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— ¿Tienes condones? — Miré al tipo con una sonrisa lasciva.

— Obvio — Saca una tira de ellos y corta una, lo abre y se lo pone.

— Hoseok, date prisa... — Bufé.

— Mira Yoongi, si me estás apresurando se me va a bajar la calentura y todo se irá a la mierda. — Se acomodó entre mis piernas y me fue penetrando.

— Ah... Mierda.... — Mordí mi labio y tiré mi cabeza hacia atrás.

Cuando sentí que entró completamente solté un fuerte gemido, ser pasivo con Hoseok era increíble. Enrosqué mis piernas en las caderas del menor y lo sentí embestirme sin control alguno.

Me besó ferozmente y ahogué varios gemidos en medio del beso. Casi me atraganto cuando su lengua entró en mi boca y me separé gimiendo.

— M-más... — Pedí entre lloriqueos, su polla atacaba mi próstata de manera brutal.

Escuché como tocaban la puerta de mi despacho y que quedé helado.

— Puta mierda, Yoongi... Se supone que no hay nadie ya en el edificio — Hoseok bufó.

— Sacate de encima — Lo aparte y me subí los pantalones, el hizo lo mismo.

Me acomodé bien la ropa y abrí la puerta encontrándome con Bam y su novio, parados frente a mi.

Recorrí con la mirada a Bam y casi suelto una carcajada cuando vi su color de cabello.

— Solamente la gente con problemas mentales se tiñe de rojo. — Señalé su cabello mientras reía.

— Muy gracioso, paliducho... — Hizo mueca de hastío y entró. — ¿Interrumpo?

— La verdad si — Cerré la puerta cuando Jay entró. — Hoseok, mañana continuamos con el papeleo.

— Si señor — Tomó su maletín y salió acomodándose la corbata.

Me senté en uno de los sofás y miré el desorden del escritorio. Rápidamente me acordé cuando Jiminnie y yo lo hicimos en mi escritorio...

No ahora...

Empecé a sollozar recordando todo lo que pasé con mi bebé, si tan solo él siguiera vivo...

— Yo no jodas, Suga... Superalo, el mocoso esta muerto. Con llorar el chico no va a revivir — Dijo viéndose las bien recortadas uñas de las manos.

— ¡Tú me lo quitaste! — Espeté enojado — De no ser por ti él y yo siguiéramos felices de la vida... Y me lo quitaste — Sollocé — Solo quiero a mi bebé de vuelta.

— Bueno, tú dijiste que nos perdonabas por el bien de la paz, ¿nos vamos? Sabes que odio esperar —

Asiento y acomodo mi ropa.

Entramos al local y a simple vista todo se mira tranquilo, gente bailando, bebiendo y casi follando en las mesas. Uno que otro bailarín en el tubo y así.

Nos fuimos a sentar a unas mesas apartadas del desorden y uno de los chicos llegó a tomarnos orden.

— Buenas noches, bienvenidos al "Dolly's Empire" ¿que desean para tomar?

— Una botella de lo que sea, por favor — Pidió Bam — Y preparen a las chicas porque está noche arrasaremos.

El chico anotó todo y suspiré. Hizo una reverencia y se fue dejándonos en un silencio incómodo.

— A la mierda, ¿donde está el Suga que se ponía hasta el culo? — Bam me miró enojado.

— Ya estoy viejo, Kunpimook — Rodé los ojos — Ya ni se me para.

— ¡Ay no chingues! ¡Esta noche nos pondremos hasta el culo y follarás con la mejor puta que tengan disponible! — El chico llegó con la botella y sirvió los tragos.

Bam le pasó un trago a cada uno y suspiré.

— ¡Por los viejos tiempos, mariquitas! — Bam levantó su trago.

— ¡Por los viejos tiempos! — Jay y yo chocamos los tragos junto al trago de Bam y lo tomamos de una.

Hice mueca al sentir el liquido quemarme la garganta, Bam llenó los vasos de nuevo y tomé el mío de una.

Jay había empezado a hacer idioteces como si se hubiese emborrachado en el momento.

Me puse a reír.

— Haber perros, el primero en dormirse valió verga — Dijo Bam y se tomó su trago de una.

— Haber perros, el primero en dormirse valió verga — Dijo Bam y se tomó su trago de una

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— Me subieron a la patrulla... Y la Elizabeth se había escondido porque ella había llamado a la policía... —

Jay y yo soltamos varias carcajadas, hace más de diez minutos que perdí la cuenta de cuantas botellas llevaba. Me había quitado el saco y la corbata la tenía amarrada en mi cabeza. Bam estaba subido en la mesa y se había quitado la camiseta.

— TE AMO, ELIZABETH, PERO NO SE VALE LO QUE ME HAS HECHO.  —

Solté varias carcajadas hasta que un cabello naranja llamó mi atención. Me levanté tambaleante y Jay me tomó del brazo.

— Onde bas? — Me habló.

— si. — Sonreí orgulloso.

— ¡Wujuuuu! — Gritó Bam desde la mesa.

Llené mis manos de saliva y las pasé por mi cabello para acomodarlo, me olí el aliento y sonreí.

Todo un papi.

Me acerqué al chico de cabellos naranjas y le toqué el hombro.

— Oye precioso... Me atrevería a decirte que estás del once... ¿y si nos vamos a un lugar mas traquilo? — Sonreí embobado viéndolo.

— Ay señor... — El chico se sonrojó — Si me gustaría — Se acomodó unos cabellos que le caían en la cara y los puso detrás de sus orejas.

Me parece conocido.

Lo tomé de la mano y lo llevé afuera, llamé a un taxi y esperamos.

— ¿Como se llama? — Preguntó el chico.

— Llámame Suga — Sonreí de lado. — ¿Y tú? — Pregunté viéndolo.

— Puede llamarme Dolly —

......
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Dolly~ [YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora