Bianca
Cuando llego a casa, la cama me está llamando a gritos así que me echo una pequeña siesta de dos horitas. Cuando me despierto, mi cabeza no puede dejar de pensar una solución, me pongo a hacer números, y según mis cálculos mis ahorros se agotarán en tan solo seis semanas, por lo que debo encontrar trabajo antes de dos semanas, ya que nadie me va a dar un adelanto nada más empezar a trabajar, así que la cosa está bastante peor de lo que pensaba.
No sé cómo voy a salir adelante, porque o me cae una oferta del cielo o estoy perdida, no tengo familia a la que acudir para pedir ayuda, lo que significa que si no consigo empleo me veré en la calle.
De mi familia biológica no sé nada, tan sólo me dijeron cuando cumplí los 18 que me habían abandonado y que seguramente fuesen drogadictos o alcohólicos por el estado en el que me encontraron, antes me resultaba difícil no saber de dónde vengo, pero la verdad es que ya lo tengo bastante superado, sobre todo porque conocí a Carol y ella se convirtió en mi familia.
Y hablando del rey de Roma..., suena la melodía de mi móvil y resulta ser un mensaje de Carol.
Carol:
Tiaaaa, ¿Dónde estás?
Acabo de aterrizar en Madrid
Bianca:
Estoy en casa, y tengo que contarte algo
Carol:
¡¿No me digas que te has echado novio?!
Bianca:
Tu siempre piensas lo mismo, pero no es eso
Carol:
¿Qué ha pasado entonces?
Bianca:
Me han despedido
Carol:
Uff lo siento mucho, voy a verte ahora
Tengo muchas ganas de ver a Carol, llevo dos semanas sin verla, y como es mi única familia la echo mucho en falta en los malos momentos.
Una hora más tarde escucho el timbre sonar y por la forma de tocar indudablemente es Carol, ella es irrepetible en algunos aspectos y uno de ellos es la poca paciencia que tiene para esperar en la puerta, lo que provoca que no pueda apartar el dedo del timbre hasta que la puerta está completamente abierta.
Tras abrir la puerta, se abalanza sobre mí y me rodea con sus brazos.
—Bianca, cuanto siento lo de tu trabajo —es lo primero que me dice mientras aún me rodea con sus brazos.
Yo no puedo evitarlo y mis lágrimas empiezan a brotar espontáneamente, la verdad es que había aguantado hasta ahora sin llorar, pero ya es hora de desahogarme.
Tras un rato en el que me desahogo con ella donde llamo a mi jefe de todo, y le explico mi desesperación por encontrar trabajo, ella tras escucharme atentamente se me acerca con su portátil.
—Creo que tengo la solución a tus problemas económicos —me dice provocando que un halo de esperanza se apodere de mí.
—¿Sabes de alguien que quiera contratarme? —le pregunto impaciente.
—No es eso exactamente —me dice provocándome cierta confusión. —Hasta ahora no te había contado la verdad sobre mi trabajo, pero ya es hora de que lo sepas —me dice dejándome totalmente intrigada.
—No entiendo lo que quieres decirme, pero ya sé que el trabajo de modelo no es tan fácil como lo pintan y que en realidad requiere muchos sacrificios —le digo pensando que eso es lo que trata de decirme. —Pero ese sacrificio tiene su recompensa ya que tiene mucho éxito y trabajadas de modelo que es lo que siempre has deseado...—Continúo diciendo hasta que ella de pronto me corta.
—¡Esa es la cuestión Bianca, yo no soy modelo! —me dice dejándome totalmente perpleja.
—¿Entonces en qué trabajas? —le pregunto confundida por lo que acaba de confesarme.
—Soy una Sugar Baby —me responde casi en un susurro mientras agacha la cabeza avergonzada.
—¿Una sugar Baby? —le pregunto encogiendo los hombros sin tener ni idea de lo que me está diciendo.
—A ver, yo hago compañía a hombres ricos y a cambio ellos me conceden todos mis caprichos —me explica con cierta vergüenza mientras yo soy incapaz de comprender nada y simplemente la miro confundida. —Necesito que leas esto para que entiendas todo, pero te pido que no me juzgues —me dice mientras me muestra una página web en su portátil.
