Capítulo 4 - Reencuentro

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Después de la larga caminata a casa, teniendo que soportar la vergüenza de que mucha gente se parase a mirarle por el líquido viscoso que había manchado su ropa y parte de su cara y cabello, llegó a su hogar.

Nada más abrió la puerta, dejó la mochila que traía de las clases. Se quitó el abrigo, el cual también estaba manchado. En seguida Nya apareció al otro extremo de la entrada y se sorprendió al ver a Lloyd así. Se acercó algo preocupada.

- ¿Estás bien? ¿No te pasó nada, cierto? – Le preguntó demostrando por el tono de su voz que estaba algo inquieta por cómo llegó. A veces en verdad, si que se comportaba como una hermana mayor –

- No tienes por qué preocuparte, me encontré con un serpentine a mitad de camino y – Se paró, dejando a la pelinegra confusa – Mira, mejor me lavo y después os cuento. A ti y a mi tío –.

Iba a subir, pero antes de ello, volvió a mirar a la de ojos marrones y le entregó el abrigo. La chica se quedo algo confundida y volvió a mirar al guardián.

- Podrías... ¿echarlo a lavar, por favor? – Le preguntó mientras sonreía nerviosamente. Nya tan solo rondó los ojos –

- Está bien... - Le contestó mientras se dirigía hacia la cocina para echar la prenda en el cesto de la ropa sucia –.

Lloyd subió las escaleras. Se dirigió a su cuarto, se acercó hasta el armario y a otros muebles en los cuales guardaran lo que necesitaba; Una camisa de color blanco, calcetines, ropa interior, una sudadera de color verde y unos jeans de color negro.

Salió de su habitación para dirigirse al baño. Entró dentro de este y cerró la puerta detrás de él. Dejó la ropa limpia a un lado y comenzó a quitarse la sucia.

Ando hasta la ducha, abrió la corriente de agua y se metió debajo de a ella. Se frotó el pelo, ya que cuando se quito la ropa, se dio cuenta de que el líquido viscoso no llegó a traspasarla y su cabello, junto con su cara era lo más manchado.

Una vez terminó, cerró la corriente de agua y salió para coger una toalla. Se la puso alrededor de su torso, mientras que con otra se secaba el pelo y el torso. Después de terminar de secarse lo suficiente, comenzó a ponerse la ropa limpia que había traído para cambiarse.

Salió del cuarto de baño, cerrando la puerta detrás de él. Bajo las escaleras hasta el piso de abajo, se dirigió a la cocina para buscar algo de comer y, en parte para contarle a Nya y a Wu lo sucedido.

Nada más entro en la sala, la mirada de su tío y de la pelinegra se clavaron en él. Los dos estaban tomando el típico té que solía traer el anciano de la tienda a la vuelta de la esquina. Lloyd se sentó en la mesa con ellos con bastantes nervios.

- Bueno... - Comenzó a decir mientras alargaba la 'o' – Llegué tarde porque, pues – Se llevó una mano a la nuca pensando en alguna excusa –.

No quería decirles que había estado acosando a uno de sus compañeros de clase el primer día y que por esa razón se encontró otro como él. Suspiró pesadamente, era mejor decir la verdad.

- Mirad, no os voy a mentir – Admitió. Wu cerró los ojos y bajo un poco la cabeza para luego subirla a la misma altura en la que estaba abriendo los parpados, en señal de que continuara – Me puse a seguir a un chico de clase – Nada más dijo esto, Nya abrió los ojos algo sorprendida – Me entró la curiosidad ya que parecía no importarle mucho sus estudios y por lo que me dijo Nya, si un humano no tiene estudios, no tendrá futuro – Se volvió a llevar una mano a la nuca –

- ¿Y cómo explicas que llegaras todo empapado de esa, esa... 'sustancia'? – Le preguntó ahora la pelinegra curiosa –

- Cuando salí del hotel en el cual vivía mi compañero, un serpentine me atacó – Iba a continuar, pero el de la barba blanca le cortó –

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