Más dulce que la sal [KuroTsuki/BokuAka/IwaOi] [Yaoi/Gay/Haikyuu]

Capítulo 5

Lo siento por pasar tanto tiempo sin actualizar, he estado ocupada. De igual forma, en la aplicación de Wattpad del móvil da fallos y no se ven los capítulos actualizados. Si alguien sabe por qué es, que me avise por favor <3

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— No teníais que haber venido.

— No te preocupes, no es molestia. Siempre es un placer visitar al novio de nuestro amigo. —rió Kuroo, sentándose a un lado de la camilla de hospital donde estaba Iwaizumi, sonriendo con diversión.

— ¡Exacto! Además queremos contarte las novedades del caso. ¿No te emociona? — continuó Bokuto, sentándose al otro lado. En la frente de Hajime ya se marcaba una venita de molestia, y sus puños se apretaban aguantando las ganas de darles dos ostias al jefe búho y al jefe gato que se encontraban interrumpiendo su tranquilidad.

— A-ah, chicos, no molestéis a Iwa-chan, está muy cansado. — dijo Oikawa, algo asustado por la mirada que su compañero le había lanzado como señal de "Como no me los saques de encima vas a sufrir las consecuencias". Al castaño le daba miedo pensar en los posibles castigos que se llevaría de él si no lo ayudaba a sacarse de encima a aquellas personas.

— ¡Seguro que le anima escuchar cómo fue la lucha de Fukurodani y Nekoma contra Karasuno y Johzenji! —dijo Koutarou, victorioso.

—Bo encontró al jefe de Johzenji. Lo atrapó. Vino Karasuno y se lo llevó.— resumió Tetsurou, aguantando la risa al ver la cara de reproche que ponía su mejor amigo.

— ¡Si lo cuentas así no es tan épico! Fue una dura batalla, muchos de nuestros hombres y de los suyos acabaron heridos... —relataba con ímpetu.

No era como si a Iwaizumi le desagradaran Kuroo y Bokuto, ni mucho menos. Le parecían unas personas extraordinarias -aunque raras, a su modo-. Sin embargo no estaba de humor como para aguantar su personalidad -en ocasiones- infantil. Tenía un agujero en el vientre, lo habían operado para sacar la bala, y sus energías se acercaban a nulas. En aquellos momentos lo único que deseaba era que Oikawa se tumbara a su lado y que lo abrazara para poder recargar energías y tener un momento relajante. Por eso suspiró tranquilo cuando su novio echó a los otros dos, y le sonrió indicándole que se tumbara con él. Tooru, por supuesto, no se negó.

— Bro. — Kuroo estaba apoyado en la pared del pasillo que conectaba con la habitación de Iwaizumi. Se habían quedado allí, esperando a que la visita terminada y Oikawa se fuera con ellos para la siguiente reunión. El nombrado lo miró, extrañado, alzando una de sus cejas; su bro se veía muy pensativo, y eso no era bueno. ninguno de los dos estaba acostumbrado a pensar tanto.

— ¿Qué pasa, Ku?

— Ayer, cuando estábamos peleando contra el Karasuno... me encontré con una persona.

— ¿Con quien?

— Con Tadashi. — respondió, algo pensativo. — Y con un amigo suyo.

— ¿A dónde quieres llegar? — no era como si Bokuto fuera la persona más despierta del mundo. Su cabeza se ladeó sin comprender lo que su amigo quería comunicarle.

— Creo que me estoy enamorando.

— ¿De Tadashi?

— No, de su amigo.

— Pero, ¿lo conociste ayer?

— Algo así.

No planeaba que Koutarou lo entendiera a la primera. No era fácil explicar que se habría quedado prendado del dorado intenso de unos ojos desconocidos, ni de la profunda voz de una persona de la que no se sabía ni el nombre. Bokuto estaba enamorado de Akaashi desde hacía años, ¿podría comprender el amor a primera vista? Tetsurou no podía ocultarle nada a su bro.