Capítulo 2

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Este capítulo es únicamente IwaOi because me salió así (?) Espero que lo disfrutéis <3

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— Tenías que haberte quedado en Shiratorizawa.

¿Cuantas veces había escuchado el castaño aquella repetitiva frase? Decenas, quizás centenas. Aún se preguntaba cómo era posible que aquel hombre frente a él siguiera haciéndole aquella pregunta, sin cansarse, cada vez que el destino los unía como una cruel broma.

— Déjame en paz, Wakatoshi. Yo decidí ser policía.

— ¿Fue por Iwaizumi?

— ¡Cállate! ¡No lo nombres!

Oikawa estaba tenso, apuntando al causante de su histeria con su pistola. Ambos se habían encontrado cuando, siguiendo una pista de Makki, Tooru dio con su antiguo jefe. Sí, eso pertenecía al pasado oculto de Oikawa, el haber pertenecido a una de las bandas más buscadas de todo el país. No fue hasta que Hajime descubrió lo que pasaba con su amigo de la infancia que él dejó aquel mundo y se unió al cuerpo de policía por petición de Iwaizumi. El moreno siempre había cuidado de él, en todo momento se había encontrado a su lado para apoyarlo, animarlo, y darle fuerzas para seguir adelante. Siempre significó un descanso en su vida para tomar decisiones, y ese significado se incrementó después de que él lo ayudara a forjar un futuro como un nuevo Oikawa.

— ¿Eres tan sensible a él? Antes eras más fuerte, más decidido. Tu yo del pasado habría disparado sin pensarlo. ¿Aún piensas que estás bien como estás? No puedes sacar todo tu potencial trabajando en una comisaría. La gente te necesita fuera, en la calle, con nosotros.

— ¡No! ¡Deja de intentar jugar conmigo!

Las palabras de Ushiwaka se le clavaban como puñales en el pecho, recordándole a cada sílaba lo miserable que fue algún día, todo lo que llegó a hacer para poder ganar dinero, poder, prestigio. Pero ahora, lo único que necesitaba para ser feliz estaba al lado de un chico de cabellos negros y rostro serio. Y no podría cambiar, ni por asomo, los sentimientos que tenía por su mejor amigo, por algo tan material y esfumable como eran las ganancias de las bandas.

—Oikawa. — su voz sonó fuerte y profunda, tanto que el nombrado alzó su mirada para encararlo. — Ya que tienes tu decisión tan clara, déjame decirte algo antes de irme. — continuó. El castaño se mantuvo en silencio, sin apartar su mirada del más alto. — No sigas perdiendo el tiempo tratando de alcanzarnos. Por mucho que quieras atraparme, siempre voy a ir un paso por delante de ti. Por tu bien; ve a casa, duerme y olvídate de nosotros.

— Ja... como si fuera tan fácil. Mi trabajo consiste en mandaros a la cárcel, no en dejar ir a los criminales.

No tuvo tiempo a quitar el seguro tras colocarse en posición de disparo cuando un ruido ajeno interrumpió la escena, sorprendiendo a Tooru. Un arma había sido disparada, y no era la suya. Estaba cien por ciento seguro de que la bala iba a llegarle a él, que acabaría golpeando su cuerpo y se desangraría allí mismo, pero eso nunca pasó. El ruido quedó en el aire.

— Tu príncipe vino a rescatarte.

Oikawa miró a Ushiwaka con confusión, pero al ver cómo se retiraba del callejón, llevó la vista a un lado suyo. Allí estaba el causante de su supervivencia; Iwaizumi.

— Semi, vámonos. — al escuchar a su jefe, el protagonista del disparo recogió su arma y se fue con él, en silencio.

— ¡Sigue rompiéndolos~! ¿Qué dices? ¡Sus corazones! ¡Sigue destrozándolos~! ¿Qué dices? Sus espíritus~! — cantaba felizmente un pelirrojo, siguiendo a los dos compañeros.

Las voces, cada vez más lejanas, resonaban en la cabeza de Tooru, quien notaba cómo sus vista se empañaba ante la escena que se presentaba delante de él; el disparo, que en un moment había sido dirigido hacia él, había impactado contra el hombre que menos habría esperado ver en aquellos momentos.

— ¡Iwa-chan! — gritó, tanto como dieron sus pulmones, corriendo hacia el cuerpo de Hajime. El moreno mantenía una mueca de dolor en su rostro, apretando con una de sus manos la sangrante herida que tenía en el vientre.

