Eres tú | Joel Pimentel

8.Fiesta de Regina.

-No, ya no tengo ganas -me pare del sillón dispuesta a irme y Joel me pidió que no me fuera.

-¿No te vas a llevar tu mochila? -Joel la abrió y se cayo al suelo la ropa de Erick.

-¡oye!, ¿por qué abres mi mochila? -grite molesta.

-¿Por qué tienes ropa de hombre aquí? -se quejó enojado.

Me quede pensando durante unos minutos ya que no podía decirle la verdad.

-Es de mi hermano -mentí.

-A tu hermano no le gustan los Rolling Stones -miró la camiseta y luego a mí muy enojado- esto huele al perfume de Erick.

-Es de Erick, ¿ya estás contento? -apreté los labios.

-¿Por qué me engañas con él? -gritó y me apretó de los brazos mientras me jaloneaba.

-El fue por mí cuando me dejaste plantada -grite con fuerza.

-Y ¿por eso te acostaste con él zorra? -me soltó y sus ojos se cristalizaron.

-Yo no me acosté con él -fruncí el ceño- soló me presto ropa, la mía estaba empapada gracias a tí -lo empuje y me salí corriendo hasta llegar a mi casa.

Me metí a bañar y me arregle para ir a la fiesta de Regina, necesitaba olvidarme de Joel durante toda la noche. Baje a la sala y Paola ya estaba esperándome.

-Y ¿los demás? -pregunte confundida.

-Ya se fueron a la fiesta, les dije que allá los veíamos

-¿Van a ir a la fiesta? -pregunto Chris saliendo de la cocina.

-sí y supongo que tu también ¿no?

-¿las llevo? -dijo mientras se acercaba a Paola y no la dejaba de mirar.

-¡Alejate gato! -lo empuje- pero... si quiero que nos lleves a la fiesta

-Deja de ser celosa -abrió sus brazos y me dio un abrazo de oso.

[...]

Me la estaba pasando increíble en la fiesta junto a mis amigos hasta que Paola se desanimo un poco y se fue a sentar a una silla que estaba en la esquina. Sin pensarlo dos veces deje de bailar y la seguí hasta donde estaba.

-Paola ¿qué pasa?

-Mira quien llego -me apunto hacia donde estaban Zabdiel, Richard y Karina y ahí estaba Erick platicando con ellos como si nada.

-¿Vas a dejar que Erick te arruine la noche? -alce una ceja.

-No puedo verlo -una lágrima paso por su mejilla

-No debes dejar que él te controle -la tome del brazo y la lleve hasta donde estaban nuestros amigos incluyendo a Erick, de primero el ambiente se puso algo tenso por que Paola y yo estábamos enojadas con Erick, ella por que el era un coqueto y yo por lo que había pasado en su casa, pero después todos estábamos disfrutando de la fiesta.

-Nos vamos -sentí una mano apretando mi brazo y queriéndome llevar a la salida. Era Joel.

-Yo no voy a ninguna parte -Me solté de su agarre y él me miro muy molesto.

-Déjala estar en la fiesta, tu no tienes derecho a llevártela -Dijo Paola.

-A ti te quería ver -Dijo Joel mientras agarraba a Erick de la camiseta. De un momento a otro ya todos los de la fiesta los estaban mirando para disfrutar de la pelea.

Erick le lanzo un golpe en la cara a Joel para tratar de safarse pero lo único que logro fue que Joel le diera una golpiza hasta dejarlo tirado en el suelo.

-No quiero que vuelvas a acercarte a mi novia ¿entendido?, ni siquiera le hables para pedirle tu ropa imbécil.

-¿Estuviste con Erick? -Paola abrió la boca de la impresión y se fue corriendo.

-¡Paola espera!, no es lo que crees

-Ya te dije que nos vamos -Está vez Joel me tomó más fuerte del brazo y me obligo a subir a su camioneta.

Durante todo el camino me la pase llorando del coraje, odiaba que Joel fuera tan agresivo, era obvio que mis amigos ya no me iban a hablar después de lo que había sucedido.

Me baje y entre de mala gana a la casa del jefe de Joel, me senté y me crucé de brazos.

-Ya estarás contenta ¿Verdad? -Se lavo las manos que estaban llenas de sangre y se sentó junto a mí- ¿Qué estabas haciendo en esa fiesta con Erick?

-Regina me invito -mire hacia el suelo con miedo- ¿Tu que hacías ahí?

-Regina también me invito.

-Claro -rodé los ojos- como te acostaste con ella.

Me dio una cachetada y yo sólo me toque la mejilla, realmente me había dolido y más por que Joel nunca antes me había pegado.

-Deja de decir estupideces, y ahora vamos a seguir en donde nos habíamos quedado, me empujo al sillón y se quito la camisa y el pantalón.

-Joel, yo no quiero -intente levantarme pero el no lo permitió.

-No es cuando tu quieras -me quito la ropa y me empezó a besar y a tocar de una forma asquerosa. Me obligo a hacerlo y no se sintió nada bien.

-¿Por qué tienes esa cara? -Joel me miro serio.

-Me violaste Joel -lo dije en un hilo de voz.

-No seas ridícula, eres mi novia.

-Pero yo te dije que no quería. -Las lágrimas me empezaron a salir desesperadamente.

-Mira, deja de decir tonterías y ya duérmete. -Me tapo y me dio un beso en la mejilla.

-Yo no me voy a quedar aquí -fruncí el ceño.

-Sí, aquí te vas a quedar, por que me da flojera conducir hasta tu casa, así que duérmete y ya mañana te llevo -se acostó junto a mí dándome la espalda y se durmió.

¿Por qué Joel se había convertido en un monstruo?, fue la pregunta que estuvo dando vueltas en mi cabeza durante toda la noche hasta que me quede dormida.

[...]

Abrí los ojos poco a poco, mi cabeza dolía y estaba a punto de estallar.