Tardo una media hora en leer todo el contenido de "seeking arrangement" y trato de entender que es lo que intenta decirme, mientras tanto ella no deja de mirarme de forma muy seria, la noto nerviosa y comienzo a entender su nerviosismo cuando comprendo lo que trataba de decirme.
—¿Entonces los viajes y todo lo que tienes, es gracias a que tienes un Sugar Daddy? —le pregunto mientras trato de asimilarlo.
—Si, Bianca, ya sé que te parecerá mal y que pensaras que me estoy prostituyendo, pero por una vez en la vida hago lo que quiero y encima para mi propio beneficio —me explica Carol defendiéndose de sus propios remordimientos.
—Carol, nunca me has contado lo que paso en aquella casa de acogida y por eso no te voy a juzgar, pero esto no me parece lo correcto —le contesto con tranquilidad intentando que no se enfade conmigo.
—Bianca, yo solo quería ayudarte, pensé que tú también podrías convertirte en una Sugar Baby, pero ya sé que a ti estas cosas no te van nada —me contesta ella un poco avergonzada.
Finalmente, nos quedamos viendo una peli de esas romanticonas que nos gustan a las dos, y pedimos pizza para cenar, la verdad es que no me quito de la cabeza lo de ser una Sugar Baby, pero sé que yo no podría serlo, así que me preparo para mañana donde espera un día duro en el que estoy segura de que encontraré un buen empleo.
Gonzalo
Después de pasar la noche en un hotel, pensando en como he estado a punto de arruinar mi vida por la culpa de Olga, he decidido que a partir de ahora no volveré a enamorarme, sino que simplemente disfrutaré de la compañía de las mujeres, ya es la segunda vez que una mujer me es infiel, la primera fue Lucía, de la que estaba profundamente enamorado, y después Olga, a la que deseaba convertir en mi mujer y ambas me fueron infieles, no quiero ni imaginar desde cuando....
¿Acaso no existe ni una sola mujer decente en este mundo? nDe ahora en adelante yo seré el que se aproveche de las mujeres, soy un hombre rico y de éxito así que ¿Por qué no empezar a aprovecharlo? Ahora ha llegado mi turno de aprovecharme de ellas y está totalmente prohibido enamorarse.
Voy a casa de mi amigo Alejandro, él es médico y tiene una clínica privada y nos conocemos desde hace mucho, además es socio de mi empresa.
—Me acabo de enterar de lo de Olga, y lo siento mucho —me dice él nada más entrar en su casa.
—Gracias, aunque me lo tengo merecido, tú ya me avisaste de que ella solo me quería por el dinero y yo no te hice caso —le digo intentando quitar hierro al asunto.
—Bueno, ¿Entonces iras solo a la fiesta de la empresa? —me pregunta él recordándome algo que se me había olvidado por completo.
—Pues me había olvidado de la fiesta, la verdad, y no puedo ir solo porque soy el presidente de la empresa —le respondo mientras trato de pensar una solución —Oye, ¿tú no tendrás ninguna amiguita o conocida que pueda acompañarme verdad? —le pregunto provocando su risa.
—No, pero quizás puedas buscarte una Sugar Baby para esa noche —me dice medio en broma.
—¿Una Sugar Baby? —le pregunto un poco extrañado por la información.
—Supongo que sabes lo que es, y más de uno ha ido alguna vez acompañado de una a las fiestas que se organizan—me dice dejándome perplejo —Algunos la traen a mi clínica a que les haga un reconocimiento médico para comprobar que no tienen ninguna enfermedad contagiosa y te aseguro que son chicas muy jóvenes y bellas —me dice provocando que abra mis ojos de par en par.
—Nunca lo habría imaginado —es lo único que respondo mientras valoro positivamente la gran idea que acaba de darme.

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Bianca, una dulce Sugar Baby
Genç Kız EdebiyatıBianca es una joven de 18 años que se convierte en una Sugar Baby por necesidad, Gonzalo es un hombre de 35 años que se convierte en Sugar Daddy tras una infidelidad. Todo comenzará como una forma de obtener beneficio mutuo, pero acabarán rompiendo...