— Deja de hacer el idiota, Oikawa, y llévame al hospital. — musitó antes de toser.

El nombrado no se demoró más, y se apresuró en hacer lo que su compañero le había mandado, preocupado por su estado. En el trayecto, el más alto le preguntaba por qué no tenía chaleco anti-balas, y él respondía que no le había dado tiempo a cogerlo, cerrando aquel tema de conversación. El silencio se abría paso entre ellos, dejando que solo se escucharan los pasos que daban. La lluvia comenzaba a caer, creando charcos en la acera que no se molestaban en esquivar; tampoco se molestaban en cubrirse, el agua no los iba a matar y menos teniendo el hospital a varios metros de distancia.

— Oikawa, sobre lo de Wakatoshi...

— Iwa-chan. — lo cortó, mirándolo con seriedad. Eran pocas las veces en las que aquel chico tomaba una postura poco infantil, por lo que se quedó en silencio, esperando a que continuara. — Te agradezco que me sacaras de allí antes de que todo fuera a peor, antes de convertirme en lo que odio. — dijo con un hilo de voz, volteando la mirada al frente mientras continuaba con su andar. — Si te preocupa que esté arrepentido por haberlo dejado o que se me pase por la cabeza pasarme al otro bando, de verdad, no lo pienses. — sus palabras quedaron cortadas por la tos del contrario, quien apretaba la herida para cortar la hemorragia más tiempo. — Yo nunca sería capaz de volver. Nunca me separaría de ti.

No era como si Hajime no lo esperaba; era consciente de que, después de todo, Oikawa lo amaba tanto como él. Sin embargo, escuchar aquellas palabras de su amado, dichas con tanta facilidad en un momento como aquel, lo llenaban de felicidad. Tal vez fue por el beso que se dieron tras el corto discurso del castaño, mostrando el verdadero amor que se tenían y la confianza que habían depositado en cada uno después de aquel día, cuando se conocieron por primera vez, que la herida dejó de doler por unos instantes. No era exagerar decir que se habían olvidado de todo; de la lluvia, de la sangre que brotaba por el vientre de Iwaizumi, de los ruidos de los coches. Y en su mente solo perduraban los sentimientos y los recuerdos que los unían de alguna forma.

Iwaizumi acababa de entrar en el cuerpo de policía y ya le habían asignado una misión que, en aquellos tiempos, no representaba una real amenaza hacia el país; desmantelar el grupo Shiratorizawa. No parecía difícil, pero en su interior la alegría recorría sus venas como si fuera un niño cuando le dejan jugar en un partido después de estar en el banquillo. Se lo tomó en serio, casi no descansó por la emoción de formar parte de una investigación que, si bien no era de gran calibre, podría llegar a hacer que lo respetaran como a un detective de verdad, no como a un simple niñato acabado de salir de la academia.

Sus intensas investigaciones no tardaron en dar sus frutos, y logró encontrar varios puntos de actuación de la banda. Se pasó días, semanas, quién sabe si meses, yendo a aquellos lugares para buscar pruebas y poder cerrar aquel caso de una vez para obtener la reputación que deseaba. Uno de aquellos días, después de semanas de fracaso, encontró algo mejor que cualquier prueba de ADN o huella dactilar; a un chico que, aunque no lo sabía, sería la persona que le daría sentido a su vida y amar su trabajo más de lo que habría imaginado.

Oikawa, en aquellos tiempos, era un joven igual de atractivo que en la actualidad. Su tez era más suave e infantil; su cabello, más sedoso y revuelto; y sus ojos eran grandes y apagados. Eso era lo que Iwaizumi cambió; los ojos del chico se llenaron de brillo después de coger confianza con el hombre que lo había atrapado. Se podría decir que ambos le aportaron al otro un sentimiento que hacía falta en sus vidas; ambos se necesitaban.

Comprender esto llevó un tiempo, sobretodo por el lado de Hajime, quien no sabía qué hacer. Sus sentimientos encontrados luchaban entre sí para decidir quién ganaría la batalla; por un lado, el amor que le tenía a Oikawa; y por otro, su sentido del deber como policía. Ambos acordaron que el castaño se convertiría en policía, enderezaría su vida y dejaría atrás la vida en Shiratorizawa. Todo por Iwaizumi.

Más dulce que la sal [KuroTsuki/BokuAka/IwaOi] [Yaoi/Gay/Haikyuu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora