Capitulo 24.

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Martes, martes, martes. Hoy compartía la clase de matemática con Justin, pero él no estaba por ningún lado. 
Al parecer hoy tenía suerte.
Si Justin no estaba, eso significaba solo una cosa…. ¡Mi plan saldría a la perfección!


Camine por el pasillo del salón dirigiéndome hacia el escritorio de la maestra. Una señora alta, de piel blanca, llevaba su largo y lacio pelo rojizo atado en un rodete. Al sentir mi presencia, bajo sus anteojos y me miro. 

¿Por qué la mayoría de las maestras de matemática suelen tener aspecto de bruja?

Le entregue un papel que supuestamente mi madre había escrito. Gracias a dios que puedo falsificar su firma.
Volvió a subir sus anteojos y leyó la hoja de una forma rapidísima. Me lo entrego.

- Puede retirarse. 

Le sonreí agradeciéndole. Salí del aula y camine hacia la oficina del director. Toque la puerta y la abrí después de escuchar que susurraron un “pase”

- Buen día – dije mientras entrada a su oficina.
- Buen día. Siéntese – me señalo el asiento del frente. Lo obedecí y le entregue la carta. Busco algo de su bolsillo, saco unos anteojos, se los puso y leyó – Según esto dice hoy tiene una consulta con el médico - Asentí - ¿Por qué no me ha llamado su madre?
- Ya sabe usted que es una mujer ocupada. Me dijo que le entregue la carta y que vaya a su oficina para poder ir a mi consulta con el médico.
- Asintió – De acuerdo – tomo el teléfono y marco un número.

¿Acaso estaba llamando a mi madre?

- ¿Está llamando a mi madre? – murmure. El levanto una mano en señal de que me callara.

Ojala no atienta, ojala no atienda.

El director suspiro y dejo el teléfono en su lugar.

- Tiene suerte de que no atienda.

¡Era obvio que no iba atender! Siempre está en reuniones, y esas aburridas cosas.

- Luego dile que me llame, ¿de acuerdo? – asentí – Puede retirarse.

Me levante y salí de la oficina. Camine por el pasillo hasta llegar a la puerta de entrada de la escuela
¡Mi plan había funcionado! Si salía de la escuela temprano, Bieber no podría llevarme a mi casa… ¡Alto! No traje mi auto.
Suspire pesadamente. Odio a Bieber, odio que haya dicho eso frente a todos, odio que haya apostado con el… ¡Soy una estúpida!

- Srita. Gomez, ¿Qué hace tan temprano aquí?
- Me sentía mal – me encogí de hombros –
- De acuerdo – asintió - ¿Necesita algo? ¿Algún medicamento para que se te cure?
- No – negué con la cabeza sonriendo – Me gustaría comer, así podría irme a dormir temprano.
- De acuerdo – sonrió y miro la hora. Eran las diez y media - ¿Qué le gustaría almorzar?
- Cualquier cosa – sonreí – 
- ¿Quiere algo de tomar? – negué y asintió. Camino hacia la cocina, la seguí y me senté en una de las sillas - ¿Su amigo la trajo?
- No. Vine caminando – me encogí de hombros-
- Me hubiera llamado hacia la iba a buscar.
- Sonreí – No importa.
- ¿Carne al horno con papás estaría bien para usted?
- Claro – sonreí y me levante – Estaré en mi habitación.

Subí las escaleras y entre a mi habitación.
Era increíble lo que había pasado en estas últimas semanas. Me pelee con Bieber, hable con él, y ahora, somos “novios” ¿En qué extraño mundo pasaba esto?
Y después llega Justin y me besa… Y dios… Ahora entiendo porque las estúpidas de las porristas están locas por él. Es hermoso, si, no lo niego. ¡Y besa tan bien!
Me acosté en mi cama, tome la almohada y me tape la cara. ¡Todo esto no estaba pasando!


Me desperté por un par de risas que venían desde abajo… ¿Risas?
Carmen, ella estaba hablando con alguien más… ¡Y era una voz de un hombre! Oh no, ¿Ricardo? ¿Qué hacia el aquí y porque se estaba riendo con Carmen?
Baje rápidamente las escaleras, sin importar que llevara el piyama puesto. ¿Hace cuánto tiempo me había quedado dormida?
Entre a la cocina, ¡el hombre estaba de espaldas mientras que Carmen sonreía y le hablaba!
Ella me miro y me sonrió. Fruncí el ceño, ¿no era que ella odiaba a mi papá?
El hombre se dio vuelta…. Oh no, ¿Qué hacia el aquí?

