Te quiero ¿sabes por qué?
Te quiero porque llegaste cuando no esperaba a nadie, cuando menos quería amor, tú llegaste e hiciste que todo tuviera color, te quiero porque me aceptas con mis defectos, porque eres todo lo que una persona merece, porque...
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Despierto con un terrible dolor de cabeza así que la verdad no me molesta mucho no haber ido a la escuela, la verdad no me molesta incluso que Simón esté dormido a los pies de mi cama.
Con mucho cuidado me levanto para no despertar a nadie, ya que todos están regados por el departamento, tomo un pants gris junto una sudadera, amarro mi cabello en un moño y salgo decidida a comprar un buen café para todos.
-Hey, espera- Villamil me detiene cuando comienzo a bajar por las escaleras.
-¿Me espias?, eso es raro hasta para ti- sonríe.
-Al parecer nadie fue a clases, eh
-Bueno brujo, ahora acompañame por café, tu pagas la cuenta, por abandonarme.. abandonarnos, ya sabes.- digo con algo de nervios.
-Es justo- me sonríe.
La caminata es comoda, en general siempre que estamos juntos el ambiente me parece de lo más acogedor.
-¿Y pasaste la noche con Fer?- Ay Mía, porque no inicias la conversación con otra cosa.
-Bueno, si es a lo que te refieres, no Jansdslm, soy virgen- Lo golpeo, uno por mentiroso y otro por no decir mi apellido bien, aunque para el es normal molestarme con ello.
-Por favor..- digo aun riendo.
-Me insultas Mia- comienza a reír --¿Y entonces que Mia nadie te a robado el corazón?- me urge que ya lleguemos a la cafetería me digo a mi misma.
-No, la verdad tener una relación no está en mis planes, solo es sufrimiento- digo al fin llegando a la cafetería.
-Ho-hola Mia- el chico del café me saluda con nervios, me siento mal por no saber su nombre, pues nunca se coloca su gafete.
-Hola chico café- hago mi pedido y veo como Villa solo sonríe a lo bajo. Cuando es hora de pagar el chico café me hace un descuento como de costumbre. –Gracias- digo por ultimo y salimos del lugar.
-Ventajas de ser tu.- dice
-¿Celos?- el comienza a reír y seguimos caminando hasta llegar al edificio.
Llegamos al departamento y la escena es demasiado linda, Simón e Isaza jugando con mis instrumentos en el sofá, Martín conversa animadamente con Dave en la barra de la cocina pero cuando entramos todos dejan lo suyo y corren a nosotros.
-Nos has salvado, estamos agradecidos- dice un dramático Martin tomando su café.
-En teoría yo compre el café, Mia solo puso su bonita cara para el descuento- dice Villa entrando detrás de mi.
-En teoría ayer nos dejaste- Isaza le reclama, oh estos dos discuten más que un matrimonio.
La tarde continuó tranquila, aun todos seguían en el departamento y una parte de mi no quiere se que vayan. Comemos, todo pagado por Juan Pablo Villamil, quien no dejaba de disculparse por haberse ido, la verdad es que a muchos de nosotros ya no nos molestaba, pero a Isaza cada que puede se lo echa en cara.
