15.Viernes hay ilusión.

974 105 12
                                    

Se quitó la ropa que estaba empapada y me quito la poca que me quedaba, y aunque yo había dicho que no, hicimos el amor en mi cuarto.

—Me encantó —me dió un beso en la mejilla.

—Joel, ponte la ropa —le ordene.

—¿Por qué? —hizo un puchero y me tomo de la cintura— quiero quedarme aquí contigo.

—Porque mis padres pueden llegar en cualquier momento.

Los dos nos pusimos la ropa seca y bajamos a la sala para tomar un chocolate caliente mientras platicábamos y Joel me tenía recargada en su pecho.

—Nats, tú ¿Con quién perdiste tu virginidad?

—¿Qué? —me atragante con el café.

—tengo curiosidad —se encogió de hombros.

—De acuerdo —asenti— si tú me dices, yo te digo.

—La perdí a los 14 años, y la chica se llamaba Brenda, sigues tú

—A los 15 con... —solte un suspiro— con Erick.

—¿Qué? —pregunto muy enojado— no tienes idea de cuánto lo odio.

—Tranquilo —deje mi café y el suyo en la mesita— eso ya pasó.

—Pues no parece, ayer estabas muy contenta con él

—Solo me acompaño a comprar un vestido, no seas tonto —dije con fastidio— y ya vete que mis padres ya van a llegar, ellos no te pueden ver aquí por qué saben que terminamos.

—Pero... Ya volvimos ¿No? —fruncio el ceño.

—Joel, me encantó estar contigo hoy, pero eso no quiere decir que hayamos vuelto, tu no haz cambiado.

—Y ¿Tengo una esperanza de volver contigo?

—Si, pero necesito que cambies de verdad.

—Te prometo que voy a cambiar —me dió un beso en los labios— ya me voy para no tener problemas con tus padres, pero nos vemos mañana.

[...]

Al día siguiente me levanté muy feliz, baje a la cocina para desayunar un cereal, y solo estaba mi hermano tomando un café.

—Te perdiste la fiesta Natalia.

—¿Qué paso? —me senté con mi plato de cereal.

—Erick se beso con Regina y Paola los descubrió, luego se pelearon por Erick y al final Paola lo dejo, y ahora yo estoy saliendo con ella.

—¿Qué? —lo miré asombrada.

—Tu sabes que Paola me gusta desde hace mucho.

—si ya lo sé pero... ¿Tu no eres amigo de Erick?

—Si lo soy, pero Erick le dijo a Paola que no estaba enamorado de ella, que el estaba enamorado de otra chica.

—Supongo que de Regina.

—Sabes muy bien que el hablaba de tí —entrecerro los ojos— pero a ti te gusta el imbécil de Joel.

—Buenos días —dijo mi papá y se sentó junto a mi madre en la mesa.

—Natalia, ¿Por qué te fuiste de la fiesta? —pregunto mi mamá.

—no me sentía muy bien y preferí venir a casa.

—No mientas —dijo mi padre— vimos cuando te fuiste detrás del vago ese.

—Entonces no me pregunten —conteste molesta.

—Dijiste que habías terminado con el —dijo mi padre.

—y lo hice, yo no sabía que el iría a la graduación. —me pare de la silla y tocaron el timbre, así que aproveche para abrir.

—Buenos Días, carta para la señorita Natalia Vélez —el hombre me entrego el sobre y subí corriendo a mi cuarto para poder leerla.

Yo sé que ya no somos novios por ahora, pero me gustaría agradecerte por todo lo que me haz dado. La primera vez que Christopher me invitó a cenar a su casa fue cuando te conocí realmente. Me hiciste reír con tus chistes malos, te hechaste la culpa cuando tiré por accidente mi vaso de refresco y me mostraste tu colección de donas de peluche, ahí supe que tú eras la indicada, y aunque era muy difícil estar contigo porque tu hermano no lo permitiría y Erick tampoco, ya que era tu novio en ese momento, el amor triunfo.
Cometí una estupidez al meterme en un mal trabajo, y ponerle más atención que a ti, pero eso no quiere decir que haya dejado de quererte, te amo más que nunca ahora que te perdí.
Me gustaría devolver el tiempo para que tú y yo estuviéramos bien, pero no puedo hacerlo.
No sé qué pasará después con nosotros, tal vez vamos a estar juntos o tal vez no, por eso quiero hacerte saber ahora mismo lo que significas para mi, y quiero que sepas que te amo tanto, que si tengo que dejarte por tu bien lo voy a hacer, tendré que aprender a vivir sin ti.
Aunque si lo hago voy a extrañar que estés conmigo cuando todos me dejen solo, tu risa tan contagiosa, tus ojos grandes y llenos de brillo, tus abrazos, tus besos, tus ocurrencias, tus caras chistosas, tus golpes en el brazo, tú ceño fruncido, tu belleza, tu dulzura, tus peleas, a tu familia, y lo más importante el amor que me tenías, por qué sin importar mis errores, tu estuviste a mi lado todo el tiempo.
Voy a guardar todos los te amo que me dijiste como un tesoro, en caso de que ya no los vuelva a escuchar otra vez, cada foto, cada carta y cada regalo que me diste.
Tal vez no fuiste mi primer amor, ni yo fui el tuyo, pero siempre serás el amor de mi vida.
Joel Pimentel.

Apreté la carta contra mi pecho y comencé a llorar, tenía mucho tiempo sin recibir una carta de Joel, tal vez era lo que más me gustaba de él, pero dejo de hacerlo por un tiempo cuando empezó a tener dinero para regalos.

Tal vez estaba a punto de perder al amor de mi vida y tendria que afrontarlo.

Todo era tan triste, la depresión se apoderaba otra vez de mí, yo amaba a Joel, pero eso no bastaba para estar a su lado.

Eres tú | Joel PimentelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora