Camila POV
"¿Camila Cabello?".
"Sí, yo misma".
El chico sonrió y extendió el tablero para que firmara.
"¿En dónde dejo mi autógrafo?".
"Aquí" señaló la línea de la firma y marqué mi nombre en manuscrita.
"Muchas gracias".
"A usted". Sonreí al sostener el gran arreglo de flores y me despedí del chico.
Rosas rojas. Mis favoritas.
Busqué la tarjeta, ahí estaba su letra con una caligrafía perfecta.
Feliz aniversario, mi amor. Seis meses de viaje. Seis meses de locura.
Con cariño, tu chica.
P. D. Esta noche es nuestra.
No dejaba de sonreír. Coloqué las flores en el gran recipiente y miré el reloj.
Tenía tiempo para bañarme, buscar el vestido especial y prepararme para la cena. Hoy anunciaba mi compromiso.
Cuando terminé, esperé algunos minutos en el sofá. Me sentía nerviosa, no podía creer todo lo que había sucedido. Miré hacia mi mano donde descansaba el elegante anillo.
Alguien llamó a la puerta y me sorprendí demasiado, había estado admirando los detalles de aquella joya.
Cuando abrí la puerta, ahí se encontraba ella.
Perfecta con ese vestido negro y sus labios rojos. Alta y con las curvas de su cuerpo remarcándose con la ropa. Una sonrisa apareció por su rostro y me dio un beso rápido sobre los labios.
"Gal".
"Hola amor, ¿nos vamos?".
Asentí y acompañé a mi novia hasta el vehículo. Ella ahora se dedicaba a los negocios en la bolsa de valores de la capital británica. Uno de sus amigos la había recomendado en el banco principal de Londres y su desespeño fue excelente que ascendió de puesto en el segundo mes.
Yo me dedicaba a dar clases en la Academia de Artes en el centro de Londres. Era maestra de pintura por medio tiempo. Y a veces ayudaba a mi amiga Emma con sus clases de escultura.
Mi vida ya parecía organizada y libre.
Nunca me imaginé vivir de esa manera. Todo había pasado demasiado rápido.
Cuando llegamos a la recepción del salón, la familia de Gal y sus conocidos nos saludaron. Mi corazón comenzó a agitarse cuando sentí como su mano se enlazó con la mía antes de iniciar con su discurso.
Ella estaba orgullosa de tenerme a su lado.
"Esta bella mujer me ha salvado hasta cuando olvido respirar, es por eso que esta noche quisiera anunciar mi compromiso con la señorita Camila Cabello".
Selló mis labios con uno de sus cálidos besos y sostuvo mi mirada al sentir felicidad.
"Te amo Camila".
"Y yo a tí, Gal".
Levantó su copa hacia mí y después hacia los asistentes. Bebió un poco de champagne y me colocó el anillo. Ella llevaba en su mano uno idéntico.
Sus labios me atacaron en el camino de regreso a nuestro departamento. Y entre risas y caricias desesperadas logramos abrir la puerta.
Me retiré los tacones y ella hizo lo mismo antes de avanzar hacia mí.
