Los cañones volvieron a sonar tan pronto sentí el frio invierno en mi piel. Una tras otro, cada uno retumbando en mis oidos. El clima comenzo a cambiar nuevamente mientras corria. Ojas cafes y rojosas brotaban de las dramas sacas de los arboles, la nieve se derretia bajo mis pies, pero la briza fria no desaparecio por completo. Al parecer, mi mundo cambiaba con el disparo de los cañones, como si estuviera dentro de una drama donde nuevas escenas eran pintadas bajo la dirección del director.
El dolor en todo mi cuerpo no me permitia correr de prisa, por lo que no habia sido capaz de llegar lejos de la mansion. No fue hasta que me aleje quince metros al menos que comence a escuchar las voces. Esta vez no eran las risas que venian junto con los cañones, simplemente dos voces; un hombre y una mujer.
No tuve el valor de no detenerme a escuchar.
_ Te casaras conmigo y viviras._ dijo la voz varonil._ No importa lo que los demas digan, no te permitire morir.
La mujer, entre sollosos y llanto, le respondio a el con una voz llena de ternura y sin remordimientos._ Pase lo que pase, nunca dejes de amarme, porque yo no lo hare.
_ ¡Collins!_ La voz de K se escucho a la lejania, y las del hombre y la mujer desaparecieron. Nunca llegue a ver sus rostros, ni siquiera supe si realmente estaban alli. Pero su conversacion fue como un vivo recuerdo que estoy seguro de haber vivido anteriormente. Como si fuera yo mismo quien estuviera conversando con aquella mujer. _¡Collins!_ gritaba K nuevamente, sali de mi trance y comence a correr.
Esta vez me fue mas facil correr gracias a que no hacia tanto frio en el estado de otoño en el la isla se habia transformado. Sin embargo, mi velocidad y fuerza no se comparaban con la pelirroja que me perseguia. Con solo un pestañar de mis ojos, ella ya estaba junto a mi. Sin dudarlo por un segundo, me golpeo en mis piernas, provocando no solo que dejara de correr, sino tambien que diera vueltas y chocara con un arbol. Todo mi cuerpo estallo en dolor, no podia siquiera decir en que parte estaba herido. Era incapaz de moverme nuevamente.
Ella se acerco a mi lentamente, y me observo con su fria mirada. Sus ojos ya no era verdes, volvieron a ser del mismo gris que eran cuando la conoci. Se acerco sigilosamente a mi, me tomo del menton, y pusos sus labios sobre los mios. No fui capaz de sentir nada, mas que un inexplicable frio en todo mi cuerpo. Sus frios labios sabian a los de Kharlotte.
_ Mereces morir por todo el daño que me has hecho._ susurro en mi oido.
Levante la vista, la mire a los ojos esperando encontrar el brillo verde en ellos; pero solo fui capaz de ver el frio gris nuevamente.
_ ¿Que es lo que te he hecho?_ pregunte. Mi voz apenas fue audible para mi, pero ella parecio escucharla claramente.
Antes de responder, K sonrio sinicamente; me beso en la mejilla y me sujeto del cuello fuertemente._ Destruiste mi vida y luego te apoderaste de mi muerte._ bufo. No sin antes golpearme contra el tronco del arbol, me solto bruscamente.
_ ¿Por que haria tal cosa? Apenas y te acabo de conocer._ reproche duramente.
_ Te equivocas Collins._ su voz volvió a cambiar de tono, era mas sincera y dulce._ Antes de nacer ya estabamos destinados a conocernos._ se arrojo de rodillas al piso, y con sus manos blancas y pequeñas, estrujo fuertemente la hierva del suelo._ ¡Nos amamos! ¡Yo te amaba! Habiamos cumplido nuestro destino juntos, pero tu no que confornaste con ello. Querías que el tiempo que estuviéramos juntos fuera eterno, así que lo destruiste todo -solo para crear un mundo donde todo lo que tu quisieras fuera realidad._ gritaba ella con voz enfadada, obviamente no podia contenerse al hablar, porque sus oraciones no tenían ningún sentido. Al menos no para mi._ Me hiciste una mujer fuerte, perfecta, que pueda sobrevivir a cualquier cosa. Sin embargo, no soy un ser humano._ miró sus manos, dejándome libre de su agarre. En su mirada vi la frustración que sentía, y sus palabras fueron para mi como un cubo de agua fría._ No soy capaz de amar a nadie mas que a ti, ¡incluyéndome a mi misma!
_ ¿Y como seria yo capaz de hacer tal cosa?
_ ¡No lo se, pero lo hiciste!_ gritó de repente, increíblemente, a pesar de estar tan enojada, su rostro no resemblaba el color de su cabellos. Estaba igual de pálida que cuando la conocí, como si la sangre no fluyera en su cuerpo como para causarle tal reaccion física._ Eres totalmente capaz de hacer tal cosa.
