Capítulo 5

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Unos cuantos días pasaron y había llegado el día de partir a unas merecidas y, por parte de algunos alumnos, aburridas vacaciones por haber acabado un año más en Hogwarts.

Hermione acomodaba sus ultimas prendas en su maleta cuando llegó Ginny sentándose en el borde de la cama encarando a Hermione.

- ¿ Enserio te irás así ? - le preguntó Ginny con el entrecejo fruncido y una sonrisa divertida.

- ¿ De que hablas ? - le dijo Hermione extrañada y sin conocimiento de lo que la pelirroja quería decirle.

- No me contestes con otra pregunta, a lo que me refiero es ¿ no iras a despedirte de Snape ?

- Pues, no lo había pensado, pero no es como que no lo vaya a volver a ver.

- Pero Hermione, no se verán en todas las vacaciones ¿ no crees que al menos deberías pasar por su despacho y avisarle que ya te irás? y no sé, un adiós, tal vez - cruzó los brazos -. Vamos, no creo que muerda.

Hermione soltó una risita por el comentario de Ginny, a lo que se quedó pensando en la propuesta y finalmente se decidió.

- Está bien, iré a despedirme.

- Pero rápido mujer, dentro de poco nos iremos - le dijo Ginny levantándose de la cama y dirigiéndose a Hermione.

- De acuerdo, de acuerdo. Nos vemos en la entrada - bajaron las dos hacia la sala común y cruzaron el retrato.

- Nos vemos en la entrada. Suerte - guiñó un ojo y se dirigió hacia el pasillo contrario a Hermione.

La castaña solo sonrió y dio un suspiro antes de encaminarse hacia las mazmorras para despedirse de su querido Profesor de Pociones
Severus se encontraba indeciso, se miraba el antebrazo constantemente, la indecisa pregunta en si decirle o no a Hermione que él era un mortifago lo estaba matando, a tal punto de que las ultimas noches no había podido conciliar bien el sueño y ahora tenia marcadas unas grandes ojeras por su falta de sueño. Pero siempre volvía a lo mismo, si le decía a Granger que era un mortifago tal vez lo odiaría y dejaría de ser su amiga, no quería perder más amigos. Pero por otro lado, si no le decía también corría el riesgo de perderla por haberle ocultado la verdad y no haber sido sincero con ella, y al parecer a ella eso no le parecía mucho en ocasiones.
No pudo seguir torturándose con sus pensamientos porque alguien había tocado la puerta " Ojalá no sea Albus, no quiero saber nada de nada " pensó Severus al mismo tiempo en que habría la puerta y se encontró con unos rizos alborotados y una mirada chocolate, la muchacha que le había quitado el sueño y colándose en sus pensamientos estaba frente a él y eso le ponía mas nervioso.

- Buenas tardes Prof... Severus - dijo Hermione apenada y con un ligero sonrojo en sus mejillas -. Lo siento, aún no me acostumbro a llamarlo por su nombre.

- Pues fijese que a mi si me resulta fácil, Hermione - dijo Severus guiñándole un ojo, a lo que la castaña tomó por sorpresa y se sonrojó aún más -. Bueno, yo quería despedirme de ti, porque bueno, no nos veremos en un año y ...

- ! Ah si, a propósito ! - exclamó Severus dejando pasar primero a Hermione y cerrando la puerta tras de sí -. Hay algo que quiero darte.

Hermione miró a su Profesor con curiosidad mientras éste se encaminaba a su escritorio y sacaba una pequeña y delgada caja negra que tenía la letra " P " grabada en ella. Después Severus se acercó de nuevo a Hermione y le dedicó una pequeña sonrisa.

- Es un pequeño regalo que quisiera que tuvieras, a pasado en la Familia Prince de generación en generación - comentó el pocionista mientras le entregaba la caja a Hermione, la cual, aceptó dudosa -. ¿ Qué esperas ? Abrela.

Insufrible AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora