Aprobación

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Katsuki Bakugo

Conforme pasaron los días la situación iba mejorando, cada día me sentía un poco mejor, extrañaba a mi madre, si, pero ahora comprendía que ella ya no estaba sufriendo y así estaba mejor, mi relación con Shoto fue mejorando más y más, aprendí cosas nuevas sobre el, como que tiene el sueño más pesado que un oso en hibernacion, que es un niño mimado cada que despierta y que es más bipolar que una adolescente.


Esta mañana desperté antes que Shoto, dispuesto a bañarme ya que la noche anterior terminé demasiado sudado y lleno de fluidos, por obvias razones, ahora me sentía jodidamente sucio, traté de levantarme, grave error, un fuerte dolor se situó en mi cintura y espalda baja, carajo, Shoto nunca había sido tan rudo durante el sexo, hasta ayer dejó salir ese lado.

Debido al movimiento que estaba causando tras tratar de ponerme algo de ropa Shoto se despertó entre comillas ya que estaba un poco soñoliento.

- Aún no te vayas - me tomó de la cintura y jaló hasta el para abrazarme - Quedate un poco más.

- Mierda Shoto, estoy sucio, tengo que bañarme - apretó más su agarre - Tu igual deberías meterte a la ducha.

- No quiero - dijo haciendo un puchero, ahí estaba su faceta infantil - Pareces un niño mimado, ahora dejame de una maldita vez, quiero pararme.

- Por lo que vi hace un momento no puedes - mencionó mostrando una sonrisa pícara - Quieres que te ayude?.

- No necesito tu jodida ayuda - reproche - Y si no puedo pararme es por tu maldita culpa.

- Ayer no te quejaste - Listo, iba a matarlo, tome una almohada y la puse sobre su rostro simulando que lo iba a  asfixiar - Ya ya, te suelto, qué hora es?.

- Las 9 - no terminé de hablar, Shoto se había parado a la velocidad de la luz para darse una ducha rápida y desayunar un simple café.

- Lo siento pero se me hace tarde para mis clases - dijo mientras se ponía los zapatos entre saltos y tomaba su mochila - Me tengo que ir Katsuki, nos vemos en unas horas.

Junté todas las fuerzas de mi cuerpo y me pare para darle un pequeño beso en los labios, ya eran demasiadas las veces que se quejaba de lo poco cariñoso que era y se volvió una costumbre hacer este tipo de cosas.

Me dio una tierna sonrisa y se fue cerrando la puerta del cuarto tras de si, al escuchar que la puerta principal era cerrada me desplome en la cama, mierda, no debí haber hecho eso, mi espalda me estaba matando.

Me acosté un poco más de tiempo, aunque no me cobije, simplemente me recoste y mire el techo mientras mi mente se encontraba en mi propio mundo, después de un tiempo decidí levantarme, con esfuerzo logré hacerlo, si lo pensaba bien, no era un dolor insoportable, solamente no estaba acostumbrado a este tipo de dolor.

Me metí al baño para tomar una ducha, me acomodé en la tina y relaje, me sentía demasiado cansado, empecé a tallar mi cuerpo para retirar todo rastro de lo que había pasado la noche anterior, noté un sin fin de marcas en todo mi cuerpo, principalmente en el cuello y en las piernas, aunque nunca lo voy a admitir en voz alta, era jodidamente excitante que Shoto me marcará de esa manera, aunque yo no lo dejaba libre de alguna marca en su cuello o clavículas.

Tenía la suerte de que aún me quedaban días libres en la universidad, así podría preocuparme un poco más por mi mismo, he notado que últimamente Shoto ha estado un poco más ajetreado por la universidad, para no mencionar que siquiera le da tiempo para relajarse, y debido a lo que ha pasado últimamente ha estado demasiado estresado, así que no quiero preocuparlo de más si nota que no me cuido.

Más Que Un Tutor? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora