XI

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Gal POV

Miré hacia la chica de mi lado, seguía durmiendo. La sentía demasiado frágil y destrozada por culpa de una persona que poco demostraba su interés por ella.

Me levanté de la cama y caminé hacia mis cosas. Me vestí con la ropa oscura y guardé lo necesario para mis planes. Rebusqué entre mis bolsillos para obtener la llave de la motocicleta y sostuve la tarjeta de acceso de la habitación para salir y entrar del hotel sin problemas.

Cuando llegué afuera de la habitación, me aseguré que nadie más notara mi presencia a esa hora. Eran poco más de las 2 de la mañana.

Crucé la recepción y salí del hotel, subiendo a mi motocicleta para alejarme del lugar.

Presioné mis manos en el manubrio y disminuí mi velocidad cuando me acerqué a mi objetivo. El bar Control mostraba una gran iluminación roja y se escuchaba el ruido que provenía del interior.

Me detuve en el primer espacio que encontré cerca de la entrada y acomodé mi ropa.

Cuando crucé por la línea de entrada, el ambiente de desastre cubrió mis sentidos.
Los gritos y silbidos se escuchaban desde varios puntos del bar. Sentía la mirada de la mayoría de los hombres.

Me detuve en la barra y la mujer que atendía, se sorprendió.

"Cariño, parece que estás perdida por aquí, ¿qué puedo servirte?". Enseñó más aquél escote grotesco y clavé mis ojos en su mirada.

"Ayer estuvo aquí el hombre con el tatuaje de león". Recordé la información que Shawn me había dicho acerca de los hombres que habían atentado contra Camila.

"Lo siento lindura, pero no puedo ayudarte, aqui vienen muchos clientes con tatuajes".

"Te voy a ayudar con la memoria, es un hombre alto, con barba recortada y cabello castaño, estaba con un grupo de amigos".

"Hay muchos que pueden ser" negó.

"Tiene ojos verdes...y hoy regresó aquí con un golpe en el ojo".

La mujer dudó y esta vez pensó mejor su respuesta.

"Ya sé a quién te refieres, ¿para qué lo buscas?".

"Sólo quiero ver cómo sigue con ese golpe en el ojo".

La mujer intentó sostener mi mirada, pero terminó por apartarla. Del bolsillo trasero saqué un billete y se lo extendí.

"Sólo necesito que me digas una ubicación y los 100 dólares son tuyos... De cualquier manera voy a encontrarlo, y sería mejor que tú te quedes con el dinero a que otra persona me ayude".

La mujer sujetó el billete y se reclinó en la barra para hablar más bajo, sólo para que yo la escuchara.

"Después de salir de aquí, se dirige a la Taberna Roja, pero hace poco que se fue, seguro lo encontrarás en el camino".

Asentí y me levanté del asiento. Un hombre chocó intencionalmente conmigo e intentó tocarme.

"Pones una mano encima de mí y olvidas lo que siente tener un brazo".

Dijo algo más pero lo ignoré, sólo caminé hacia la salida y miré a mi alrededor.

Las calles hacia la Taberna Roja eran solitarias y oscuras. Conocía el camino porque ya había buscado a Camila por ahí.

INTO IT • duamilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora