Había llegado a la empresa de mi padre, como siempre captando la atención de todos los presentes hasta desaparecer por el elevador. Detestaba usar ropa formal, asi que siempre vestia informal pero decente cuando venia a este lugar; jeans ajustados negros, camisas de botones remangadas hasta el codo, y zapatillas oscuras.
-Buenas tardes señores- Salude a los seis hombres que de inmediato se pusieron de pie ante mi llegada. -Bien, quiero que esto sea rapido- Dije levantando mi brazo izquierdo para observar mi reloj. -Asi que... den lo mejor de si en los próximos diez minutos.
Rapidamente ocupe mi puesto, y coloque todo lo que necesitaba frente a mi; laptop, libreta, bolígrafo y teléfono.
Estábamos en una de las tantas salas de reuniones, frente a mí, una mesa con cuatro sillas a cada lado, dos de ellas siendo ocupadas por mis asesores, una por mi chofer, Marcos, y las otras tres por el Señor Flamcourt y sus dos asesores.
-Señorita Jauregui, me presento, mi nombre es...-
-Si, si, si... ya se su nombre, solo otorgue una razón sensata del porque debo comprar su empresa y todo sera mas facil- Dije escribiendo rápidamente en mi computadora sin mirarle.
Después de cerrar la boca por la pequeña sorpresa de mi atrevimiento, susurro un breve ''de acuerdo'' mientras dejaba a sus asesores seguir.
-Bien, supongo que iremos directamente al grano-
-Por favor- Dije sin despegar mi vista de la pantalla.
-Actualmente el área de negocio de Saint-Gobain es la ingeniería de materiales. Se centra en los sectores del vidrio, los productos de construcción y los materiales de alto rendimiento. Saint-Gobain vende en todo el mundo. Sus cifra de ventas es superior a 40 000 millones de dólares...- Y blah blah blah blah blah.
Mientras los tres hombres frente a mi cambiaban de lugar cada treinta segundos solo para decir algunas palabras que leian de un papel arrugado como si fuera exposicion de colegio, no podía dejar de pensar en Camila.
Por alguna razon ella abarcaba mi mente, y no puedo creer que su pequeño intento de llamar mi atención de verdad funcionara, sabía que Austin no la estaba tocando, Camila es virgen y lo se... cuando era más hormonal en vez de ver videos pornograficos lo que hacia era buscar informacion acerca de la anatomía de la mujer, me fascinaba el saber como satisfacer a una mujer y como saber ciertas cosas de su evolución.
Y gracias a eso se cuando una mujer es virgen y cuando no... y jamas he fallado.
Pero a pesar de todo, tenía un objetivo... y Camila no podria contra el.
-Y eso me lleva a la siguiente pregunta...- Las últimas palabras de Daniel me sacaron de mis pensamientos. -¿Esta dispuesta a comprar Saint-Gobain?- Dijo una sonrisa falsa de confianza y seguridad.
Finalmente levanté mi mirada para observar a las personas frente a mi, entrecerre mis ojos y fruncí mi ceño, haciendo como que de verdad estaba pensando en la respuesta.
-Mmm, Ana...- Mi asesora poso su mirada en mi. -¿Tu que piensas?
-Bueno la empresa es reconocida mundialmente y... el informe de ventas lo dice todo. -Dijo con una sonrisa.
-Mmm- Asentí ante su respuesta, suspire fuertemente y mire a mi otro asesor. -¿Jacob?
-Como dijo Ana... el informe de ventas dice mucho- Sonrió levemente.
Ya podía ver el baile de los franceses ante mi respuesta lastima que son como la mayoría de ''empresarios''.
-¿Y si las entradas son tan altas y asoman incluso ir más a allá de lo imaginado como expusieron en su... discurso barato, ¿porque vender la empresa?- Dije con un tono sarcastico y burlon.
-Bueno y-yo...- Trato de hablar Daniel.
-Sabe señor Flamcourt, estaba muy impresionada por el nivel de ventas que la empresa tuvo en el último año...- Expuse con una sonrisa. -Y... lo que mas me impresiono fue que... el ochenta por ciento de las ventas de este mismo año todas fueron pedidas y entregadas en 9, rue de Longchamp Neuilly, Ile-De-France, 92200...Francia... su actual casa en la que vive con su familia- Dije con una sonrisa arrogante observando los rostros desencajados de los tres franceses.
-Marcos, por favor quiero a estos hombres fuera de este edificio y encargate de pedir al periódico un segmento acerca de esto, no permitire que traten de estafar a nadie. -Dije tomando mis cosas para salir de ahí escuchando los gritos o mejor dicho insultos de los hombres.
-Viste todo eso ¿verdad?- El me observó con una sonrisa de orgullo y asintió.
-De hecho hija, todo el edificio lo vio.
Solté una carcajada y abraze a mi padre.
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¿Que tal? Opiniones? Me siento rara con este capítulo.