Noviembre.05
Me había imaginado junto a mi vecina rubia llena de hojas otoñales en la cabeza tomada de mi mano caminando en las calles de Wenden repletas de niños disfrazados por Halloween que pedían dulces.
Me había perdido Halloween.
Me había perdido la oportunidad de verla en un disfraz ridículo de diablo con cuernos y cola puntiaguda.
Cuando abrió los ojos por primera vez después de todos esos días los cuales no me quedaron mas uñas por morder, mi abuelita fue quien estaba con ella.
Sí, yo estaba comprando un par de cafés para Michael y Andréa, pero la noticia me hizo posponer mi tarea.
Respiraba con normalidad, parpadeaba e incluso movía los dedos, sin embargo no dijo ni una sola palabra.
***
Pasaron dos días y finalmente los médicos terminaron con nuestra tortura y le dieron el alta.
¿El problema? Ella no hacía más que llorar y abrazar a su madre o a su hermano, no quería hablar del tema, no quería siquiera mirarme.
Estaba viva y al parecer todo era mi culpa.
Una semana en total hasta que se dignó a abrir la puerta del tráiler por su cuenta y observar mi aspecto incorregible, no había podido dormir por semanas y las ojeras se rehusaron a alejarse por completo de mi cara.
— Vete Calum.
— Naomi...
— Vete.
Y como siempre, hice lo que me pidió.
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Atrápame en el siguiente otoño
Historia CortaQué desgraciada hubiera sido mi vida si Naomi no hubiera aparecido repentinamente en ella. 15/01/18