Stumbling Down A Windy Road

parte 08. todo lo que podríamos ser

16 de Abril de 2011, 9:29 AM

Tienda de Café Twosome

—Mucho tiempo sin verte.

Hyukjae sonríe, regresando la sonrisa que Donghae le está dando. Ahora están sentados uno frente al otro, habiendo decidido compartir una mesa con el otro solo por el propósito de 'ponerse al día'. Los ojos de Hyukjae beben de la vista del amigo que no ha visto cerca de dos años y descubre que le gusta lo que ve. Donghae es aún el mismo. Cabello marrón más largo, con suaves mechones cubriendo sus expresivos ojos. La familiar y recta nariz y el par de delgados y rosados labios ahora se sitúan entre mejillas más rellenas. Hay un indicio de músculos en sus antes huesudos brazos y pecho, aún así luce como el chico que Hyukjae conocía.

—En efecto, mucho tiempo —contesta Hyukjae, su sonrisa se agranda cuando Donghae ríe—. ¿Cómo has estado?

Donghae estira sus labios un poco, asintiendo para sí mismo.

—Bien. Muy bien. Fui a Australia.

—Eso oí.

Una ceja se eleva y un par de ojos de doble párpado se agrandan un poco en su dirección.

—¿Dónde podrías haber oído eso?

Hyukjae se encoge de hombros, riendo un poco.

—En alguna parte.

—Lee Hyukjae —Donghae entrecierra sus ojos hacia él, y escuchar su nombre siendo dicho por esa voz causa que una sensación emocionante se forme en la boca de su estómago.

—Lo oí de tus padres —miente Hyukjae, una sonrisa de encías estira sus labios mientras Donghae continúa entrecerrando sus ojos.

—Ajá —dice Donghae, cruzando sus brazos sobre su pecho—. Y temprano esta mañana me dijeron que debería invitarte a casa porque no te han visto para nada desde la graduación de la escuela.

—A-Ah, ¿en serio? —Hyukjae ríe nerviosamente, levantando una mano para rascar inútilmente su nuca—. También quiero verlos.

—¿Entonces cómo supiste que estuve en Australia?

Hyukjae le sonríe tímidamente antes de responder.

—Yesung-hyung.

Donghae lo mira boquiabierto, su mandíbula cae cuando una mirada de total sorpresa pinta su rostro.

—¿Conoces a Yesung-hyung?

—Y-Yo... —Hyukjae ríe incómodamente—. Supongo que me encontré dando vueltas por Incheon un día. Encontré ese acogedor café con un dueño rubio. Resultó ser tu amigo y accidentalmente me contó acerca de tu paradero... ¿supongo?

—En serio —Donghae bufa con incredulidad, aunque no hay indicio de molestia en sus divertidos ojos—. ¿Te encontraste dando vueltas en Incheon? Es una hora de distancia desde aquí. ¿Qué estabas haciendo allí? Si no te conociera mejor, pensaría que estás acosando a alguien.

Más o menos, sí, piensa Hyukjae pero no lo dice en voz alta mientras solo continúa sonriendo en dirección a Donghae.

El muchacho más joven simplemente sacude su cabeza y hace un sonido de risa con su lengua antes de relajarse en su asiento mientras pregunta:

—Entonces, ¿cómo has estado tú? ¿Cabello rojo, Hyukjae? ¿En serio?

—¿Luce mal? —se encuentra preguntando, sus dedos tiran nerviosamente del final de sus mechones.

—No veo la diferencia. Después de todo algunos primates sí tienen cabello rojo.

—Yah.

Donghae ríe a todo pulmón antes de bajar su mirada a su regazo y murmurar suavemente: