06 Junio

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Dos días,....ese es mí límite?
Tan débil soy? mi palabra vale tan poco?

No sé si es mi orgullo, o mi soledad la que me  impide dejar de escribir. Nunca me gusto mucho hablar de mi, ni con mis amigos u otra persona, pero.... Pero no se por qué me impido a mí mismo el dejar de escribir aquí, lo siento como parte de mí, como algo imposible de dejar.

No me dejaré absorber por esto, esta enfermedad.
Hacer y tener tantas experiencias afuera, mientras también escribo aquí dentro es contradictorio, al menos para mí.

Hoy comencé  a hablar con Marco Ritchmond, él es un chico interesante, no le interesa mucho si estoy o no haciendo esta tarea, se la pasa mucho tiempo leyendo, me cuenta de las increíbles aventuras de las que leyó y de las que planea tener por sí mismo, es algo cansado pero también divertido escucharlo.

Él también me dijo que no me importara mucho en como y qué escribo en el diario, nadie espera que me vuelva un escritor maestro con solo este trabajo, que me relaje un poco y vea qué es más conveniente escribir, que inventar cosas tampoco me vendría mal. No quíze seguir escuchándolo, no sé por qué. Estará bien lo que me dijo? su mente es más crítica que la mía, conoce más sobre los     libros y las historias que yo, tal vez esto no sea tan malo....

Si, tal vez.

Yo, ligeramente optimista, en una tarde de Junio.

30 Dias de VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora