7 años más tarde
Primavera.
Es la estación en la que el frío hace paso a la calidez. En la que los árboles que dejaron caer sus hojas y sus ramas que se cubrieron de nieve vuelven a la vida y son verdes de nuevo. En la que el aire es fresco, y las flores rojas, blancas y amarillas florecen, y el cielo está pintado con suaves tonos de azul mientras las aves planean por el aire, piando alegremente una descuidada canción primaveral.
Es una linda mañana de primavera - una en la que Lee Hyukjae habría salido al balcón a apreciarla si no fuera por el hecho de que actualmente está ocupado ocultándose debajo de la cama. Para ser más específicos, escondiéndose de un cierto y molesto Lee Donghae, cuyos fuertes pasos resuenan a través del pequeño departamento.
—¡Lee Hyukjae, ¿dónde mierda estás?!
Muerde sus labios, cubriendo su boca con una palma mientras amortigua un sollozo - un sollozo que no puede evitar convertirse en un chillido nada digno cuando siente una mano sujetando fuertemente su tobillo, sacándolo de su escondite y permitiendo que sus ojos se encuentren con la mirada entrecerrada de su esposo.
Parpadeando inconscientemente, Hyukjae intenta sonreír ampliamente y hacer el signo de la paz, solo para terminar gritando del dolor cuando Donghae golpea el costado de su cabeza.
—¡Auch!
—¡Pedazo de mierda!
Una prenda de ropa es empujada hacia el pecho de Hyukjae, y frunce culpablemente su ceño mientras se sienta, sabiendo exactamente lo que es.
—¡Sabía que no debería haberte confiado el lavado de la ropa! —se lamenta Donghae, una mezcla de molestia y desesperanza marcan claramente sus rasgos mientras sostiene los hombros de Hyukjae y lo sacude como si fuera una muñeca de trapo—. ¡Mira lo que le hiciste a mi camisa favorita! ¡Se hizo rosada! ¡Rosada, joder!
—¡Lo siento mucho! —lloriquea Hyukjae mientras estira sus brazos para abrazar a Donghae, aplastando la camisa rosa entre sus cuerpos cuando su esposo gimotea y forcejea para liberarse de su agarre—. Perdóname, por favor. ¡Te compraré cientos de camisas nuevas la próxima vez que vayamos de compras! ¡Lo prometo!
Donghae inmediatamente para de moverse, alejándose ligeramente para entrecerrar sus ojos y dejar salir su labio inferior.
—¿En serio?
—Sí, cariño —Hyukjae besa rápidamente su puchero, sonriendo ampliamente cuando Donghae arruga su nariz adorablemente—. ¿Ahora estoy perdonado?
Suspirando, Donghae solo frunce mucho su entrecejo antes de asentir a regañadientes, rodando sus ojos cuando Hyukjae chilla alegremente y lo besa en el cuello.
—Eres afortunado de que te ame —masculla Donghae, inflando sus mejillas mientras apoya su cabeza en el hombro de Hyukjae.
—En efecto, lo soy —Hyukjae sonríe, haciendo más fuerte su agarre en él y besando suavemente su sien—. Por cierto bebé, de nuevo, ¿a qué hora saldremos hoy?
—Tenemos tres horas antes de que necesitemos dejar la casa —responde Donghae—. Puedes adelantarte y ducharte mientras preparo un almuerzo rápido.
—De acuerdo.
Se abrazan en el piso en un cómodo silencio por cinco minutos más antes de que Donghae lo empuje hacia el baño y arroje dos toallas recién lavadas en su dirección.
Mientras se ducha, Hyukjae no puede evitar sonreír emocionadamente cuando piensa en sus planes para los próximos días. Para celebrar su noveno aniversario como pareja (y su tercero como una pareja casada), irán a un largo viaje a Bali en Indonesia el fin de semana. Es la primera vez en tres años que dejarán de nuevo el país, la última vez fue su viaje a Nueva Zelanda para su boda.
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Stumbling Down A Windy Road
Fiksi PenggemarCrecer con alguien no es tan sencillo, especialmente cuando ya estás en la etapa en que muchas cosas están cambiando. Cuando Donghae comienza a notar las diferencias, aún cree firmemente que sin importar todos los cambios por los que pasen, nada pod...