III

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Camila POV

La camioneta se detuvo en la entrada de la casa de Dua y después de bajar, ella me pidió que la esperara adentro mientras hablaba con Gal.

Caminé por el pasillo de la casa hasta llegar a la puerta del final y giré el seguro de la habitación de juegos para entrar.

Todo seguía en el mismo lugar, tal y como lo recordaba. Cuando Dua estuvo fuera de casa no me atreví a entrar de nuevo, después de lo que pasó la última vez aún tenía el recuerdo.

Las rosas, las cadenas en mis manos, la manera de obligarme a complacerla, mi humillación, su beso entre la sangre de mis labios...

Todo lo tenía grabado en mi mente como si hubiera sucedido segundos antes, aunque en realidad ya habían pasado meses.

Ella...

¿Hasta dónde es capaz de llegar?

Antes de imaginar la respuesta, sentí el anillo en mi dedo. Recordándome que ahora era oficialmente su novia.

Caminé lentamente por la habitación, admirando los objetos sexuales que estaban expuestos, sabía que algunos podían ser para placer y otros para tortura pero habían demasiados que no conocía y tampoco tenía idea de cómo funcionaban o la manera en la que se colocaban para jugar.

"Camila".

Dua me llamó, capturando mi atención al instante. Ella estaba apoyada en el umbral de la puerta, observándome.

"Sólo tenía curiosidad".

Entre mis manos sostenía un cinturón de cuero que tenía un soporte entre las piernas, que se sujetaba por varios seguros métalicos.

"Es un arnés..." no terminó de hablar.

Miré de nuevo el objeto mientras escuchaba sus pasos firmes hacia mí.

"¿Cómo se supone que funciona?".

Dua ya se encontraba a mi lado, atenta en lo que hacía.

"Cariño, ¿podemos ir a la otra habitación?".

Estaba desviando la respuesta a mi pregunta mientras sujetaba el arnés, pero la detuve.

"¿Quieres enseñarme a utilizarlo?".

"No lo creo, vamos".

Intentó retirar el arnés de mi mano nuevamente, pero no se lo permití.

"Enséñame".

"No".

"Hazlo conmigo".

"Camila, no puedo...lo que te dije es verdad, quiero intentar cambiar esa parte mala de mí".

"Pero no tenemos que hacerlo como dominante y sumisa, sino como pareja".

"No".

Algo en su expresión me indicaba que estaba firme en su negación.

Necesito convencerla. Jodida curiosidad.

Dejé caer el arnés en el suelo y me abracé a su cuello, jugando con su collar antes de atraerla hacia mí para que mis labios se unieran a los suyos.

Ella me sujetó para acercarse más, así que me aparté de sus labios y sonreí al verla confundida.

La iba a dejar con ansias de más.

"Te amo" susurré casi encima de sus labios gruesos.

"Y yo a tí".

"Esta es tu primera noche como mi novia...y me encantaría acompañarte pero ya debo irme a dormir".

INTO IT • duamilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora