TE ODIO... PERO TE AMO → Jelena 【Adaptación】

Capitulo 11.

"No uses mis palabras"

- En serio muchas gracias – dije mientras me acercaba al vidrio de su auto.
- No hay porque – dijo mirando hacia el frente mientras sonreía –
- Oye… uhm… ¿Cómo puedo compensártelo? – el me miro y bajo sus lentes. Subí una de mis cejas esperando su respuesta.
- ¿Manteniendo el secreto? – dijo como si fuera la cosa más obvia del mundo.
- Bueno – suspire – Entonces, gracias.

Entre a mi casa, y tal como lo esperaba. Ahí estaba mi madre, después de haber terminado de hablar con quien se hace llamar ‘mi padre’, llame a mi madre preguntándole si estaba en casa. 
Por más que ella trate de ‘acercarme’ a él hablándole y llamándolo. La idea de que el este en la ciudad no le agradaría mucho. Lo sé.

- ¿Qué paso Selena? – pregunto apenas me vio.
- Hola madre, ¿Cómo estuvo tu día?... ¿bien? El mío también – dije siguiendo mi propia conversación.
- Miro su reloj de mano y luego me miro – En diez minutos tengo que irme, ¿me dirás que paso?
- ¿Diez minutos? – la mire – Mamá… son casi las nueve de la noche… ¿no te parece que tendrías que estar volviendo del trabajo, y no yendo? – ella rodo los ojos – Me llamo Ricardo…
- Es muy normal de el – me interrumpió - ¿Eso solo?
- Oh no, se pone aún mejor – dije sarcásticamente – Él está en la ciudad…
- ¿Qué? – dijo sorprendida –
- Oh si… y lo tendrás que ver en la empresa – dije sonriendo.
- No juegues con esto Selena… ¿Qué paso?... ¿Qué te dijo?
- Me encogí de hombros – No lo deje terminar… sabes que no me llevo bien con él y lo que menos quiero es hablarle… solo me dijo que estaba en la ciudad…
- Miro hacia otro lado y volvió a mirarme - ¿Sabes lo que significa, verdad? – asentí lentamente, bajando la mirada. Suspiro – Iré a trabajar, ¿ok?... si él está en la ciudad, supongo que él tiene que estar… si quiere verte, algo se me ocurrirá ¿ok? – volví asentir- Cuídate… - se acercó a mí, beso mi frente y se fue –

Que mi papá este en la ciudad, significaba algo… “problemas”…

Fui a mi habitación. Hoy no iba a cenar, no tenía ganas, toda mi vida se había dado vuelta por completo… es como si todo el pasado se repitiera, otra vez…
Mi papá tal vez tenga las ‘mejores’ intenciones del mundo, o tal vez, intente tenerlas. Pero lo mejor era que lo siga intentando… de lejos.
¿Tenía miedo?... tal vez, sabía que el no solo venía a la ciudad para saber si ‘estoy bien’, tal vez volvía para quedarse… y sabía las consecuencias de eso.

• Al día siguiente…

- Pequeña… - dijo Niall saludándome mientras entraba a su auto - Bien… dime que paso – lo mire confundida, y el rio – ¡Vamos! ¿Qué te paso?
- Suspire – Nada Niall… solo…
- ¿Te levantaste con el pie izquierdo, hoy? – me miro.
- ¡Exacto! – sonreí un poco – Ahora conduce que llegaremos tarde.

Tal vez dirán que como es mi mejor amigo, debería contarle lo que me está pasando con el tema de mi padre. Pero la realidad es que Niall no sabe sobre él, le había dicho que lo único que sabía era que nos había abandonado.
No me gustaba hablar de mi padre, ni de lo que es capaz de hacer.

(…)

- ¡Selena! – escuche detrás mío. Sonreí un poco y me voltee –
- ¿El chico más frio de la escuela…. Viniendo hacia mí…? – dije usando las mismas palabras que el hacía.
- No utilices mis palabras…. Solo quedan bien conmigo – yo solo rodé los ojos. El levanto las cejas, como advirtiéndome de que no lo haga más – ¿En dónde y a qué hora aremos el trabajo?
- Al parecer hoy te levantaste con el pie derecho… - sonreí –
- ¿Pie derecho? ¿De que estas hablando? – frunció el ceño
- Si cuando estas de malhumor dicen ‘te levantaste con el pie izquierdo’ entonces cuando estas de buen humor es ‘te levantaste con el pie derecho’… ¿no? – me encogí de hombros –
- ¿Por qué dices que estoy de ‘buen humor’? –
- Bueno, pues… ¿Por qué viniste hacia mí?.... tal vez porque, ¿pasaron minutos desde que llegaste y no me insultaste? Y tal vez porque, ¿estás aquí siendo amable conmigo? – dije obvia.
- Justin se acercó lentamente a mí, juntando nuestras respiraciones. Jure que por primera vez en mi vida, me ponía nerviosa cuando un chico se me acercaba. Corrió su cabeza, hacia mi oreja – Dos… si quiero que guardes mi secreto debo tratarte bien y tomarme en serio el trabajo… - murmuro en mi oreja, haciendo que un escalofrió recorriera por todo mi cuerpo. Luego se separó lentamente, volviendo su cabeza a milímetros de la mía – No pensé que lo habías olvidado… son tus reglas –
- Negué lentamente – Es increíble… como en un momento eres bueno, y en otro momento, te vuelves un completo idiota – me separe de el – Nos vemos luego… - dije mientras salía de ahí.