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.— ¡Ah! ¡A-ah! — Gemí fuerte al sentirlo entrar y salir de mi con rudeza.
Sus manos me tomaron de la cadera creando un vaivén disparejo entre sus movimientos y los míos.
— T-tan estrecho...~ — gimió al sentir como me contraía.
— ¡A-ah! ¡Jay! — Chillé cuando sentí su erección chocar contra mi próstata, tiré mi cabeza hacía atras y cerré los ojos. — ¡M-mierda! ¡M-más!
Mordí fuertemente mis labios hasta sentirlos sangrar, Jay se inclinó un poco devorándolos con rudeza. Contraje mis piernas y las enredé en la cadera de Jay apretándolo.
— Mierda... Me voy a correr — Susurro con voz ronca en mi oído y me estremecí.
— H-hazlo... — Gemí al sentirme lleno cuando Jay se corrió dentro de mi.
Sentí como su mano tomó mi erección y empezó a masturbarme, me retorcí de placer y solté un estruendoso gemido al correrme.
Suspiré cansado, tomé de la mesita de noche un cigarro y lo encendí, le di una calada.
— ¿Me regalas uno? — Preguntó cuando se salió de mi interior y se acostó a mi lado.
Tomé la cajetilla de cigarros y le pasé uno, luego le pasé el encendedor. Jadee un poco.
— Deberías irte ya... — Hablé viéndolo — Si Bam se entera que estás aquí y no haciendo trabajos para La Señora me hará picadillo.
— Tienes razón — Se levantó y comenzó a vestise — Adiós pequeño.
Me dio un beso en la mejilla y salió de mi habitación subiéndose el cierre del pantalón.
Dejaron de inyectarme la droga porqué saben que no soy peligroso, puedo andar por la casa, caminando tranquilamente, a veces follo con alguno que otro trabajador y me dan buena plata para los cigarros y el licor.
Dos meses sin ver a Daddy, no tengo noticias de él, no sé si está bien, si está vivo... Solo sé que me abandonó y prefirió la plata en vez de rescatarme... Quizá Bam tenga razón y yo solo sirvo para que me follen.
Me metí a la ducha y me di un largo baño, asearme bien porque si no termino goteando.
Salgo del baño envuelto en una bata y busco mis sandalias secas para salir de mi habitación y dirigirme a la cocina a por una fruta o algo para picar. Ahí me encuentro a Bam, está comiéndose una banana y decido molestarlo un poco.
— Con que te gusta mucho la banana, Bambi — Río cuando él me saca el dedo del medio — Nada aguantas.
— Al menos a mi no me abandonaron por plata — me guiñó un ojo y sentí mi corazón estrujarse, mis ojos se empañaron en lágrimas — Ya ves, tú te llevas y no te aguantas — Bufa.
— Eso si es pasarse.— lo señalo — Yo no ando hablando de tu maldito pasado, maldita zorra.
— A mi no me llaman Jimin — hizo el signo de amor y paz con una mano.
— Pues parece que a tú novio... — Jay aparece detrás de mi y me tapa la boca impidiéndome hablar.
— Nada, no pasa nada — Apretó el agarre.
Bam bufa y aparta a Jay de mi lado, veo como se lo lleva halándolo.
Saco otro cigarro y lo enciendo dándole una calada, busco dentro de la nevera algo de tomar pero no encuentro nada.
Busqué alguna fruta que al menos me gustara y me quitara el hambre, tener sexo te hace funcionar mejor el metabolismo.
— ¡MALDITA SEA! — Cierro la nevera enojado al no encontrar nada, subo a mi habitación con el estómago vacío.
Me tiro a mi cama viendo al techo hasta que me voy durmiendo poco a poco.
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Dolly~ [YoonMin]
FanfictionSegundo libro de "Daddy~" « Donde Dolly cambió y Daddy trata de reparar lo irreparable »