Love in the forest
EPÍLOGO
( '◔ ‸◔') Dos meses después ( '◔ ‸◔')
-Señor está todo listo para partir –murmuró una doncella al llegar junto a Magnus, el hombre asintió mientras que su madre lo miraba con profunda tristeza.
-Muchas gracias Charlotte. ¿Mi corcel también está listo? –La pelirroja asintió y Magnus le sonrió agradecida–. Bien, puedes retirarte.
La chica le sonrió de igual forma a Magnus y se retiró en silencio, el moreno dirigió su mirada hacia su madre.
-Es hora de partir.
-Mi niño. ¿Seguro que eso es lo que quieres?
El chico asintió.
-He perdido mi corazón y mi razón de vivir, no perderé mi pasión.
-Sé que te gusta viajar por el mundo, conocer reinos lejanos, pero tú reino, tu pueblo y tu madre te necesitamos manos.
Magnus le acarició suavemente la mejilla a la mujer.
-No te agobies reina mía, pronto volveré, siempre vuelvo.
La mujer suspiró pero antes de que pudiera decir algo, Charlotte volvió a entrar, ésta vez corriendo rápidamente y sin tocar la puerta; la reina pareció molestarse un poco por eso y la miró con desagrado.
-Bella doncella. ¿Qué te hace creer que puedas entrar al lugar donde se encuentra tu reina sin antes llamar a la puerta?
La chica su sonrojo completamente.
-Lo siento Su Majestad –hizo una reverencia –pero los guardias me han dicho que venga corriendo, pues tiene un mensaje urgente para el príncipe.
La mujer chasqueó la lengua.
- ¿Tan urgente que no le permiten despedirse de su madre?
La chica parecía incómoda ante la pregunta y mordió su labio; no respondió a aquello y sus manos se removieron incómodas.
-Un mendigo está solicitando a Su Majestad –señaló a Magnus –y ha hecho un gran revuelo.
La reina ahora parecía verdaderamente molesta.
- ¿Y por un simple mendigo me interrumpes a mí, tu reina?
-Lo siento, pero está muy alterado según me dijeron los guardias y me han mandado para que yo le pregunté a ustedes si quieren que lo maten o lo envíen al calabozo.
- ¡Enviadlo al calabozo! –Gruñó la mujer; Magnus suspiró y asintió, pues no sé atrevería a desafiar las órdenes de su madre, además estaba a punto de partir y no tenía tiempo para lidiar con mendigos. La doncella asintió y miró a Magnus con vergüenza.
- ¿Su Majestad puedo retirarme?
Magnus le sonrió con dulzura y asintió.
-Hazlo por favor y comunica los deseos de mi madre a los guardias.
La chica asintió y rápidamente salió de aquel lugar, el moreno suspiró y volvió a girarse hacia su madre.
-Es hora de partir –dijo nuevamente; la mujer parecía triste pero asintió.
-Ve hijo mío y disfruta de tu viaje, mis mejores deseos para ti y regresa pronto, no te olvides de tu reino y no te olvides de tu vieja madre cuyo corazón permanece solitario ante tu ausencia.
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Conectados (Malec) One-Shots
Fanfiction"Dicen que un hilo rojo invisible conecta aquellos que están destinados a encontrarse a pesar del tiempo, el lugar, a pesar de las circunstancias; el hilo puede tensarse o enredarse, pero nunca romperse". Magnus y Alec fueron separados cuando niños...