Después de unas horas me desperté y ya era completamente de día, parecía que había pasado la mañana completamente. Jungkook me había rodeado con uno de sus brazos y yo estaba apoyado y abrazado a su cuerpo, debió de haber sido una postura incómoda para dormir, pero no se quejó. Parecía que seguía durmiendo y tenía la cara de un ángel, nadie en su sano juicio pensaría que se convirtiese en la de una bestia por las noches. Fui a mirar el reloj y, efectivamente, era casi mediodía...
- Hemos perdido todo el día durmiendo – dije resoplando y en voz baja...
- Pero hemos aprovechado la noche ¿no crees? – Jungkook se había despertado y casi me dio un susto.
- Eso no te lo puedo negar – dije con una sonrisa.
- Feliz Navidad -dijo mientras se reincorporaba y se sentaba en la cama-.
- Feliz Navidad – Navidad, me quedé pensando en que estos días, empezando por esta misma tarde, volvería a estar ocupado...
- Seguro que le estás dando vueltas a lo de esta tarde... - dijo leyéndome el pensamiento por milésima vez. Nos parecíamos demasiado y mientras pensaba eso le sonreí – Es solo una semana por las actuaciones de navidad y año nuevo, luego...
- Luego se acercará tu comeback y yo tendré el debut... - dije desesperanzado y luego me acordé de mi promesa de ser más positivo – Pero no me quejo, no debo quejarme cuando te tengo a ti a mi lado ¿verdad? Todo saldrá bien.
- ¿Quién eres tú, y que has hecho con mi Jade? ¿Dónde lo tienes?
- ¿Tú Jade? – empecé a partirme de risa –, que sepas que estoy reformado ahora, cero negatividades – se empezó a reír él también. Estábamos de buen humor y no había motivos para que se estropeara.
Nos levantamos de la cama, limpiamos el salón que estaba hecho un asco y en ese momento llegó el resto del grupo, menos Jimin, a casa. Parecía que habían pasado la noche fuera, pues venían con las maletas en mano, y empezaron a preguntarnos lo que pasó anoche. Tenían curiosidad si finalmente "lo habíamos hecho" y todas las burlas iban orientadas a ello, pero Jungkook esquivó el tema y les contó lo de mi familia y todos estaban felices por él y por mí.
Vinieron a abrazarnos a los dos e incluso pude ver como a Yoongi se le escapó una lagrimilla, que rápidamente ocultó no fuera que alguien le viera sensible. Se me olvidaba a veces que Jungkook era el maknae del grupo, el miembro más pequeño, y que creció desde los trece años con ellos por lo que, prácticamente, le criaron como si fuera su hermano pequeño. Debían de sentir una alegría parecida a la que sintió mi familia y precisamente, eso era lo que él necesitaba en esos momentos.
Después de un rato de jaleo y celebrarlo mientras comíamos una buena barbacoa, preparada por el experto cocinero Jin, era hora de que ellos se empezaran a preparar para el show y yo que me volviera a casa. No había visto a Ele desde hacía un tiempo, era nuestra primera nochebuena fuera de casa y, aunque sabía que estaba con Jimin y estaba tranquilo por ello, quería verla para ponernos al día.
Me despedí de los miembros del grupo y luego de Jungkook que, justo antes de que saliera por la puerta, me besó con fuerza con la excusa: "Así me recargo de energía suficiente para estos días que no podré verte". Era una excusa tonta, pero a la vez adorable y a mí eso me encantaba.
Cuando estaba llegando al edificio de la compañía e iba a entrar por las puertas, me crucé con Jimin de manera fugaz, tenía prisa por llegar a su casa para prepararse con el resto del grupo, así que solo pudo decirme: "Tienes que hablar con Ele cuanto antes". Parecía que era serio porque tenía la cara de estar preocupado por algo y yo solo rezaba que no pasara nada malo. "No exageres, seguro que no pasa nada" me decía mientras subía las escaleras para ir al cuarto.

ESTÁS LEYENDO
El sueño perfecto
FanfictionJade y Eleanor eran unos simples fans del grupo surcoreano BTS que asistieron a su tan esperado concierto en España. Pero una vez el concierto terminó, sus vidas cambiaron para siempre por un golpe de suerte y ya nada fue igual. Y esque, ¿Qué haria...