Capítulo 10.

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Dioses.

Del.

Olimpo.

¡MASON ME ESCUCHÓ TOCAR LA GUITARRA!

Soy una estúpida por pensar que nadie me vería o escucharía.

¿Ahora cómo hago para que no se lo diga a nadie?

¿Aclarar las cosas? De qué serviría, solo haría que supiera más sobre mi y eso es justo lo que no quiero. ¿Actuar como si nada hubiera pasado?¿Como si nunca hubiera estado en el aula de música? Es una buena opción.

Estaba en mi clase de Física mientras el profesor anotaba una larga lista de ejercicios los cuales estaba anotando en mi cuaderno distraídamente.

- Psss...- siento como ponen un papel doblado en mi mesa.

Miro hacia un costado a quien me lo había dado, era un chico de rulos marrones, piel morocha, y de baja estatura.

Intenté preguntarle porqué me daba ese papelito pero parecía absorto en su misión de terminar de copiar los ejercicios en su cuaderno.

Abrí el papel. 

"Con que Annabeth Chase ¿eh? Ahora se el nombre de la chica más linda de la escuela. ¿Te parece ir a tomar algo más tarde?"

Percy Jackson.

Rodé los ojos.

¿Así pretendía invitarme a salir? Dioses, eso es caer bajo.

Escribí en la nota.

"Sigue soñando, que no cuesta nada".

Se lo pase al chico a mi lado. Él se lo pasó al de atrás y así.

***

Luego de tres horas de clase, me dirigí hacia el comedor para el almuerzo, me senté en una mesa, y me puse a comer de mi almuerzo que había traído de casa.

De la nada siento a alguien sentarse enfrente mío.

- Lárgate- digo a quién sea que se haya sentado, estaba leyendo un libro y con el sueño que tengo no estaba de ánimo para nada.

- Parece que estás muy concentrada- dijo agh, esa voz.

- Tengo sueño genio, anda vete-.

- No, quiero terminar mi almuerzo primero, así que cuéntame, ¿eres la hija de Frederick, no es así?-.

Comencé a toser- ¿Que te hace pensar eso?- digo.

- Primero tosiste mucho. Segundo ayer, Frederick, tu padre, no dejaba de hablar sobre una tal Annabeth, es decir su hija. Tercero, como ayer fuiste a visitar a tu tía y primo, por lo cual creo que volviste tarde a tu casa, provocando tu falta de sueño. Cuarto, te apellidas Chase así que.... creo que hay que ser estúpido como para pensar que tu no eres la hija de Frederick-.

Vaya, al parecer tenía más cerebro que algas en su cabeza.

Me di un facepalm.

- Dioses- suspiré- si, soy yo-.

Él comenzó a festejar a lo loco.

- LO SABÍA, SABÍA QUE ERAS TU- se paró de la silla y comenzó a hacer un baile extraño.

- Ya cállate, siéntate- le dije amenazadoramente- ni que hubieras encontrado el vellocino de oro- bufé.

- Pero tu cabello si se parece al oro-.

Aparte la mirada.

- Sobre mi propuesta, ¿qué dices?- preguntó.

- Creo que ya ha quedado bastante claro, ¿no crees?-.

- Pero si solo pusiste, "sigue soñando que no cuesta nada"- dijo confundido.

Empecé a reir.

- ¿De qué te ríes?-.

- Eres un tonto sesos de alga- dije aún riéndome.

- Sesos de alga...- apoyó la cabeza en su mano, manteniendo su codo en la mesa- es un lindo apodo, al igual que tu- dice mirandome fijamente.

Y es ahí cuando me tomo unos segundos más para apreciarlo. Sus ojos verdes como el mar en verano, su pelo negro como la noche, y su sonrisa boba de niño de diez años.

- ¿Puedes dejar de mirarme así?- dije.

- ¿Por qué?¿Te pongo nerviosa?- preguntó.

- Es ridículo- bufé- ya quisieras.

Sonó el timbre que indicaba el fin del almuerzo. Me levanté de la mesa.

- Adiós Percy- dije caminando hacia la salida.

- Adiós Annabeth, ¿entonces irás conmigo después de la escuela?-.

- No sesos de alga-.

Y me dirigí hacia mi próxima clase.

¿Acabo de tener una conversación normal con Percy Jackson? Wow, la falta de sueño me estaba afectando. Pero no se comportó como un mujeriego, como siempre, de verdad parecía amable y buena persona.

***

Al sonar el timbre de salida, me dirigí hacia la biblioteca a hacer mi tarea de Física, si bien tenía entendido, esta cerraba dos horas después del timbre de salida, es decir a las 17:00.

Me dirigí hacia ella, entré y me encontré con un salón de dos pisos con miles de estantes llenos de libros.

Creo que encontré los Campos Elíseos.

Fuí a sentarme en uno de los escritorios. Saqué mi celular y audífonos y me puse a hacer mi tarea mientras escuchaba el nuevo disco de Fall Out Boy, Mania.

Mientras hacía la tarea me puse a pensar, en lo divertido que sería si pintaran algo con color en la escuela, además de gris y blanco, y en si pusieran buena música a la hora del almuerzo.

Y una idea descabellada pasó por mi mente. A la cual pondría en práctica mañana.

¿Por qué no?

Terminé mi tarea, puse todo en mi mochila y salí de la escuela, caminando hasta mi casa.

Entré por la puerta de la cocina y saludé a Gaby.

- Hola Gaby-.

- Hola Annie- dijo- ¿Cómo te fue hoy?-.

- Bien, mejor de lo que esperaba- vi que estaba batiendo algo- ¿que haces?-.

- Galletas de vainilla y chispas de chocolate-.

- ¡Que rico!, cuando las tengas, vendré por la bandeja entera- dije bromeando...¿O tal vez no?.

Gaby rió- como  quieras Ann- dijo- por cierto hay unos chicos en el living esperándote, dicen que te conocen de la escuela-.

- Que raro. Yo no esperaba a nadie- fruncí el ceño.

- Pues, dijeron que venían a verte-.

- Como sea- bostecé- tengo muchísimo sueño, les diré que vengan otro día, que tengo ganas de dormir-.

- Como quieras Annie- dijo Gaby y siguió preparando las galletas.

Fui hasta la sala.

Y ya se imaginaran a quienes me encontré.

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¡Hello!

A las personas que estén leyendo esto (chicas/chicos/semidioses/unicornios/etc), les agradezco por sus votos, y por darle una oportunidad a esta novela.

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Hasta pronto.

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