Ⅰ. ｢B L U E ｣ pjm

14;

Maratón.

«Antes de conocerte, yo no sabía lo que era mirar a alguien y sonreír sin motivo»

⋆⛧*┈┈┈┈﹤୨♡୧﹥ ┈┈┈┈*⛧⋆

Era de madrugada, desde mamá se fue, no podía dormir. Me levante de la cama con cuidado, sin despertar a Jimin.
Él suspiraba cansado, y daba pequeños saltos como un minino.
Sin hacer ruido fuí a la sala. Creo que no molestaría que saliera al patio trasero mientras los demás dormían.

Sonaba algo psicópata, pero no podía conciliar el sueño.

Me era imposible.

Levante mi vista a las estrellas y suspire. -―Será demasiado duro continuar sin ti. ¿Estás allá arriba? ¿Todo es mejor ahí? ¿Estás más tranquila? A mi no me va del todo bien. Te he echado de menos conforme los minutos pasan y no sé si seré tan fuerte sin ti. -― limpie una lágrima. -― Solo quiero saber si puedo hacerlo, si puedo continuar viviendo sin ti-

-―Claro que puedes, mi niña.

Asustada mire detrás para encontrarme con la Señora Park con una cobija.
-―Ven, hace frío afuera, te resfriaras.

—―Lamento tanto haber salido sin permiso-

—―Para nada, cuando dije que puedes venir aquí cuando quieras hablaba enserio. No te preocupes por esto. ¿No puedes dormir?

Negué.

—―Yo recién acabe de video llamar con el Señor Park, se quedará en Hong Kong otros meses. —―Suspiro. —―¿Necesitas hablar?

Ella me cubrió con la cobija y subimos juntas hasta su habitación que era igual de calidad y afectuosa que la de mamá.
—―Te escuché hablando con tu madre, ese es un detalle muy hermoso.

—―La extraño demasiado. Aún no puedo creer que ya no esté aquí.

—―Cuando Woram murió, Jimin batalló demasiado para continuar con su vida. Se enamoró profundamente de ella y ella de él. Lloraba día y noche, pidiendo que volviera. —―Apretó sus labios pensando en lo que diría.—― Fue difícil para mi, pero poco a poco se ánimo a comenzar a salir, ir a la escuela... Nos mudamos de Busan por esa razón, para darle otros aires y que pudiera reconstruir su vida. Lo que más dolía ver era cómo recordaba a Woram de una manera melancólica, cuando en realidad mientras estuvieron juntos ambos fueron muy felices. Eso es lo que más mata a una persona.

—―Quiero decir, recuerda a tu madre por la felicidad que te daba y sé que es por esa misma razón por la que te pones triste, pero piensa en ella como si no se hubiese ido. Te puedo apostar que aunque ella murió, no significa que te abandono del todo. Ella estará contigo, en cada paso y avance de tu vida. Cuidandote. Al principio será difícil, toma el tiempo necesario para recuperarte. De un día a otro no superas la partida de alguien. Solo recuerda que ahora debes cuidarte el doble, por ti y por tu madre.

—―Gracias.

—―Sé que solo eres amiga de mi hijo, eso dicen ustedes. —―Provocó una risa sutil.—― Pero cuentas conmigo para cualquier cosa que necesites.
En mi encontrarás una amiga. —―Sonrió.

Nos abrazamos y solo pude llorar un poco en su hombro.

Para cuando Jimin se dio cuenta que solo él estaba en la cama, ya estaba por amanecer.

Bajo a buscar a su acompañante para encontrarla dormida y abrazando a su mamá.

Sonrió un poco, no duro mucho así, ya que se dio cuenta que había fotos de él cuando era pequeño por todas partes.

—―Me las van a pagar. —―Dijo.

—―¿Te marchas tan pronto?

—

―Tengo que volver a casa, Señora Park.

—―De acuerdo, promete que cuando vuelvas iremos de compras ¿Sí?

—―Lo prometo.

—―Yo prometo tener más fotos de Jimin. —―Guiño.

—―Te puedo escuchar.

—―Lo sé, lo sé.

—―Ven, te llevó a casa.

—―Puedo volver sola...

—―Nada de eso. Yo te traje, yo te llevó. —―Sonrió y Sooyoung suspiro como enamorada.

El silencio ya no era tan incómodo. La vibra ahora que se emanaba era tranquila, no había molestia alguna.

Sooyoung caminó hasta su pórtico, él le dio algo de espacio.

—―Lee.

—―Llámame Soo.

—―No quiero llamarte así.

Ella puso los ojos en blanco.

—―El Viernes se estrenará una película... Aquí cerca... Desviaba la mirada.

—―Suena bien.

—―Los chicos me dijeron que te invitará.

—―Gracias, Jimin. Por... Preocuparte.

—―¿Te veo el viernes?

—―Sí.

—―Descansa y duerme bien, ¿hablamos por-? . —―Jimin habló pero ella ya había cerrado la puerta. —―Sí, hasta el viernes.

Sooyoung abrazo la foto de Jimin emocionada, aunque él no quisiera aceptarlo, se moría por ella.

—―¡Mamá, ya llegué!—― Quedó en blanco al recordar los hechos. De nuevo se abrumo. Continuo con su día normal, colocó un par de veladoras y preparó un pequeño altar a su madre.

Mordió su labio revisando cada foto de ellas juntas.

—―Tengo que ser fuerte por ti y por mi. Lo haré. Solo dame tiempo, lo lograré.