Capitulo 29.

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- ¿Qué es lo que te pasa? – 

Mire hacia la ventanilla de mi lado. Estábamos en el auto de Justin, dirigiéndonos a la casa de mi padre. No sé si estaba más nerviosa por lo que había pasado en la escuela o porque iba a ver a mi padre por primera vez. Apoye mi mentón en la palma de mi mano. ¿Qué me estaba pasando?
Lo único que quería en este momento era estar en mi casa, y pensar en todas las cosas que habían pasado en este mes. Analizarlas y llegar al momento cuando todo empezó a cambiar.
Llegar al momento cuando todo esto se volvió una pesadilla… Yo estaba bien con mi vida de antes, y la quería de vuelta. Quería entrar a la escuela y que la gente se dé vuelta solo para mirarme, y ahora sé que eso no pasa más… no desde que se supone que estoy saliendo con Justin.

- Oye, sé que no suelo decir estas cosas. Pero sé que algo te pasa y es terriblemente molesto no saber qué está pasando por tu cabeza, así que ¿Qué te pasa?
- Nada – murmure. Lo mire de reojo y vi como su mandíbula se tensaba. ¿Por qué le importaba en lo que estaba pensando? – Solo… estoy nerviosa, veré a mi papá por primera vez. 
- El rio - ¿en serio?
- Oh, lo siento por tener sentimientos… al menos, yo los tengo – susurre las últimas palabras.
- Sé que algo te está pasando. No sueles estar tan a la defensiva, siempre te enojas pero hoy… no, es extraño.
- Mira Bieber. – suspire y lo mire- Hoy no es un gran día para mí, ¿de acuerdo? Me entere de cosas que realmente, no quería saber y ahora veré a un hombre que no se preocupó nunca por mí, así que… Necesito que cooperes y dejes de molestarme una vez en tu vida, ¿De acuerdo? Si quieres discutir, esta bien, después lo aremos, pero ahora quiero estar tranquila y pensar, y guardar mis pensamientos para mí misma, si no te importa.

Y por primera vez desde que lo conocí, dejo de molestarme. Por un lado me sentía mal por haberlo tratado así, pero realmente, no tenía muchas ganas de soportar que me moleste, estaba a punto de colmar mi paciencia por tantas preguntas que me hacía.
Después de pensar tanto sobre lo que me había enterado, pensé que no le podía contar o pedirle alguna explicación a Justin… no éramos nada, por lo tanto a mí no tendría por qué importarme su vida privada. Pero me importa, y mucho… Porque la que queda como una estúpida frente a todos, soy yo.
¿Y ahora que tendría que hacer para que el quede como un estúpido…? ¿Acostarme con alguien o algo así? No, claro que no aria eso. Nunca fui ese tipo de chicas y nunca lo voy hacer. No me acostare con alguien por venganza y menos lo aré con el primer chico que vea. 

Yo sabía perfectamente quien era Justin, y que era el tipo de chicos que se acostaba con cualquier chica… Pero supongo que ahora era distinto. No tenía por qué sentirme humillada y engañada, nuestra relación, era pura mentira y se suponía que era todo para alejar a Barbara, aunque, creo que se dio cuando que Justin no quiere nada con ella… Por eso, hay algunas cosas que no entiendo, si Barbara ya no le importa más Justin, ¿Por qué el sigue diciendo que nosotros somos novios? 

- Oye, sé que no quieres que te moleste – me miro por unos segundos y luego volvió su vita a la calle – Pero, ¿sabes dónde queda la casa de tu papá?
- ¡¿Qué?! – lo mire con el ceño fruncido.

Si él no sabía dónde quedaba la casa… ¿Hacia dónde estaba yendo? 

- Tú no me dijiste la dirección – rió y yo hice lo mismo. En todo este tiempo estuvimos dando vueltas y yo no me había dado cuenta.
- Lo siento – sonreí un poco y le pase la dirección.

Eran las 11:40am cuando llegamos a una enorme casa, podía jurar que parecía una mansión… o tal vez más grande que una.
Era una hermosa casa blanca de dos pisos, las ventanas estaban pintadas de un azul claro. La puerta de entrada era color marrón madera, y tenía dos ventanas a los costados. En el jardín del frente, habían algunas flores y árboles, también había un camino de rosas rojas que te llevaban a la puerta principal. Era una casa completamente hermosa.
Escuché el ruido de la puerta, eso significaba que Justin ya había bajado del auto, y ahora tendría que hacerlo yo. Pero no podía. Estaba en shock y muy nerviosa, para ser sincera.

- ¿Vienes? – Justin había abierto la puerta de mi lado. ¿Cuándo había hecho eso?

Saque un pie y luego el otro. Y cuando ambos pies tocaron el suelo, me tambalee un poco, no podía desmayarme ahora. Mire a Justin quien ahora estaba a mi lado mirando la hermosa casa que estaba enfrente de nosotros.
El metió ambas manos en sus bolsillos delanteros y comenzamos a caminar hacia la entrada. En el suelo, había un pequeño tapete color bordó que decía «Bienvenidos» y en un costado se podía leer «Familia Gomez» 
Cerré los ojos y suspire. Necesitaba compasión, a alguien que realmente me entienda y me abrace cuando lo necesito. Mire al chico que había a mi lado, había sido una completa estúpida en haberle pedido a Justin que venga conmigo. Tenía que habérselo dicho a Niall, aunque también le tendría que contar toda mi historia, algo que nunca lo había hecho.
Tenía que ser fuerte. Después de todo, no había venido aquí para irme, había venido para conocer a mi padre. 

Estire mi mano y toque el timbre. Justin me miro, tomo mi mano y le dio un pequeño apretón, como si dijera «Te entiendo, yo también pase por esto» Y era verdad, él lo había hecho cuando tenía ocho años y cuando por primera vez había visto a su madre biológica, Pattie. Así que él tendría que saber cómo me sentía ahora.
Se escucharon un par de voces del otro lado de la puerta, algo que hizo que me tensara, estaba a punto de conocer a mi papá… no tendría que parecer asustada o emocionada por conocerlo, todo lo contrario, él tendría que ver mi dolor y mi tristeza tras él haber desaparecido desde que se enteró que iba hacer padre.

Y cuando la puerta se abrió. Revelo a un señor bastante alto, lo analice de pies a cabeza. Llevaba una remera blanca sencilla, con unos jeans y en los pies tenía unas zapatillas comunes. Su cabello era color negro, casi marrón, y sus ojos… eran el mismo color que los míos, café.
Justin volvió a darme un pequeño apretón de contención, pero solo hizo que yo soltara rápidamente su mano.

- Hola, ¿Qué se les ofrece? – preguntó el señor. 

Y tuve que contenerme para no gritarle y decirle «¡¡Soy yo, tu hija que rechazaste hace dieciocho años atrás!!»

TE ODIO... PERO TE AMO → Jelena 【Adaptación】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora