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Pegó la oreja contra la puerta, queriendo escuchar algo que le indicara que Julia estaba bien y sonrió al oír un leve ronquido, al parecer la humana se había dormido mientras lloraba. ¿Por qué había comenzado a llorar? ¿Algún recuerdo revivido? ¿Había llorado porque se había dado cuenta del problema de la situación?

Vaya, hace mucho que no tenía tanta curiosidad. Hizo una mueca, camino de vuelta a la cocina y encendió el estéreo, agradeciendo haber dejado la estación anterior. Subió el volumen y volvió sobre sus pasos, forzaría la puerta para entrar por Julia, pero no quería despertarla.

Asió la perilla con fuerza y en un alto de la música que sonaba, tiró con fuerza haciendo de esta romperse. Abrió la puerta con facilidad y ahí entre la pared y la lavadora, yacía Julia dormida. La imagen le conmovió, pues nunca la había visto dormir y también porque se veía tierna ahí, demasiado tierna y débil. Se acercó, tomándole de brazos y sacándola lentamente, con temor a despertarla, pero al parecer había llorado tanto que estaba verdaderamente cansada.

Cargándola como si de un koala se tratara, la llevo al sillón, pero al verlo todo desordenado fue en busca de la habitación. No tardó mucho en encontrarla, ya que un fresco aroma provenía de ella y la puerta estaba abierta, entró y dejo de lado las cientos de rosas que yacían sobre el suelo. ¿Acaso planeaban que Julia y él tuvieran algo? ¿Un acercamiento?

Gruñó, estaban locos si pensaban que él la tocaría.

Depositó suavemente a la humana en la cama, procurando no despertarla y le cubrió el cuerpo con las mantas, eran verdaderamente cálidas, pero no serían suficientes para mantener a Julia caliente y estable. Volvió a la sala, tomando las cobijas que estaban en el sillón y fue a tenderlas sobre la dormilona, asegurándose de no dejar nada sin cubrir.

Le observó atento: las mejillas sonrojadas y ojos inflamados por tanto llorar, pero aun así lucia bien. Se veía débil y frágil. Tomó asiento a lado de ella, retirándole un poco de cabello de la cara y le estudió, ¿qué había sido? Tuvo que haber un detonante para que ella se pusiera de esa forma, ¿las canciones? No, eso no era.

¿La comida? Bueno, definitivamente tuvo que haber sido algo relacionado con eso, pero ¿qué?

Respiró hondo, necesitaba dejar de pensar en las cosas a su alrededor y encontrar lo que buscaba, sino lo hacía, sería demasiado tarde. Una última inhalación le hizo abrir los ojos, salir corriendo en la dirección de donde procedía el aroma y golpeo su cuerpo contra la puerta que bloqueaba su paso, dentro se escuchó un grito y en medio de la sala, yacía el cuerpo de una humana.

Sonrió, agradecido de haber llegado a tiempo y tomó a la humana en brazos, al salir se encontró con Gian y pensó que ella le celaría, pero solo asintió y le guío al equipo de apoyo.

Le gustaba eso de Gian, ella no lo celaba. Tal vez al principio sí, pero con el tiempo dejo de hacerlo y eso le gusto; ella confiaba en él.

— No quiero volver a cocinar. – murmuró una dormida Julia y él sonrió de lado.

— ¿Por qué no? Lo haces bien.

— No. – un sollozó, él hizo una mueca y le acarició la mejilla, intentado calmarla. – Él no quiere.

— ¿Quién no quiere?

— Hugo.

El nombre pronunciado con miedo y horror le hizo fruncir el ceño, ¿ella temía a esa persona? ¿Quién era? ¿Qué era para ella?

Salvation (Fanfic Nuevas Especies #14)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora