Prólogo.

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Louis supo que algo estaba mal con él desde el momento en que pisó el colegio en su último año de preparatoria.

Todos los chicos eran aproximadamente dos años mayores que él, medían casi dos metros cuando él apenas llegaba a 1,60, sus compañeros tenían músculos notablemente grandes cuando él era un poco más que un saco de huesos. Pero lo más importante, que todos tenían a alguien con quien hablar, los alumnos viejos en el colegio tenían amigos y los nuevos comenzaban a socializar.

Él a pesar de llevar años estudiando en el mismo colegio se sentía completamente incapaz de iniciar algún tipo de conversación con alguno de sus compañeros. Porque Louis no tenía amigos.

Sacó cualquier tipo de pensamiento de su cabeza y se dispuso a caminar hacia la secretaría de la institución para retirar su nuevo horario. Un horario que pensaba el castaño sería más fuerte debido a que era su último año, más sin embargo, la sorpresa invadió su rostro cuando al retirar su plantilla se encontró con que tenía más de la mitad del tiempo libre ya que sólo le tocaba ir al colegio tres veces a la semana por no más que un par de horas.

Según su ya mencionado horario tenía clases en media hora, así que el castaño decidió pasar por la biblioteca, su lugar favorito en el colegio, para esperar que su clase iniciara. Y tal vez buscar un libro que lo informe un poco mejor sobre la condición que el doctor le había diagnosticado un par de días atrás.

Sabía que algo iba mal con él, no era estúpido.

Joanne por mucho tiempo intentó ignorar las conductas extrañas de su hijo, aún cuando Louis le decía que no se sentía bien, que tanta soledad lo iba a matar. La mujer no quería afrontar la situación porque ella también era consciente de que algo no estaba bien con su hijo.

—¡Hey niño!— Una voz femenina lo sacó de sus pensamientos y lo hizo detener su paso. Confundido, miró hacia donde escuchó que provenía la voz y se encontró con Gigi. —Esta es la semana de cumpleaños de Zayn y el sábado tendrá una gran fiesta, he estado hablando con algunos de sus amigos de la infancia para hacer un vídeo y sorprenderle ese día. ¿Quieres aparecer?—

La rubia estaba emocionada con la idea de sorprender a su novio y Louis la quería ayudar, en serio. Pero la idea de aparecer en un vídeo que probablemente vería casi todo el colegio y que además Gigi publicaría en sus redes sociales, no le agradaba mucho. ¿Y si decía algo que no debía y Zayn se molestaba?, ¿Y si pronunciaba mal una palabra y sus compañeros se burlaban de él?. Definitivamente no iba a aparecer en el vídeo.

—Eh... Si, estoy enterado. Pero no quiero aparecer en el vídeo. Estoy seguro de que si falto a la fiesta, Zayn lo entenderá.— Habló mirando el suelo.

—Está bien Louis, de todas maneras no esperaba mucho de ti. Sigues igual de raro que siempre.— La rubia dio media vuelta y siguió su camino invitando a más personas para la fiesta de Zayn.

Louis no pudo evitar reír cuando repasaba en su mente las palabras de Gigi. Semana de cumpleaños, claro que si. Su viejo y único amigo en ese lugar, no celebraba un día de cumpleaños, se tomaba una semana entera porque una fecha tan importante no podía pasar desapercibida.

Llegó a la biblioteca que para su buena suerte se encontraba abierta y encaminó sus pasos hacia el área de psicología. Buscó detenidamente algún libro que hablara sobre las fobias y trastornos que el doctor le había dicho que tenía. Luego de unos minutos encontró dos y al no poder decidir cuál llevar, decidió tomar prestados los dos. Le pasó su credencial a Leticia, una anciana mujer de ojos claros y puros que llevaba trabajando en esa biblioteca desde mucho antes que Louis ingresara al colegio, unos 25 años quizás.

ángel [l.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora