CAPÍTULO DOCE

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CAPÍTULO DOCE — 'EL FIN DEL SUEÑO'

AELLA GOLPEÓ LA PUERTA DE BAYEZID TRES VECES antes de conseguir una respuesta

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AELLA GOLPEÓ LA PUERTA DE BAYEZID TRES VECES antes de conseguir una respuesta. Tras la conversación con su padre sabía que lo más sensato de hacer era ir a su habitación, donde podría llorar sin molestarse en ocultar su debilidad y además conseguir descansar antes del viaje. Pero Aella ya estaba harta de llorar y lamentarse, y en su lugar se encontró a sí misma de pie frente la puerta continúa, la de su hermano. Había querido hablar con Bayezid desde que su padre la confrontó respecto a Tyrion, pero apenas lo había visto en los últimos días y cuando lo hacía iba siempre en compañía de Ryna Liontale (quien para su asombro, sonreía al estar cerca de Bayezid). Así que había decidido esperar hasta que fuese el momento indicado, y eso a su vez le daría tiempo pensar exactamente en lo que le diría al confrontarlo. Pero ahora ya no importaba más. Los Thendor se irían de Roca Casterly, y ella ya no estaría con Tyrion. De pronto el único pensamiento que rondó su cabeza fue la terrible forma en que su hermano se había comportado. Había reprimido esa clase de sentimientos con su padre, pero necesitaba que se fueran así como también necesitaba retomar la conversación que había tenido con su hermano días atrás.

La puerta se abrió, revelando a Bayezid todavía vestido en su ropa de día. El cabello rubio iba revuelto y parpadeaba lentamente, como si se hubiese quedado dormido y recién despertaba. Sus ojos escrutaron a Aella, claramente confundido.

— ¿No deberías dormir?—preguntó—. Mañana será un largo día y en verdad me molestaré si nos retrasamos porque pides un descanso. Quiero llegar a Castillo de Luz lo más rápido posible y consumar mi matrimonio con Ryna antes de que el viejo...

Guardó silencio. Tal vez se había percatado de que debió decir más de lo indicado.

—Tengo que hablar contigo—Aella aprovechó para decir ante su falta de palabras.

Bayezid se mostró inclusive aún más confundido que cuando la había recibido.

— ¿Sobre qué?—inquirió mientras la hacía pasar. Aella nunca antes había estado en la habitación de Bayezid (ni siquiera en casa), y le sorprendió lo ordenada que se encontraba (¿era también así su otra habitación o era que ésta únicamente la había cuidado por tratarse de una visita?). Los baúles estaban pulcramente colocados contra la pared, y las pequeñas mesas y el tocador no poseían cosas encima. La cama estaba bien hecha, como si jamás hubiese sido usada, adornada con las mismas sábanas rojas que las de la habitación de Aella. Lo único que resaltaba de los otros muebles era un escritorio, colocado al pie de la ventana. Sobre éste se hallaba un pedazo de papel, un tintero y una pluma, además de cera. Bayezid debió estar escribiendo algo y ella lo había interrumpido, ¿pero exactamente qué escribía y a quién?

Dejó de ver hacia el escritorio, volviéndose a Bayezid. Su hermano también la miraba, expectante. Aella supo que debía contestar, y también supo que ese era el momento que había esperado. De pronto todos los amargos recuerdos con Bayezid llegaron a su cabeza, y se sintió tan enojada que las palabras salieron por sí solas.

Dream ━ Tyrion LannisterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora