parte 06. la inevitabilidad de decir adiós

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14 de Febrero de 2013, 7:36 PM

Restaurante Aux Petits Plats

Cho Kyuhyun sonríe severamente a una de las meseras mientras camina hacia la puerta delantera del elegante restaurante francés de su familia, mirando la hora indicada en el costoso reloj que decora su muñeca izquierda. Solo han pasado seis minutos desde el tiempo esperado de llegada de sus invitados, y aún así ya está balanceándose sobre los talones de sus pies, la impaciencia e inquietud son evidentes en sus rasgos mientras abre la puerta de vidrio para echar un vistazo a las ocupadas calles de Seúl.

Gruñendo con ligera molestia, Kyuhyun sale, sacando su teléfono de su bolsillo. Se desplaza por sus contactos y se detiene en el nombre de un cierto Lee Sungmin antes de presionar 'llamar' y poner su teléfono en su oído.

Toma tres pitidos que Sungmin conteste, sin siquiera molestarse en decir hola mientras chilla al oído de Kyuhyun:

—¡Se han ido! Salieron hace alrededor de cuarenta minutos. Como estaba planeado, Hyukjae manejó hasta Myeondong y probablemente giró en Itaewon. Entonces, ¿ya están ahí? ¿Está pasando algo? ¿Ya soltó la pregunta? ¿Ahora está oficialmente comprometido? ¿Qué, qué, qué?

—Sungmin —bufa Kyuhyun mientras niega con su cabeza, riendo por la emoción que proviene de la voz de Sungmin—. Ni siquiera están aquí aún. Si se fueron hace cuarenta minutos, entonces... —echa un vistazo a su reloj de muñeca y frunce su ceño—. Supongo que estarán aquí en otros cinco minutos.

—Ah, ¡estoy impaciente! —gimotea Sungmin—. ¿Puedes darme una actualización en vivo de lo que suceda cuando estén allí?

—Tanto como me gustaría hacerlo, sabes que no puedo —dice Kyuhyun—. También necesito irme pronto. Tengo mi propia cita de San Valentín, sabes. Es por eso que deberían llegar aquí tan pronto como sea posible o llegaré tarde. Si eso sucede, voy a desollarlos —gruñe la última parte con irritación y por lo bajo.

—Oh, estarás bien —dice Sungmin antes de gimotear—. Aunque realmente quiero saber qué pasa. Verás, si ese tonto de Hyukjae no hubiera reservado todo el maldito restaurante, entonces podría haber ido por mí mismo a comer y verlos de lejos.

—Sabe cómo usar bien sus conexiones —Kyuhyun rueda sus ojos—. Es afortunado de que mi familia sea dueña de este restaurante, sino, habría pagado mucho más por alquilar todo el lugar.

—Realmente está dándolo todo, ¿no? —murmura Sungmin—. Y tiene el valor de pensar que esta noche puede ser rechazado.

Kyuhyun hace una mueca.

—¿En serio? ¿Hm? ¿Rechazado? Dios, algunas veces me pregunto qué está mal con su cabeza.

—Lo sé —Sungmin resopla—. Dice que ha tenido suficiente de eso pero vamos, estamos hablando de alguien que se le confesó tiempo atrás en la escuela secundaria. ¿Cómo podría ser rechazado?

Kyuhyun ríe, sacudiendo su cabeza con incredulidad.

—Su estupidez me asombra de verdad. Ya no tengo nada que decir. Buena suerte a su cónyuge —Sungmin ríe por el término—. Por tener que lidiar con su estúpido y- oh mierda, Sungmin, veo un auto blanco —Kyuhyun mira al vehículo que se acerca, entornando los ojos para mirar a través del cristal polarizado y sonríe ampliamente cuando confirma sus sospechas y ve a Hyukjae con su cita—. Están aquí —Sungmin chilla con deleite en su oído.

Apresuradamente, Kyuhyun entra al restaurante y se dirige al área del personal.

—Necesito colgar. No te preocupes, nuestras cámaras de vigilancia están activadas así que capturarán todo.

Stumbling Down A Windy RoadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora