- Hey amigo, ¿Puedo sentarme aquí?- Cuestionó un joven cortésmente.
- Sí claro, hazlo- Le respondió él sin verlo si quiera a los ojos, sus fuerzas estaban agotadas como para molestarse en ver a una persona.
- Está todo bien, ¿Porqué lloras?- Dijo preocupado misteriosamente, sentándose al lado de él.
Él se alteró, sus mejillas enrojecieron, nunca pensó que alguien se diera cuenta de que solo lloraba, pues, su cabello risado cubría su rostro, y su mirada estaba dirigida hacia la ventana no hacia las personas, le salían las lágrimas sin control, se las limpió con las mangas de su abrigo y volteó a verlo:
- S-si todo está bien, lamento que esté en esta si-situación- Dijo dedicándole una sonrisa, pero con solo una mirada, un contacto visual, sus ojos brillaron, nunca había visto a alguien tan guapo, y esos fascinantes ojos; color amarillo con un azul, tan profundos; eran como si no le fuese suficiente quitar la mirada, sabiendo lo que esos ojos le expresaban, le atrapaban totalmente, y una pequita que tenía dentro de un ojo, en forma de corazón le recordó a alguien, alguien a quien había procurado olvidar.
- No te lamentes es normal, pero te ves devastado.- Le mencionó con una cara de preocupación.
-La verdad lo estoy, me apena que me vieras llorar, mi padre siempre me dijo que los hombres nunca lloran, además recién me han dicho que él ha fallecido- Le dijo ya con lagrimas en los ojos, necesitaba desahogarse, le dolía en el alma que su querido padre ya no estuviera con él, sentía como el dolor aumentaba cada vez más, era todo lo que él tenía, además de su madre y hermanos, aunque la comunicación con sus hermanos nunca fue buena los quiere.
- Los hombres lloramos, tenemos sentimientos, no somos de piedra, es un impulso natural del cuerpo, siempre es bueno desahogarse.- Le mencionó con una sonrisa, cambiándola a un semblante serio- Lo siento mucho, mi pésame- Le dijo con sinceridad, poniéndole una mano en su hombro, pero ese contacto lo hizo entremecer, a ambos.
- Se les informa a los pasajeros que ya vamos a despegar, abrochen los cinturones de seguridad.
En la vida te derrumbas, sin saber qué motivo usar para reconstruirte, tratas de hacerlo solo, pero te das cuenta de que no puedes hasta que alguien te ayuda inconscientemente.
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⬛Padre Adolescente▪
RomanceLa rosa en un jarrón de agua contaminada nos deja ver que el tallo es fuerte a pesar de la mugre apestosa que lo mantiene vivo, que lo ha hecho sobrevivir durante un tiempo. Soy muy intensa, descriptiva y contradictoria a la hora de escribir. +18