Deep |BTS| 1

Capítulo 34

También note algo raro, mi ropa, junto con una toalla estaban dobladas a los pies de la cama, las tome y me dirigí a la ducha, antes de eso pase por la puerta, la cual me llevaría a la cubierta, pero estaba cerrada.

—Uhm, lo imagine...— me dije a mi misma.

Luego de tomar una larga ducha, sintiéndome algo impura física y mentalmente, tras lo ocurrido en la noche, salí y me seque con la toalla que me dejo Yoon Gi, me senté sobre la cama, con la toalla sobre la cabeza y miraba mis pies.

Escuche unos pasos, bajar por las escaleras, se trataba de él, la puerta se abrió y Yoon Gi ingreso a la habitación.

—Ven...— me ordeno.

—¿Qué? — quite la toalla de mi cabeza.

—Ven conmigo...— exclamo, enseguida se fue por las escaleras, estaba algo confundida, asi que deje la toalla a un lado y lo seguí.

Cuando salí a la cubierta del yate, note que este se había aparcado en un muelle, este bajo y al parecer me miraba a mi, esperando algo.

—¿Qué? — le pregunte.

—Baja...— me ordeno él.

—¿Qué hacemos aquí?

—Tu no eres a quien busco...— exclamo.

—Eso lo se, pero...

Mire hacia la playa, alli pude ver a Rebecca bajando del auto en compañía de Mark y Jackson.

—¿Qué hacen ellos aquí?

—Use tu móvil, tu hermana me contesto.

¿Hermana? Rebecca al parecer se había hecho pasar por mi hermana, por suerte... también parece que había pedido ayuda a Mark y Jackson.

—¿Puedo irme?

—Si. Se que sabes donde esta la sirena.

—No te lo dire...

—No me lo dirás. —suspiro algo frustrado, este me dio su mano y me ayudo a bajar del yate. —Asi que tendré que buscarla por mi cuenta... ¿si gustas puedes acompañarme? — sonrió con malicia tras la pregunta. Enseguida recordé la noche anterior, le di una bofetada, este puso su mano sobre su mejilla y me miró fijamente a los ojos.

—No quiero volver a verte...—susurre.

—Bueno... — se hizo a un lado y me dejo pasar.

Esa fue la última vez que vi a Yoon Gi, al pasar los días, semanas no volví a cruzarme con él. Telxínoe, ya se sentía más segura, perdón que diga Rebecca. Aunque para obtener esa tranquilidad, tuve que sacrificarme.