- ¿Qué-que haces aquí? 
- El director me dijo que tenías turno con el doctor… yo no lo creí en absoluto.
- ¿Por qué viniste a mi casa? – fruncí el ceño. Carmen nos miró un poco incomoda y volteo para hacer lo que estaba haciendo.
- No escaparas de mi tan fácil – susurro para que solo yo lo escuche. 
- ¿Para qué viniste a mi casa? – repetí – Y sí, me fui de la escuela porque no quería cruzarme contigo. Aunque tarde o temprano sabía que conseguirías la manera de encontrarme, me conoces tan poco y al mismo tiempo tan bien…
- Rio – Sigues enojada…
- ¡Claro que estoy enojada, Justin! – reproche. Sonrió y miro hacia el frente. Suspire y me senté a su lado –
- ¿Te quedaras a comer, cariño? – mire a Carmen con el ceño fruncido que miraba a Justin con una sonrisa.
- No quiero ser molestia – él sonrió.
- Claro que no lo eres. ¿Se quedará a comer tu amigo, Srita Gomez?
- Sí, no se – murmure sin importancia. Aunque diga que no, sé que a Justin no le importaría y se quedaría de todos modos.
- De acuerdo – ella sonrió. Y puso frente nuestro un plato para cada uno ya con la comida servida - ¿Qué quieres tomar? – le dijo a Justin.
- Cualquier cosa –

¡Él estaba tratando de ser dulce y gentil con ella! Si Carmen conociera el lado verdadero de Justin Bieber…

- Cualquier cosa que necesite llámeme, Srita. Gomez – asentí – Por cierto, Selena me agrada tu novio – dijo, le sonrió a Justin y se fue.

Deje los cubiertos sobre el plato y mire a Justin quien trataba de no reír. 

- Tu no… - las palabras no me salían. ¡Estaba tan enojada con el! – Eres un idiota… - me levante de ahí y camine hacia las escaleras - ¿Qué quieres? – dije cuando él me tomo del brazo y me volteo para que lo mirara. 
- Eres una enojona que se enoja por todo.
- No tienes que ir caminando y contarle a todo el mundo que somos novios… ¡Porque no lo somos!
- Solo trataba de ser amable – ladeo la cabeza y sonrió tiernamente.
- ¡No lo hagas! No trates de ser alguien que no eres…

El me tomo de la nuca y levanto mi cabeza para que lo mirara. 
Mire sus ojos, mire sus labios… Dios, era tan irresistible. Rio un poco, supongo que supo que era lo que yo quería, y antes de que pudiera decir algo. Unió nuestros labios. Puse mis manos en su cabello y tire de el para acercarlo a mí. El introdujo su lengua en mi boca… 
¡Mierda! Se sentía tan bien…
Me tomo por mis muslos levantándome haciendo que envuelva con mis piernas su cintura. Se dirigió a mi cuello, mordiéndolo y chupándolo. 

¡No podía seguir con esto! Dios Selena… reacciona. ¡Es Justin Bieber, no puedo tener sexo con él!

- Ju-Justin… pa-para… - tartamudee. Tire mi cabeza hacia atrás para darle mejor acceso a mi cuello.
- Te ves tan sexy en pijama.

Me ruborice por completo. ¿Cómo tenia cara para ruborizarme por eso y no por lo que estoy dejando que me haga?

- Ju-Justin… por favor…para… - murmure.
- Sh… - me callo uniendo nuestros labios en un apasionado beso.

Cuando sus manos se dirigieron debajo de mi remera y tocaron mi desnuda piel… Todos mis sentidos reaccionaron. Puse mis manos en sus hombros y lo separe de mí en un empujón. El me miro perplejo, sin entender porque lo había hecho. Dios… esos hermosos ojos color miel lo único que reflejaba era lujuria.

TE ODIO... PERO TE AMO → Jelena 【Adaptación】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora