I'm a loser (Bill Denbrough)

Capítulo 3

●Narrador●

─ ¿En serio no lo vieron? --Mike suspira.─ Era aterrador.

─ L-lo vimos en o-otras ocasiones ─el lo mira sorprendido.─ Pero es ra-raro, se nos presentó en di-diferentes f-formas.

─ Yo primero vi unos cadáveres ─cuenta la única chica del grupo.─ Luego lo vi a el.

   Sabiendo que ella había sentido demasiado miedo, Bill toma su mano en forma reconfortante y le sonrie dulcemente.

─ Quizá Eso se transforme en lo que más le tememos ─dice Ben mientras se sienta en el césped.─ Yo... Yo vi a un hombre sin cabeza.

─ Y-yo vi a la mujer de un cuadro...

─ ¿Y era linda? ─se acomoda las gafas y sonríe.─

─ ¡No, Richie! No era linda, su rostro estaba deforme ─eleva el tono de voz y baja la mirada.─

─  Mi abuelo siempre dijo que Derry estaba maldito ─el moreno cuenta la historia que su abuelo le había dicho hace tiempo.─ 

─  Y-yo se donde es que pudo haber ido G-georgie ─todos lo miran atento, y con cierto miedo.─ La-las alcantarillas, donde encontramos el z-zapato de Betty Ripson.

─ ¿Tenías un mapa, cierto? ─le pregunta la chia y el asiente.─ Mañana tenemos que verlo, y podremos ayudarte.

─ ¿Y que haremos hoy? ─pregunta Ben nervioso.─ Aprovechemos el momento y hagamos algo divertido.

─ ¡Un parque de diversiones!

─ Richie tiene razón,  deberíamos ir para despejarnos un poco —todos asienten con la cabeza.—

— El parque abre a las seis de la tarde. ¡Que ninguno falte! —les ordena ____— Menos tu, Mike. Queremos que te integres mejor al grupo.

— Ahí estaré —el nuevo le sonríe.—

— Debo irme,  chicos —se despide y Bill se levanta junto a ella.—

— Y-yo ta-tambien.

   Ambos suben a sus bicicletas, y se alejan del parque en menos de un minuto.  Bill mira fugazmente a la chica a su lado, pensando en todo el mar de dudas que se plantea a sí mismo cuando están juntos.

— ¿Que miras,  Billy? —le pregunta sonriente.—

— ¿Y-yo? —____ rueda los ojos con diversión y asiente.— Ah, na-n-nada.

— Más vale que no faltes hoy, eh. O sino voy a aburrime —el tartamudo se sorprende ante el comentario de la chica, luego se sonroja y ríe.— ¿Si irás o no?

— No me lo p-perderia, ____. Necesitamos este pequeño descanso desde hace tiempo —dice sin despegar la vista del camino.— A-ademas, será divertido.

— Demasiado.

    El camino continúa en silencio, hasta que llegan a la calle en la que se separan:— Adiós,  cu-cuidate, ____.

— Igual tu, Billy —el chico abre su boca para hablar, entonces lo mira esperando a que lo haga.— Dime.

— O-oye, ¿podríamos encontrarnos aquí e i-ir juntos?.

— Mucho mejor entonces —le dedica una sonrisa antes de marcharse.—

    Bill gira con la bicicleta y se va a su casa, al abrir, sus padres se encuentran en la cocina,  su madre tomando una taza de té, y su padre leyendo un periódico.

— Estamos cerca, y sin embargo, tan lejos de volver a ser una familia —piensa, y la tristeza vuelve a hundirlo. Suspira con nostalgia al invadirlo un montón de recuerdos.— He lle-llegado.

— Buenas tardes, hijo —contesta su padre.—

— Hola, Billy.

 
    Al no obtener mucha más atención, o interés de entablar una conversación de parte de sus padres, sube a su cuarto.

     Al cruzar las escaleras,  su mirada se detiene en la blanca puerta, decorada con algunas pegatinas de dibujos animados, y unas letras en colores que forman: Georgie

— E-ella esta lista para navegar,  Georgie.

— ¿Ella?

— Así se les dice que los barcos.

— Gracias, Billy.

— Ten cuidado, Georgie.

 
   Desde su ventana lo ve alejarse, tan alegre.

   Lo veía alejarse,  alejarse del vecindario, y por siempre de la familia Denbrough.