Dua POV
El vuelo a Jamaica se había dividido en dos partes, Camila y Gal viajarían de primero en el jet privado y después yo me encargaría de llegar, porque tenía que dejar toda la empresa en orden y el tiempo había sido limitado.
Camila al principio protestó por la idea, tal vez pensó que nuestras "vacaciones" serían a solas pero no podía arriesgarnos de esa manera. Ahora no sólo tenía que preocuparme de Elizabeth Grant, también tenía que mantener a mi novia alejada de Ferragni.
"Señorita Lipa, hemos llegado a Puerto Antonio" la guardaespaldas de mi chica estaba informándome a través de la llamada.
"Correcto, ¿y cómo se encuentra Camila?".
"Algo inquieta, ya quiere verla... Está aquí a mi lado, ¿quiere hablar con ella?".
"No te preocupes, ahora mismo la llamo".
"¿Tiene alguna indicación para nosotros?".
"Para los demás no, sólo que cumplan con su deber... Para tí si tengo una indicación especial".
"La escucho" podía imaginar la mirada fría y desafiante de Gal esperando por mis palabras.
"No pierdas de vista a Camila, protégela todo el tiempo, en unas horas estaré por ahí pero necesito tener la seguridad de que va a estar bien".
Escuché la voz de Camila al otro lado de la línea, estaba preguntando por mí.
Sonreí. Maldición.
"Usted debe saber perfectamente que Camila está más segura conmigo que en cualquier otro lugar".
Por el tono de su voz, ella parecía irritada.
"Lo sé, pero puedes demostrarlo hoy una vez más...debo colgar, avísale a mi novia que ahora mismo la llamo".
Colgué y marqué el siguiente número mientras subía al helicóptero, en el primer timbre me respondió.
"Dua, ya quiero que estés aquí, es hermoso, realmente me encanta".
De nuevo sonreí al escucharla.
"¿Ya llegaste a la casa?".
"No, estamos en camino".
"Bien, en el equipaje donde se encuentra tu ropa tengo una sorpresa para nosotras... nuestra habitación es la primera con vista al mar".
El pilotó indicó que me colocara el cinturón de seguridad.
"Entonces te espero en casa, y... ¿vas a tardar mucho? ".
"No linda, de hecho ya debo terminar nuestra llamada para iniciar el viaje, antes del mediodía me encontraré junto a tí".
"De acuerdo, que tengas un buen viaje".
"Gracias señorita Cabello... y antes que lo olvide, hoy tengo una fascinación por el rojo, usted ya sabe que hacer".
Terminé la llamada y el piloto me indicó el mapa del camino que seguiríamos. Cuando las hélices se encendieron, me sentí más ansiosa.
Durante el viaje, hicimos una escala en Cuba, deseaba regresar ahí con Camila. Sólo fueron un par de horas para retomar el vuelo.
Lo primero que se visualizaba desde el aire era la isla verde en medio del Mar Caribe, el agua de azul oscuro se aclaraba al llegar a las costas. Nos acercamos al helipuerto, casi en medio de la vegetación tropical.
Cuando bajé del helicóptero, sentí el fresco viento de la isla. La última vez que había estado ahí ya tenía casi dos años, y el motivo fue completamente diferente.