Nos quedamos asi por un largo rato. Mirandonos uno al otro de forma muy inusual. Ella llena de rabia e incapaz de razonar nada mas, y yo pues, totalmente confundido y moribundo. Podia sentir como la costilla que me habia foto habia, despues de correr por todos lado, perforado mi pulmon, y me era dificil respirar. Pero tampoco podia culpar mi condicion fisica a tal debilidad, estaba seguro que la historia contada por K tambien influia mi deficiencia respiratoria. Con el filo cortante de su mirada atravezandome el alma, no podia dejar de pensar en el hombre arrojado en aquel cuarto oscuro incapaz de liberarse de la oscuridad.
Tambien la descocida pareja que se juraba amor eterno en el bosque no paso desapersivida por mis pensamientos, estaba seguro que tambien los habia visto en mis viciones. No podia dudar que la mujer era muy parecida a K, pero no podia creer que ella fuera Kharlotte. Era tan diferente a ella, Kharlotte era dulce, inocente y amaba todo lo que merecia ser amado; en cambio K, estaba decidida a hacerme daño. Pero aun, a matarme.
Entonces fue cuando decidí dejar de buscar explicaciones y huir de allí a toda costa. Con lo poco que mi cuerpo me permitía, me levante y me aleje de ella a zanjadas porque era incapaz de correr. El dolor causado a mi pulmón debido a mi costillas rotas incrementaba con cada paso, pero no podia detenerme, el miedo y la adrenalina me lo impedían. Cuando me había alejado lo suficiente, decidí detenerme a descansar, mirar atrás para cerciorarme de que ella venia tras de mi, solo para encontrarla junto a mi, al lado del árbol en el que me escondía.
La impresión causó que me alejara de allí inmediatamente, hasta llegar a la orilla de la playa que me había traído hasta aquel lugar. Viendo el mar azul, el horizonte y todos los posibles lugares a los que podia huir, desee con todas mis fuerzas el ser capaz de irme tal y como había llegado. Entonces los cañones se escucharon otra vez, pensando que eran balazos, mire a tras nuevamente.
Las hojas de los arboles ya no se pintaban de ningún otro color mas que verde, tan verde como suelen ser durante el verano, tal y como los había encontrado cuando embarque en esta isla. Las risas no se escucharon, mire alrededor esperando ver a personas como la ultima ve, pero nadie apareció. Mis ojos se encontraron con la cabaña en la que pase vente y un días lamentándome de mis errores, pero debido a mi descuido, K ya estaba detrás de mi y me había disparado con su arma misteriosa, hiriéndome justo en la pierna izquierda.
_ Ya no serás capaz de huir otra vez._ declaró.
Gemí de dolor para después caer a la arena caliente seriamente herido. El dolor era tan abrumador que sentía como si mi pierna ya no estuviera allí, como si aquella arma la hubiera desintegrado. Sin embargo, el medio no me permitía detenerme, y me arrastre en dirección a la cabaña.
_ Veo que no te rindes._ bufó la pelirroja, solo estaba a unos pasos de mi. Podría matarme si quisiera, pero estaba seguro que solo planeaba torturarme. Eso pensaba hasta que se puso delante mío solo para bloquear mi camino. Tube que girarme para encararla, porque ya todo estaba perdido. No había necesidad de seguir huyendo, no había siquiera a donde huir; lo único que podia hacer era encarar a la muerte y decir lo que tenga que decir frente a ella.
_ Lo siento._ murmuré, o al menos creí haber dicho y espere que ella hubiese escuchado._ Lo siento volví a repetir.
El rostro de K se descompuso, pude ver vagamente como sus ojos grises cambiaban a un verde explendoloroso y como sus mejillas pálidas tomaban algo de color. Lagrimas comenzaban a deslizarse de ella, no podia recordar cuando se había quitado la mascara, pero no tenia duda de que aquel rostro delicado y lleno de ternura era el de la mujer que había estado buscando por un largo tiempo. Era Kharlotte, quien me apuntaba con un arma. Ella lloraba desconsolada, pero todavía podia ver en su rostro la misma decisión de K en matarme.
Se arrodillo en la arena, y se acercó a mi, me besó en los labios, sus rojo pelo acariciando mis mejillas y su brazo armado junto a mi corazón. Yo solo podia mirarla a los ojos empapados de lagrimas, el dolor no me permitía hacer nada mas que acariciar su cabello y limpiar las lagrimas de sus mejillas.
_ Yo también lo siento._ murmuró entre besos y lagrimas._ Lo siento tanto_ comenzó a sollozar.
Y sin dar ninguna advertencia...
... disparó.
FIN
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Corazon de Metal
Novela JuvenilTodos los derechos reservados al autor, osea yo. No copy, Be original. *Dedicado a mi mejor Amiga, hermana y unica Parabatai @KaraUchiha01