Capítulo 8

1.2K 159 32
                                    

¡Y el último capítulo por hoy! Faltan solo 2 para el final <3 Espero que os esté gustando n.n

_____________________


— Akaashi, te pondrás bien, no te preocupes.


La máquina de latidos resonaba en la sala con un rítmico compás, como si se tratara de un metrónomo.


— Volveremos a ir juntos a la playa pronto.


Sus cabellos negros y ondulados se deslizaban por el contorno de su rostro, enmarcándolo y haciéndolo ver más angelical de lo que solía verse.


— Iremos de viaje a donde tú quieras.


Sus manos estaban templadas, como siempre. Ni muy frías ni muy calientes; en equilibrio. Siempre había sido una persona elegante y formal, y su cuerpo era un ejemplo de su personalidad.


— Tenemos muchas pelis que ver juntos, Akaashi.


Lo único que rompía con la armonía del sonido de los latidos era la voz, cada vez más rota por momentos, de Bokuto. Con su mano aguantaba una de las de Keiji, acariciando con cuidado el dorso de su mano, depositando algunos besos en éste. Era cuidadoso como nunca lo había sido; y cómo no serlo, si la persona a la que amabas era un ángel puro que se debatía entre la vida y la muerte frente a tus ojos. Cómo no, si lo habían disparado por su culpa, por no haber estado atento y no cubrirle las espaldas cuando él lo protegía.

Siempre había sido un inútil. Koutarou lo sabía.

Se odiaba por eso.

Porque por su culpa la persona más perfecta del universo estaba en coma.

No sabía cuándo despertaría; los médicos habían dicho que podía ser desde semanas hasta años. Quizás nunca. Bokuto creyó morir en aquel instante en el que se dio cuenta de lo poco que había aprovechado su tiempo con Keiji. Deseaba besarlo, abrazarlo, mirarlo a sus profundos ojos azules una vez más, y que ese instante durara toda una eternidad.

Pero los deseos nunca se cumplen.

O tardan en llegar.




Aquel era el día.

Se había preparado de forma impecable, hasta se echó un beso cuando se miró al espejo y vio su bello reflejo en él. Con su característico peinado, vestido con una camisa roja, un chaleco negro y unos vaqueros ajustados, se veía a sí mismo de una forma; sexy. Estaba preparado para conquistar al propietario de aquellos ojos dorados que no salían de su cabeza ni queriendo.

El día anterior, por chat, le pidió a Tsukishima salir en una cita. Al principio el rubio se negó, como era de esperarse, pero al poco rato aceptó después de que Kuroo insistiera diciendo que habían hecho un trato y que no podía volverse atrás o acabaría manchando su orgullo de hombre. Kei no aceptó por eso, sino para que el mayor dejara de molestarlo de forma tan insistente e ininterrumpida. Pero eso no desanimaba a Tetsurou, que casi saltaba de alegría por sentir que podría estar con el chico de gafas como si fueran unos adolescentes en una primera cita. ¿Cómo no emocionarse si la persona que te gusta acepta salir contigo?

Más dulce que la sal [KuroTsuki/BokuAka/IwaOi] [Yaoi/Gay/Haikyuu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora