Satisfecho con su vida ordinaria, Jinhwan es una especie de gusano. Sin embargo, su cómodo estilo de vida se desvía de repente cuando accidentalmente se sumerge en el mundo de las sirenas. Enredado en una maldición, Jinhwan aprenderá que el mundo pu...
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▬POR BOBBY▬
Podía escuchar el sonido de las gaviotas volar por el cielo azul de aquella tarde; aquel cielo que se hallaba adornado por aquellos numerosos aleteos, mismos que se movían en un vaivén vertical, de arriba hacia abajo. Esas numerosas aves jugueteando entre ellas volando por los cielos como si no existiese tiempo o límite alguno; el observarlas siendo de esa manera hacía que yo fuese capaz de sentir empatía alguna entre ellas y yo, yo quien se hallaba caminando por la orilla del mar descalzo, sumergido en mis pensamientos acerca de aquel abrazo entre Jinhwan y yo. Pensando como si no hubiese límite alguno. «¿En qué estaba pensando?» susurré en medio de un sonrojo carmín en mi rostro, el mismo que cubrí con mis manos hallándome tímido al momento pues realmente en ese momento no me encontraba en mi sano juicio, ¿cómo porqué abracé a Jinan en ese momento? Estaba totalmente fuera de contexto.
«Aún puedo recordar su mirada puesta sobre la mía, un instante más, y quizá hubiera...lo hubiera besado...» pensé.
-De ninguna manera -susurré deteniendo mi paso sobre la arena, abrazándome de piernas totalmente tímido y cubriendo mi rostro, sintiendo el como las olas de mar golpeteaban ligeramente contra mis pies descalzos-. Jiwon, de verdad eres un idiota...
Realmente me encontraba perdido en aquellos tontos pensamientos hasta que el escuchar de fuertes chapoteos me obligó a salir de aquel trance ridículo en el que me hallaba sumergido. Giré mi mirada encontrándome con una juguetona Hanbyul, tan juguetona pero descuidada a la vez, quien estaba decidida a adentrarse más hacia al mar de no ser porque la tomé de su diminuta cintura deteniendo su paso.
-¡Wow, Hanbyul! -exclamé-. ¿A dónde crees que vas?
-¡Me pareció ver un gran pez por allá! -dijo en aquel momento elevando su pequeña manita señalando entonces hacia el horizonte.
-Incluso si hubiera uno, ya te dije que podrías extraviarte -añadí en un preocupado tono-. La marea de hoy es muy fuerte para alguien de tu tamaño....
-Pero Jiwon...
-Pero nada -interrumpí cediéndole mi mano para que así pudiese tomarla pues de ninguna manera podría dejarla andar sola por ahí-. Ahora ven, toma mi mano.
