Capítulo 17

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Las vacaciones de verano estaban llegando a su fin, todos los alumnos estaban emocionados en volver al colegio a pesar de todos los acontecimientos que se habían presentados con toda la revuela de los mortífagos.

Bastantes familias comenzaban a preocuparse cada vez más, pensaban seriamente no regresar a sus hijos al colegio por miedo de todo lo ocurrido, pero muchos desistían, les reprochaban cada día que no había lugar más seguro que Hogwarts ante el cuidado de Albus Dumbledore.

Eso dejó más tranquilos a las familias, pero no completamente.

Harry estaba más preocupado que cualquiera, al igual que Hermione y Ron. Las pesadillas habían cesado, pero el peligro no. Los tres habían comentado entre susurros lo que pasaría de ahora en adelante antes de marcharse a sus hogares, los planes.

- Por ahora no podemos hacer nada más que esperar - les dijo Harry, meditando -. Tenemos que analizar sus movimientos de ahora en adelante. Lo que sea que contuviera esa profecía debía contener el destino final de alguno de los dos.

Hermione y Ron intercambiaron miradas.

- Es claro que debemos tener un plan de contingencia. - dijo Ron mirando a los dos.

- Eso será difícil de hacer conmigo en Privet Drive, y ya que son vacaciones no podré salir de allí.

- Pero pensábamos que podríamos invitarte a la Madriguera a pasar el resto de las vacaciones. Más por tenerte allí, pero podríamos aprovechar y pensar todo esto con más detalle - le dijo Ron, esperanzandolo a poder salir de aquella casa al menos las últimas semanas.

- De acuerdo, pero mientras, espero cartas suyas - exclamó Hermione mirándolos con una sonrisa.

Ron gruñó por lo bajo, y Harry río entre dientes.

- Yo no te prometo nada, sabes que no soy de los que escribe cartas - replicó Ron acomodándose en su asiento.

Hermione suspiró con ligera tristeza.

- ¿Y tú Harry? ¿Me escribirás, no?

El chico le sonrió y asintió con la cabeza, complaciendo a Hermione.

Soló se preguntaba cómo estaría Severus.

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La lluvia azotaba con fuerza. En un barrio aparentemente muggle, varios niños jugaban bajo la lluvia o corriendo para ocultarse de ésta. Por lo lejos y caminando entre los callejones, se encontraban dos figuras encapuchadas intentando cubrirse de la lluvia.

- ¿Estás segura que es de fiar? - preguntó una de aquellas figuras a la otra.

- Si el señor tenebroso confía en él...

- Él señor tenebroso puede equivocarse - le interrumpió con molestia.

La otra figura quitó su capucha dejando ver a Narcissa Malfoy, con los ojos cristalizados y el labio temblandole ligeramente.

- Tú misma me has contradecido por mi poca confianza sobre el juicio del señor tenebroso, no vengas ahora a pensar de otra manera. Y no me vengas a decir en quién puedo confiar y en quién no, esa será mi decisión.- le dijo a la otra mujer, quien también se había descubierto, dejando ver el rostro de Bellatrix Lestrange, la cual tenía la mandíbula apretada, denotando su enojo.

- Si después terminas decepcionada no vengas conmigo a buscar consuelo.

Narcissa entornó los ojos con fastidio, parando en seco frente a la puerta de una casa, esta estaba algo vieja y descolorida, pero sin detenerse y sin cambiar de opinión, levantó su mano y tocó la puerta tres veces.

Insufrible AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora