Capítulo 9 - El comeback

5 0 0
                                    

Estaba con Jungkook en la sala de prácticas descansando, después de una sesión de práctica algo floja la verdad, y el pobrecito estaba en el suelo tirado, mientras apoyaba su cabeza en una de mis piernas estiradas ya que yo estaba sentado apoyándome con la pared. Él estaba derrotado, y al día siguiente tendría que actuar y grabar en un programa especial, por lo que esa tarde no practicamos mucho.

No había querido descansar ni un día porque no quería cometer ningún error en el programa y quería dar lo máximo de sí mismo, hasta que le convencí de que no podría hacer eso si iba allí cansado, por lo que prácticamente se había dedicado esa clase a observarme y corregirme mientras yo practicaba.

Le miraba y él estaba absorto en sus pensamientos mirando hacia el espejo, pero era como si en realidad estuviera mirando a través de él y de las paredes. Entonces se percató de que le miraba y me sonrojé, alzó la vista para mirarme y me preguntó:

- ¿Pasa algo?

- ¿En qué piensas? Te habías quedado disperso, en tu mundo de nuevo – dije aún sonrojado.

- En nada... y en todo a la vez...

- Te va a salir bien... así que deberías de intentar dejar de darle vueltas a lo mismo una y otra vez, aunque sé que pido algo imposible viniendo de ti – le saqué una risa de pronto, no se esperaba el comentario y empezó a toser intentando contenerse.

- Si ya sabes que soy así... ¿No te cansas de intentarlo?

- ¡Jamás! Esa es mi misión en la vida – dije con tono burlón –, nací para frenar a Jeong Jungkook de su mente dispersa y sus preocupaciones, ¡ni se te ocurra quitarme ese digno rol! – nos comenzamos a reír y había conseguido, al menos por un momento, que se olvidara de la presión.

- Gracias...

- ¿Por qué?

- Por animarme... no sé – dijo mientras se incorporaba para ponerse a mí lado –, por estar aquí. Conforme hemos ido creciendo a lo largo de los años, el grupo cada vez ha ido adquiriendo roles más importantes en cuanto a nuestra música y con ello con más responsabilidades y cargos. Es por ello por lo que siempre me preocupaban cuando se estresaban o lo pasaban mal. Pasaba tanto tiempo apoyándolos y estando para ellos que no tenía tiempo para preocuparme por mí, así que practicaba y practicaba para no fallar y ser un punto de apoyo para ellos. Sin embargo, estas últimas semanas tú has sido mi punto de apoyo y no podría estar más agradecido – dijo mientras posó su mano sobre la mía.

Mi cara se volvió un tomate, mi mente daba vueltas y no sabía cómo reaccionar, pero lo que si tenía claro es que nos habíamos vuelto aún más cercanos y yo rebosaba de una alegría y un gozo que no cabían en mí.

Se iba acercando la hora de irse porque él tenía que acostarse pronto, ya que tendría que irse de madrugada, mientras que yo iba a cenar con Ele. Me despedí con tristeza de Jungkook y me fui a la habitación a buscar a mi amiga con unas ganas locas de contarle lo que había pasado, estaba ruborizado y me sudaban las manos de pensar en lo ocurrido.

Al llegar a la habitación, vi que Ele estaba en Discord hablando con nuestros amigos. Todavía quedaba un rato para la hora de la cena así que decidí hablar con ellos un rato.

- ¡Hey! ¿Qué tal? – saludé al grupo.

- ¡Gaaaaaaaaaaaaaay!

- Nunca falla ¿eh Enzo?

- Nunca – nos empezamos a reír –, ¿Cómo va todo por ahí?

- Cansado... he estado practicando por la mañana la respiración mientras canto y a estabilizarla, luego tuve clases de baile con Jhope para aprender a hacer popping... se me sigue dando fatal. Hace un rato estuve con Jungkook y...

El sueño perfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora