancia luego de haberme sacado la lengua.
Seguí observándola mientras bailaba y cantaba entre el pasto alto y las cajas de mudanza.
Pues esa era Naomi Twen, mi nueva, hermosa e irritante vecina que supe en ese momento que me volvería loco.

ESTÁS LEYENDO
Atrápame en el siguiente otoño
Short StoryQué desgraciada hubiera sido mi vida si Naomi no hubiera aparecido repentinamente en ella. 15/01/18